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A celebrar en la segunda semana de agosto, espera recibir a 30.000 compradores de numerosos países.
La asociación convocante participa en una campaña para enviar ropa, mantas y dinero a la zona afectada por el terremoto.
El salón de confección turca contará con nuevas áreas: diseñadores, subcontratación, y lencería y novia.
Mientras otras ferias del vestir encogen, el sector exportador de Turquía monta un salón ambicioso, para seguir creciendo en los mercados internacionales.
El año pasado batió su récord de exportación, y en 2022 sigue creciendo en ventas al exterior.
Una cuestión de Estado: Turquía necesita sectores intensivos en mano de obra. La confección es vital.
Si «retailers» y marcas europeas no aceptan compensar a los productores el sobrecoste de la sostenibilidad, quizá pierdan proveedores.
En febrero, IFCO incluirá Moda Íntima y sector de Novia (y contará con más expositores).
Segunda edición de una feria que abre posibilidades de partenariado con el mercado europeo de moda.
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