Lo que puede lavarse en húmedo y lo que no, qué temperaturas, y qué recomendaciones.
Esta noticia no es propiamente textil, sino que corresponde al campo del cuidado de textiles por el usuario, en este caso yendo a la lavandería o tintorería, y en el fondo es una forma que tiene una casa comercial para anunciarse mediante el recurso a un texto de ayuda al consumidor. En calidad de esto último (ayuda al usuario de textiles) les reproducimos un extracto de un comunicado remitido por Mr. Jeff, cabecera valenciana de una red de franquicias internacionales.
Nos dicen que, durante el verano, la mayor parte de las prendas de abrigo permanecen al fondo del armario, cogiendo humedad y polvo. Con la llegada de una nueva temporada a veces abrimos el ropero y notamos que hace falta dar «un lavado de cara» a las prendas. ¿Limpiarlas o no? ¿Lavarlas en casa o llevarlas a la tintorería?
Las sorpresas al abrir el armario van desde manchas en algunas piezas, hasta pequeños agujeros, e incluso el característico olor de la ropa con exceso de humedad. La ropa de invierno precisa de una mayor atención con respecto a las prendas de verano, al estar compuesta por materiales y texturas más complejas y delicadas. Los tejidos que ayudan a proteger del frío (lana, piel, plumas…) son sensibles a la humedad ambiental.
Suéteres tejidos y bufandas se pueden meter sin problema a la lavadora, sin usar agua caliente ni planchar. Se ensanchan con el calor, ya sea del agua del lavado o la posterior plancha, y pierden su forma. Si se aplica calor, acaban con aspecto desgastado y hasta opaco (dependiendo del material). Si los suéteres huelen a humedad o hay una mancha de dudosa procedencia, lo mejor es lavar con agua fría y evitar colgarlo, dejándolo por el contrario secar sobre una silla de plástico o extendido en una superficie plana.
Terciopelo y ante. Hay que leer detenidamente las indicaciones de la etiqueta de estas prendas. Estos tejidos se recomienda lavarlos en seco y no pueden plancharse con planchas de metal. Además, suelen ser enemigos del agua, por lo que es aconsejable evitar el contacto directo con la lluvia.
Prendas de plumas. Cada vez que se limpia un abrigo de plumón, los interiores comienzan a desgastarse. Lo ideal es limpiar solo las zonas más sucias con un cepillo de cerdas suaves y alguna espuma quitamanchas. Nunca debe lavarse con agua toda la prenda, por lo que el lavado en seco en tintorería es lo más prudente para no estropearla.
Piel/pelo sintético. Este material tiende a estropearse en contacto con el agua. Si permanece en un lugar demasiado húmedo, puede comenzar a generar moho. Si en días de lluvia se moja, al llegar a casa hay que asegurarse de retirar el exceso de agua sacudiéndolo fuertemente. Después se puede colgar en un lugar seco y caliente.
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