Home Textiles Premium by Textilhogar clausura su segunda cita madrileña con más de 2.000 compradores.
El sector textil valenciano, de fuerte tradición histórica en dos áreas de producción, la de textil y confección para el vestir infantil, y la de tejidos para hogar y decoración, había alimentado también el nacimiento y desarrollo de dos importante ferias especializadas, consagradas durante varios años a las respectivas disciplinas, en ambos casos con trascendencia internacional, aunque también, sobre todo, como mercados de la producción nacional respectiva. La estructura ferial valenciana aportó durante años un soporte suficiente para ambas manifestaciones, denominadas respectivamente Fimi y Textilhogar, que igualmente acogían a la producción de los sectores equivalentes del resto del país.
Sin embargo, en los últimos años dicha infraestructura no daba una proyección nacional e internacional adecuada a la oferta del sector infantil, el cual buscó nuevos escenarios para sus ferias Fimi, localizándolas de momento en instalaciones de Madrid, con cierta intención (no materializada todavía, siempre pendiente pero —también— siempre declinable) de adquirir con el tiempo mayor trashumancia. En el número 226 de TEXTIL EXPRÉS informábamos de las últimas ediciones celebradas por dicho certamen en la capital española.
En cuanto a los textiles para el mobiliario y la decoración, alimentaron durante varios años una importante manifestación de la especialidad en la propia Valencia, denominada Textilhogar, que después trataría, durante los años recientes, de acoplarse sin éxito a nuevas manifestaciones multisectoriales más complejas que la propia organización levantina proponía.
Buscando, como los colegas de moda infantil, el escenario alternativo de Madrid, los industriales de textiles para hogar y decoración se dirigieron también a la capital, en la que han convocado hasta ahora dos manifestaciones bajo el título Home Textiles Premium by Textilhogar (nombre que enlaza así con el histórico que se había utilizado en Valencia).
El primero de estos eventos madrileños de textiles para la casa, que son en realidad valencianos trashumantes, tuvo lugar en septiembre de 2015 en la Real Fábrica de Tapices, como hemos informado en su día, y el segundo acaba de discurrir ahora, del 8 al 10 de septiembre de 2016, en el espacio comercial denominado Altillo de Chamartín, en el ámbito de la estación ferroviaria madrileña de este nombre (porque el lugar emblemático que se utilizó el año pasado se encuentra actualmente sujeto a obras de acondicionamiento).
Segunda edición: consolidación de la convocatoria. Cuando se abrieron, ahora, las puertas de la segunda manifestación, Home Textiles Premium presentaba la oferta de 71 firmas expositoras, las cuales suponían un crecimiento de la oferta del 53% sobre la participación del año anterior, con una diversidad de producto que implicaba a más de 200 nuevas marcas, firmas y colecciones, preferiblemente referidas éstas a los muestrarios de temporada del otoño-invierno 2016 y un avance de 2017.
La feria presentaba un espacio de tendencias en el que se habían seleccionado las cuatro principales corrientes estilísticas que marcarían al sector para la próxima temporada: la galáctica «Photon Blue», la étnica «Island Fluor», la transgresora «Office Cream» y la clásica «Focus Brown».
Se ha producido un cambio importante en la identidad de los expositores. Los que habitualmente componían el elenco ferial de la Textilhogar histórica eran casi en su totalidad firmas industriales (es decir, fabricantes productores de tejido, la mayoría con una trayectoria histórica en la elaboración de sábanas, mantas, toallas, visillos, cortinas, alfombras…, a veces secular), mientras que ahora muchos de ellos son diseñadores de textiles –en ese sentido, auténticos creadores– que encomiendan la producción a talleres externos. A veces, incluso la creación misma es de estos talleres; es decir, el expositor es sólo un vendedor.
Básicamente hay, en el conjunto, una cartera de marcas españolas (aunque ya no pertenezcan a las casas históricas), que son las que venden. Sin embargo, figuran también algunos expositores portugueses, que ya compartían tradicionalmente esta plataforma con firmas españolas en la Feria de Valencia, y quieren mantenerla.
Habiendo registrado en 2015 un total de 1.800 compradores, pertenecientes a los principales canales profesionales del sector (tiendas, grupos de compra, fabricantes de muebles tapizados, decoradores, prescriptores e interioristas), estaba ya asegurada para su auditorio de este año la peculiaridad de un mercado sumamente atento a la diversidad más avanzada.
Aún fue posible añadir la coordinación, facilitada por la patronal Ateval, de unos 70 profesionales internacionales con gran poder de compra procedentes de 29 mercados clave (entre ellos Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, Rusia, Marruecos, Alemania y Japón). Según las estadísticas del Icex, el sector había incrementado sus exportaciones en un 10% en el primer semestre de 2016, hasta alcanzar los 597 millones de euros, y había ampliado mercados.
En opinión de Leila Bachetarzi, directora del área de internacionalización de Ateval, en el certamen se evidenció su capacidad de movilizar las relaciones externas de un sector tradicionalmente exportador como es este, y re-dinamizar su función en el mercado.
Al mediodía de la última jornada se habían superado los 2.000 compradores profesionales, tanto nacionales como internacionales, procedentes de una treintena de países, rebasando la cifra del año anterior. La sensación de plenitud en el espacio expositor era satisfactoria, en parte porque, como se trataba de un área ferial pequeña, se llenaba fácilmente.
El director del certamen, Máximo Solaz, resaltó cómo se había puesto de relieve la capacidad de llamada que conserva el textil de hogar español, para generar impulsos en el mercado.
La intención última sería recuperar un salón ibérico de textiles de hogar en el sentido y plenitud que tuvo en el pasado, superando ese punto de vista actual según el cual parece como si para toda Europa sólo existiera Heimtextil. Se trataría, pues, de resucitar lo que durante muchos años fue Textilhogar (gran foco de animación ciertamente, y de alguna manera escaparate privilegiado de la producción latina en cuanto a confort doméstico), aunque ahora sea en un escenario madrileño.
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[Publicado en TEXTIL EXPRES REVISTA 227 - Octubre 2016 ].
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