El sector, que incluye la impresión textil, expresó sus demandas al Ministerio de Industria y Comercio.
Hace pocos días, el 18 de noviembre representantes de «la cadena de valor de la comunicación visual» tuvieron una reunión por videoconferencia con Juan Ignacio Díaz Bidart, director del Gabinete de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, para presentarle el sector, y hablar de su peso en la industria española.
Se preguntarán ustedes qué tiene que ver la comunicación visual con el textil y el vestir. Una parte de ese amplio campo de actividad atañe al textil promocional, y también a la esfera de la personalización de la ropa, que cada vez cobra mayor auge.
En el encuentro virtual tomaron parte representantes de las asociaciones Fespa España (asociación empresarial de la comunicación visual, que todos asociamos con la impresión-estampación); la Asociación Graphispack; la Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores de Artículos Deportivos, Afydad; de Importadores, Mayoristas, Fabricantes de Artículos Promocionales, Aimfap; la de Empresarios de Rótulos Luminosos e Industrias Afines, Aserluz; la de Creatividad Transformadora, de agencias y empresas creativas españolas; la Federación profesional de fotografía e imagen, Fepfi; la de Agencias de eventos españolas asociadas, Aevea; la de Fabricantes y Vendedores de Artículos Promocionales y Publicitarios, Fyvar; la Federación de Empresas de Publicidad y Comunicación, Fede; y la Agrupación Empresarial Innovadora en Impresión Funcional.
«Somos una industria transversal, que damos soporte al resto de la industria», explicó Gabriel Virto, presidente de Fespa España. «Nos definimos como industria para las industrias porque apoyamos a todas las empresas que necesiten comunicar de alguna manera», añadió Pablo Serrano, secretario general de la Asociación, quien apuntó que la cadena de la comunicación visual ha tenido una gran importancia en el proceso de desescalada «a través de la señalización y la comunicación visual para marcar el movimiento y la separación de las personas, la nueva disposición de lineales en comercios y grandes superficies, los elementos de protección en la restauración y hostelería, banca y comercio e industria en general, así como la adaptación y señalización de los aforos de eventos, ferias y acontecimientos deportivos».
El sector de la comunicación visual ha sido duramente castigado por la crisis económica derivada de la situación sanitaria provocada por la expansión de la covid-19 y el sector estima que su facturación caerá en 2020 un 50 por ciento respecto a 2019. Las principales necesidades de la cadena de valor que han sido transmitidas al Ministerio de Industria se centran en la ampliación de los ERTE el máximo tiempo posible; diferir o aplazar el pago de impuestos; alargar la carencia para la devolución de los créditos ICO; así como tener en cuenta a la cadena de valor de la comunicación visual en las mesas intersectoriales, al ser una industria transversal.
«En definitiva, el objetivo de la cadena de valor de la comunicación visual es incentivar la actividad y mantener los puestos de trabajo de un sector compuesto en España por 44.000 empresas que da empleo de manera directa e indirecta a más de 150.000 personas y que supone un 1,8 por ciento del PIB».
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