Gobernantes de la autonomía visitaron el salón de Fráncfort, en compañía de los cargos de la patronal Ateval.
HEIMTEXTIL 2017
El consejero de Economía e Industria de la Generalidad Valenciana, Rafael Climent, y el presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, visitaron este año (en días diferentes) la feria de textiles para el hogar y la casa Heimtextil, celebrada a comienzos de enero en Fráncfort, Alemania. A diferencia del ejemplo portugués que se menciona en otro lugar de esta crónica, no hubo un ministro estatal, pero ya es un éxito que se desplazase un «conseller» de la autonomía valenciana, cosa que ocurría por vez primera (a nivel de director general ya había experiencia anterior).
Lo cierto es que el peso de la comunidad valenciana es impresionante en ese salón. De las 119 empresas españolas que exponían esta vez (según la nota de la feria, aunque la patronal valenciana lo dejaba en 117), más de 70 eran de Valencia. De ahí que el sector textil haya dejado desde siempre en manos de la patronal del sector en la comunidad, Ateval, la gestión de la promoción exterior de los textiles para el hogar, y que su presidente y directivos ejerciesen este año también de anfitriones para las autoridades.
«Es cierto que hemos notado un fuerte interés por parte de la Generalitat, que se ha traducido en la visita del conseller, y es que el actual ejecutivo autonómico quiere impulsar la reindustrialización, y está claro que el textil tiene vocación de seguir siendo un motor industrial», dice León Grau, presidente de Ateval. «Los dos políticos que nos han visitado —añade Josep Serna, secretario general de la asociación— vienen además de las comarcas de l’Alcoià y del Comtat, y conocen la industria, han crecido con ella, y tienen una cercanía personal que para nosotros es importante».
Los textiles para el hogar, especialmente arraigados en Valencia, están viviendo un renacimiento. Se ha sufrido mucho, han cerrado empresas, pero el empresario sobreviviente ha sabido adaptarse a un nuevo modelo económico. «Se está invirtiendo —dice León Grau—, y se ha modificado la gestión de manera que hoy en día muchas empresas son capaces de competir en precio con importaciones de países de bajo coste, pero entregando un producto de calidad. Por ejemplo, la maquinaria está trabajando a turnos para lograr costes marginales competitivos, aunque igualmente con una enorme capacidad de cambio para satisfacer nuevos pedidos. Y, también hay que decirlo, hemos logrado una estructura de plantillas mucho más flexible».
Serna matiza: la industria se ha vuelto muy competitiva para condiciones mucho más exigentes. China es todavía competitiva en grandes volúmenes y pedidos con antelación. Pero es incapaz de lograr los mismos precios que Valencia en suministros rápidos dentro de una gran variedad, orientados a personalización y moda cambiante. En cierto modo, la industria está asumiendo los costes logísticos de todo el sistema, para entregar el producto en plazos muy cortos respecto al momento de la petición de la orden.
¿Estamos hablando, entonces, de pequeños pedidos para comerciantes pequeños? No sólo —dice Felipe Javier Carrasco, secretario Técnico de Ateval—, porque hoy son muchos agentes del sistema los que funcionan así. De este modo, «el textil valenciano se ha vuelto competitivo frente a clientes que van desde Zara Home e Ikea hasta Desigual y muchos distribuidores online (ecommerce)».
[Publicado en TEXTIL EXPRES 229 - FEBRERO 2017 ].
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