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La investigación se encuadra en el marco de las restricciones a inversores rusos por la invasión de Ucrania.

El magnate francés del lujo Bernard Arnault, propietario de LVMH, junto con el empresario ruso Nikolai Sarkisov, tomó parte en una compleja adquisición de inmuebles en una zona turística de los Alpes, incluyendo la compra de varios apartamentos en la estación de esquí de Courchevel, en la que las sociedad de Arnault ya cuentan con otras propiedades. Las transacciones incluyeron un préstamo de Arnault a través de una de sus empresas.

En principio esto no tiene nada de particular. Sin embargo, la unidad de inteligencia Tracfin, del Ministerio de Finanzas, muy atenta desde el pasado año (por la guerra de Ucrania) a todas las operaciones de inversores rusos, sospecha que pudo haber un objetivo de ocultación de origen de los fondos empleados, al efecto de sortear las restricciones impuestas al movimiento de capitales rusos. Así que, según se ha sabido ahora, el año pasado se abrió una investigación, que sigue su curso, y que lleva adelante la Fiscalía de París.

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