El copo de las semillas de un árbol mejora el rendimiento del algodón, en tejidos de mezcla.
Hay ocasiones en que uno se entera de la existencia de cierta fibra (o, en este caso, refresca su conocimiento de una fibra minoritaria) por el hecho de que una marca que la utiliza te explica que sus prendas están confeccionadas con textiles de dicho material. Es ahora el caso de la marca japonesa Muji, que da cuenta del lanzamiento de su nueva colección sostenible «hecha a base de kapok, la fibra natural y orgánica, protagonista de la nueva línea» de esta marca.
Muji sigue explicando que se trata «una fibra de origen vegetal, natural y sostenible». Añade que «las fibras de kapok son recogidas de las semillas del árbol que le da nombre, el cual crece en la isla de Java, Indonesia, y se caracteriza por no necesitar pesticidas ni riego industrial durante su cultivo. Así, la producción de kapok conlleva un bajo impacto ecológico, al no requerir derivados tóxicos ni químicos y utilizar mucha menos agua que el algodón». En cuanto a sus características, también nos cuenta que, «gracias a las nuevas tecnologías, la mezcla de kapok y algodón se hace posible, sacando el máximo partido de cada material y obteniendo prendas resistentes y ligeras. Y es que esta fascinante fibra cuenta con una estructura hueca que le proporciona gran ligereza (sólo pesa una octava parte que el algodón) a la vez que una alta capacidad de absorción de la humedad y retención del calor».
Obviamente, lo del peso requiere una matización para pasar a hablar de densidad. Se sobrentiende que, a igual volumen pesa menos.
Textil Exprés puede añadir a esto que «kapok» es el nombre en inglés de la ceiba pentandra, o ceiba a secas, un árbol originario de América y cultivado en áreas tropicales de África y Asia. Las semillas están rodeadas de una fibra algodonosa, de laboriosa recolección. Difícil de torcer, no solía utilizarse en forma de hilados sino de guata como relleno para almohadas, colchones, aislamientos y chalecos salvavidas, aunque fue sustituido por fibras sintéticas. Su mezcla con otras fibras es la que ha permitido crear hilados, aunque persiste la dificultad técnica para el torcido. Una vez elaborados, los tejidos con contenido de kapok muestran mejor rendimiento que los de algodón puro, en cuanto a permeabilidad al aire, durabilidad y retención del calor.
Un problema clásico, que entendemos que habrá sido resuelto (puesto que se ha autorizado su uso en prendas confeccionadas) es que la exposición a la fibra puede ocasionar irritaciones en ojos, nariz y garganta, y el polvo de la misma, en exposiciones prolongadas, puede generar bronquitis crónica. No obstante, ha sido tradicionalmente un sustituto eventual del algodón en cirugía.
En definitiva, Muji ha apostado por una fibra singular, poco conocida hasta ahora en el mundo de la moda, «cómoda de llevar y respetuosa con el planeta», por la que esta marca apuesta «en su esfuerzo por reducir la carga sobre los recursos naturales de la Tierra».
Por otro lado, kapok ofrece un tacto suave y agradable y su fluidez le permite adaptarse a cualquier silueta. Por ello, «los pantalones y faldas de Muji son perfectos para vestir de forma más elegante o formal». Quizá solo sorprende que esta fibra se utilice en una gama que se define como básica. ¿Un intento de hacer que la sostenibilidad sea asequible? Aunque eso pueden juzgarlo ustedes: camisas Oxford de 50 a 80 euros, vestidos Oxford de 70, chaquetas camiseras a 60 euros, abrigo a 100 euros, pantalones de 60 a 70, faldas normales o vaqueras a 70.
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