Unisa cree que habrá que los pedidos se reducirán, y será necesario retrasar entregas.
Hace unos días publicábamos una noticia sobre la reconversión temporal de actividad de la empresa alicantina Unisa, de calzado, que ha decidido adaptar su productividad a la confección de mascarillas sanitarias. [Ver http: / / www.textilexpres.com/TE/index.php?option=com_content&view=article&id=5151&catid=1102&Itemid=166 Unisa para la producción de calzado y fabrica mascarillas.] Es esa una entre muchas actuaciones solidarias en el mundo empresarial. Pero vuelve ahora la empresa a nuestro medio, y prácticamente en lo que sería una sección de «tribuna», porque su consejero delegado, Antonio Porta, ha confiado recientemente a un medio alemán sus opiniones sobre la crisis del Covid-19, y las consecuencias que, a su juicio, puede acarrear para la industria de la moda.
«Si la actividad no se retoma en el mes de mayo, las consecuencias y el desastre económico que esto va a traer son incalculables», ha dicho
Porta ha respondido a preguntas tales como «¿debería la industria de la moda desarrollar nuevas soluciones después de la crisis?» o «¿tendría que haber nuevas fechas de feria?».
Porta piensa que, en efecto, una vez pase esta crisis la industria deberá «desarrollar nuevas soluciones», y contactar con sus clientes para preguntarles por sus necesidades reales con vistas a la nueva campaña de Otoño-Invierno 20-21, y así establecer nuevos pedidos y fechas de entrega.
«Aunque estas fechas son muy difíciles de mover, como se ha cortado la cadena de servicios a las fábricas, imagino que muchas de las tiendas y los grandes almacenes accederán a atrasarlas como mínimo una quincena», afirma Antonio Porta.
Piensa, por otro lado, que la mayoría de las empresas espera una reducción general alrededor de un 20/25% en los pedidos, frente al invierno anterior.
En cuanto al calendario ferial, no ve necesario un retraso. Para el sector calzado, las fechas ya están programadas desde finales de agosto y durante el mes de septiembre, y no cree que eso deba cambiarse. Hacerlo no ayudaría al mundo de la moda en ningún aspecto.
Por último, aunque considera que planificar un período de ventas más largo para la primavera / verano sería lo ideal, afirma que no será posible. Es muy difícil coordinar a toda Europa, y menos aún a todo el mundo, y al final cada empresa «hará lo que considere oportuno o mejor» para sí misma.
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