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Acumulan un largo historial delictivo. Uno de ellos, muy especialmente.

Hace poco más de un año, a finales de octubre de 2022, en la madrugada del jueves 27, unos «aluniceros» (reventadores de escaparates, mediante el lanzamiento de automóviles, para robar en el interior de los locales) entraron en el establecimiento minorista de Dior en el paseo de Gracia de Barcelona. Excepcionalmente no lo hicieron mediante la técnica del alunizaje, en la que eran expertos, sino entrando por la portería colindante y la puerta reservada al personal de la tienda. Lo que se llama «una brecha de seguridad» del establecimiento. De este modo sustrajeron ropa, bolsos y otros artículos de lujo por valor de 350.000 euros. Los ladrones tomaron precauciones: guantes, capucha, prendas oscuras. Aun así, una grabación los captó momentos antes de llegar a la tienda, cuando no iban enmascarados. Esto permitió identificarlos. El vehículo robado de alta gama en que huyeron apareció quemado en una autovía de Madrid.

En enero de este año 2023 algunos de ellos intentaron un alunizaje en la tienda de Prada, en el mismo Paseo de Gracia. También se les identificó, y se les asoció con el robo anterior. El coche también fue quemado en los alrededores de Madrid.

Su modus operandi es siempre parecido: actúan en distintas ciudades y regresan con rapidez a la capital, donde abandonan el vehículo quemándolo para eliminar huellas.

A finales de noviembre, en una actuación conjunta de la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra, cuatro de ellos fueron detenidos en Madrid, Leganés y Toledo. El historial de antecedentes de estos individuos, de entre 25 y 35 años, es largo. Uno de ellos ha sido detenido cincuenta veces. La policía los ha vuelto a detener, en efecto, y los puso a disposición del juez. Actualmente están en la calle, en libertad con cargos. Y es que las cosas funcionan así.

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