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Veremos un denim que a veces no parecerá denim. Y un índigo que será blanco.

Las colecciones del verano se prestan mucho a hacer ensayos de moda revolucionarios con el denim, un producto siempre dúctil pero no tanto como parece, pues la cultura tejana, o del jean, tiene sus límites (y, por otra parte, siempre vuelve). Parece que en 2018 los modistos, y los fabricantes textiles, van a aventurarse por esos límites diciéndoles adiós a los básicos al menos por un tiempo (como ya hicieron en el pasado algunas veces), con la licencia que les dan actualmente los fabricantes de fibras, y los químicos del sector de acabados, para ensayar piruetas más allá del algodón convencional. El jean, o el tejano, o la tela vaquera, según lo castizos que queramos ser con el lenguaje, va a permitirse (en las materias y en las formas) ciertas osadías.

Algunas ya se vieron, de septiembre para acá, en las pasarelas de los diseñadores (como en las de las colecciones firmadas por Sonia Rykiel, Kenzo, Saint-Laurent o Givenchy, muy dispares por otra parte); otras, sobre todo las de tipo técnico, las más textiles, en los salones especializados de estas últimas semanas (en este número hay informaciones separadas para los de París y Amsterdam, las dos más importantes).

La conclusión generalizada ha sido que los escaparates de nuestras ciudades, a partir de la primavera, van a reflejar una revolución. Que será probablemente bien recibida, sobre todo por la gente joven, a la que el impacto emocional se dirige. Y que tendrá el éxito comercial garantizado durante algún tiempo.

El importante tejedor turco Akkus Textil superpondrá aplicaciones y bordados sutiles al índigo de sus telas, para que el denim «cuente una historia». El indio Arvind reinventará los patchworks asociando telas con diferentes lavados, incluso algunas con bordes deshilachados. El español Tavex combinará materiales de pesos distintos. El italiano Diesel, productor de moda final, es muy radical en sus juicios: las nuevas generaciones no se interesan por el denim básico, y habrá que ofrecerles materiales más sofisticados, ricos en innovaciones.

La innovación más radical va a ser la del color: el bleu transformado en blanc. Habrá colecciones sometidas a numerosos lavados a la piedra (por ejemplo, en el caso de Lee Cooper), cuyo resultado práctico será el denim blanco total. Un ejemplo menos radical será el de los efectos de mármol en telas de Vicunha.

La propia Vicunha permitirá obtener «el blanco que permanece blanco», es decir, el antimanchas, programa bautizado como «Stay White», contrapuesto al «Stay Black» que ya propuso para colecciones de invierno.

La española Tavex propondrá la reutilización del denim, pasando por las operaciones de tintado y posterior lavado (al láser, con la complicidad de Jeanología); aunque algunas de estas soluciones ya no son nuevas para los tejedores. «Durante mucho tiempo se ha hablado de procedimientos ecorresponsables; lo que es nuevo es que su utilización aumenta», según David Bardin, responsable de márketing de Tavex Europa.

El tejedor turco Dnmpondrá en escena (y no será el único, por ejemplo el italiano Candiani) la doble elasticidad, o bien la elasticidad en el hilo de urdimbre, y no en el de trama, que ha sido tradicional en el stretch denim.

El tejedor hongkonés Prosperity Denimse asoció con el productor coreano de elastán Hyosung (tecnología Creora Fit 2) para producir telas «segunda piel» con un confort de 60º, es decir, la «quadri-extensibilidad».

Si proyectamos la mirada más lejos, podemos afirmar que para el verano del 2018 el denim habrá dicho ya adiós a los básicos. Para cuando esa temporada llegue, las colecciones de denim habrán reinventado un sector. La verdad es que, ya hoy, la clientela joven empieza a pedir más prendas del mundo jean (en España diríamos más castizamente tejaneras) correspondientes a la indumentaria superior (tops) que a la inferior (cinco-bolsillos). Así lo constata el director de moda de Denim Première Vision.

En la colección «Over the denim», el italiano Imatexpropone unas telas que van «más allá del denim» para hacer lo mismo con más funcionalidad: propone mezclas de tencel, elastán, viscosa y lino.

Este artículo se escribe pocos días después de que se haya cerrado otra feria exclusiva del mundo del jean: la Bangladesh Denim Expo. En el mismo país donde hace poco más de tres años llorábamos a más de un millar de víctimas del desastre de un complejo textil. Otra muestra de la capacidad automultiplicadora que tiene la moda. Y la tejanera más.

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[Publicado en - Diciembre 2016 ].

© TEXTIL EXPRES - Revista - 2016


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