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texworld

Déjennos comenzar por el final, esta vez. Y es que conviene, para quienes vayan a preparar su visita a Texworld en febrero de 2013, que anoten que la posición del mismo dentro de la semana se modifica excepcionalmente. Si lo normal es que dure cuatro días, de lunes a jueves, y así se superponga durante sus tres últimas jornadas con Première Vision (de duración reducida a tres días), en febrero TW tendrá lugar de martes a viernes, así que se solapará con PV en los tres primeros días. No es un cambio para siempre, sólo para febrero de 2013, y la razón es separarse en el calendario del Año Nuevo Chino. De manera que la cita es del 12 al 15 de febrero de 2013.

Y vayamos a la edición recién celebrada, que ha tenido lugar del 17 al 20 de septiembre en el recinto habitual de París Le Bourget. Un buen salón con 811 expositores del Texworld propiamente dicho (tejidos) y nada menos que 162 de Apparel Sourcing, sector de subcontratación de confecciones, el cual ha anotado un importante crecimiento.

Y aparentemente satisfactorio en cuanto a flujo de público y nivel de actividad, aunque la estadística final arroja un descenso del 6% en el número de visitantes. Éstos fueron 14.400, procedentes de 104 países. Y el descenso se debe a dos causas: el clima económico gris en Europa, que no sólo reduce consumos sino que apela a un suministro de mayor proximidad; y la infortunada convocatoria de una huelga imprevista (no programada) en el RER (metro de cercanías) durante el primer día, lo que penalizó las visitas a pesar de que la organización improvisó con eficacia un servicio de conexión adicional con París mediante autobuses.

Buena asistencia de británicos (+3%), europeos del Este, brasileños (+20%) y árabes: +22% de Arabia Saudita y +11% de los Emiratos Árabes Unidos.

Texworld cumplía su décimoquinto aniversario, y así tuvo, en la noche de la primera jornada, una gala conmemorativa para expositores, a la que fueron también convidados los fundadores del salón, el matrimonio Rubinstein, que vendió la feria a Messe Frankfurt en 2002. Los tiempos iniciales fueron los de la audacia y el mercado de descuento, con el bajo precio como mayor atractivo. Messe Frankfurt France ha cambiado radicalmente las cosas, convirtiendo el salón en un escaparate de creatividad competitiva, lo que puede verse en la organización del espacio, la decoración de los stands, y el trabajo estilístico, actualmente a cargo del dúo Louis Gérin-Grégory Lamaud.

También se observa en la propia oferta de los expositores, ya no tan centrados en el precio sino en la propuesta más competitiva, como ratio de calidad, innovación, servicio y, por supuesto, un precio acorde. Stephanie Keukert, directora general de Ferias Textiles de Messe Frankfurt, y Michael Scherpe, presidente de MesseFrankfurt France, lo enfatizan: «Calidad es la clave hoy, para cualquier proveedor del mundo».

Especial énfasis se ponía esta vez en la sección de denim, en torno al Denim Café, con unos 35 fabricantes entre los que se contaban Raymond Uco, Lassim Textiles, Siddiqson, Advance Denim y Zhejian Bluedream, y un peso significativo de oferta de Paquistán, que aportó un pabellón nacional dedicado.

Muy importante esta vez el sector de subcontratación ApparelSourcing, que ha crecido en tamaño y en internacionalidad. Ya no sólo hay expositores chinos, aunque se cuenta con la colaboración especial, como siempre, del CCPIT (Consejo Chino de Promoción del Comercio Internacional). Ahora es mayor la diversidad, con oferta de Taiwán, India, Corea, Hong Kong, rápido crecimiento de Thailandia...

La propia industria china se felicita de esta internacionalización, lo que suscita una pregunta: ¿no significa eso que China ha dejado de ser competitiva, y que ahora el cliente de subcontratación demanda oferta de otros países? El vicepresidente del CCPIT responde con inteligencia: China ha dejado de ser lo más barato del mundo. El país tiene como objetivo hoy mejorar la calidad de vida y aumentar los salarios del país, así como apostar por un desarrollo duradero y ecológico. En consecuencia, China abandona conscientemente ciertos segmentos de producto y de mercado, a otros países que todavía se encuentran en una fase inferior de desarrollo. Su objetivo es seguir siendo muy competitiva, pero en otras calidades de producto, y en ese sentido es lógico y beneficioso para todos que salten a la escena internacional otros países, para ocupar los espacios que China, conscientemente, abandona.


[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 203 — octubre 2012 ].


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