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La bomba fue colocada justo enfrente del establecimiento en la avenida Istiklal.
Un número todavía mal determinado de transeúntes (seis de acuerdo con las primeras noticias, once según otras fuentes, a la hora de cierre de esta información) falleció ayer, domingo 13 de noviembre, en Estambul a causa de la explosión de un artefacto abandonado en un parterre de la avenida Istiklal, que conduce desde la zona de Beyoglu, cerca de la Torre de Gálata, hasta la plaza Taksim.
La bomba, que estalló sobre las cuatro y media de la tarde hora local, ocasionó además decenas de heridos. La noticia no tendría relación con Textil Exprés si no fuera porque se trata de una calle peatonal muy comercial, y sobre todo por el hecho de que el explosivo se dejó a la altura de una de las tiendas de la cadena española Mango en la mencionada avenida (en la que también tiene establecimiento Zara).
Aun siendo domingo, numerosas tiendas estaban abiertas, aunque cerraron sus puertas tras el atentado, mientras los servicios sanitarios se desplegaban de urgencia en la calle. Algunas fotos de ayer mostraban a asistentes prestando primeros auxilios a las víctimas tendidas en el suelo al lado de la mencionada tienda.
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