Web Analytics

Era el 28 de mayo, en el Consulado de Italia en Madrid. Una sesión matinal y otra vespertina. En cada una, un programa de encuentros de negocios B2B. Por parte italiana, los representantes de doce firmas de alto nivel creativo de la industria del vestir de aquel país. Por parte española, una veintena de comerciantes de moda, interesados en ampliar su abanico de marcas.

El enunciado del encuentro decía «La excelencia del estilo napolitano». Se trataba de un programa elaborado por la Oficina en Madrid de la agencia ICE, ente público italiano destinado a fomentar la promoción en el exterior y la internacionalización de sus empresas. En este caso, de un grupo de firmas de vestir de alto nivel, esencialmente masculinas, acogidas al plan de apoyo a la exportación de las Regiones de Convergencia del Sur de Italia: Calabria, Campania, Puglia y Sicilia. En la práctica, las empresas participantes en el encuentro eran casi todas de la ciudad de Nápoles o su entorno, ámbito concordante con el lema de excelencia citado al comienzo de este párrafo.

El encuentro de negocios culminó en la noche del propio día 28, en la sede de la Embajada Italiana en Madrid, con recepción y cena. Durante la jornada, las sesiones de trabajo habían estado encabezadas por el presidente internacional del ICE, Ricardo Monti, y el director de la agencia del propio ICE en Madrid, Marco Verna, que es ya un hispanista converso y militante.

Hay que citar también, entre los interlocutores gubernamentales, a Cinzia Di Dio, responsable del Sector Moda en el ICE de Roma y, por tanto, vinculada a esta operación por el ámbito sectorial de aplicación, la moda, y no por razón de país.

Por cierto que Di Dio se encuentra ahora muy estimulada por el cambio de giro que el Gobierno italiano ha dado en la orientación sectorial de las ayudas, porque en áreas como la de la moda la respuesta que se obtiene es mucho más rápida que actuando sobre sectores pesados y de evolución lenta. Ella cree que son los sectores como la moda y el calzado, que representan el 50% del made in Italy, los que contribuirán con mayor agilidad a la recuperación del país.

 

Cuestión de oportunidad: España, mercado de ataque. Entre los mercados exteriores de la moda italiana que están manifestando actualmente síntomas de relanzamiento, el español es el único que ha registrado crecimientos concretos, ya, en los primeros meses de 2015, después de haber tenido una expansión del 17% en 2014 para la moda masculina en particular, que cifró 180 millones de euros. Por tanto, situar la oferta en Madrid, ahora, era una cuestión de oportunidad. Y una devolución de visita, puesto que el año pasado ya hubo un encuentro de este tipo en Nápoles.

El legado secular de las empresas italianas de moda masculina, y de las napolitanas en especial, es la pasión por la perfección artesana que se vive en sus talleres y que se transmite a lo largo de las generaciones.

Es una cualidad que sustenta una filosofía, y que en pocos lugares se entiende y se vive (y en definitiva se comparte) tan bien como en España. La sintonía entre ambos países en ciertos períodos de su historia, el estilo de vida mediterráneo, un gusto estético forjado por siglos de intercambio cultural y comercial, tienen que inducir, como no podía ser menos, una afinidad de gustos y un reflejo positivo en el comercio.

Tiene en cambio poca lógica el apoyo argumental de tipo estadístico que la documentación del ICE esgrimía: Italia es actualmente el quinto proveedor de moda masculina a España; la preceden, por este orden, China, Bangladesh, Turquía y Marruecos. El argumento, creando una escala ficticia de valores, no es bueno para Italia: estos cuatro son países-fábrica que trabajan en cierta medida para España, como para todo el mundo, por razón de coste, sin que ello implique ninguna jerarquía.

Más cercana a valores reales podría ser alguna de las estimaciones subsectoriales, por ejemplo la de que Italia es el primer proveedor de corbatas a España.

 

Calidad: tradición difusa en el ambiente, que todo el mundo respira. Se dice en los círculos íntimos del oficio que hubo en el mundo dos cunas de la sastrería: una inglesa en Savile Row (Londres), y otra italiana en Casalnuovo, un arrabal napolitano. De ahí se deriva la afirmación de que en el mundo sólo existen dos elegancias masculinas posibles: la del lord británico, o la del cavaliere italiano. Lo demás son imitaciones más o menos afortunadas.

La prestigiosa firma sartorial Brioni, que redondeó su fama vistiendo durante sucesivas encarnaciones cinematográficas al protagonista de James Bond, y que luego se integró en el grupo francés de industrias del lujo Kering, del que hoy forma parte (obviamente no estaba en el encuentro de Madrid), citaba años atrás como carta de nobleza la de su pertenencia a una de las dos cunas europeas de la sastrería, en este caso la de la Italia del sur.

Entre las empresas desplazadas ahora a Madrid (en algunos casos renacidas) podría atribuirse esa herencia, por ejemplo, Sartoria Formosa, continuadora de una tradición familiar de 60 años, cuyos sastres siguen yendo personalmente a tomar las medidas a clientes de Nueva York o de Pekín. Pero algunas son mucho más recientes.

En cuanto a la tradición de calidad y de estilo, para las que han sido refundadas en el último medio siglo ya no existe una continuidad personal. Pero la tradición histórica es tan fuerte en el entorno de la zona, que se respira de una manera espontánea y, de un día para otro, con las nuevas vocaciones renace como si se estuviera viviendo el ayer. El espíritu de Casalnuovo, el Savile Row de la Campania, permanece.

Por otra parte, se están haciendo intentos de reorganizar un sistema de formación profesional, con la colaboración de antiguos profesores de Bellas Artes, empresarios reciclados y herederos de los fundadores.

 

El doble sentido del Sur de Italia en la cadena de la moda. Las regiones del Sur italiano proporcionan una doble referencia de valor en el ciclo de producción de la moda. Por una parte, son la bolsa de reserva para las fluctuaciones de capacidad productiva en la industria del Norte; es decir, para los laneros del Piamonte o los sederos de Como. Por otra, tienen su propia cantera de producción de calidad, y era esta la que ofrecían en Madrid.

Las firmas participantes en el encuentro mostraban un producto de alta gama, combinando certeramente la avanzada tecnología y la confección manual. Son excelentes investigadores del tejido, sin alardes, con resultados muy agradecidos. El diseño es sencillo, tirando a clásico renovado, con un señorío infuso. Dicen que en este momento hay en Italia una corriente de retorno a los productos de la abuela: cosas muy cuidadas, recuperando el buen hacer.

Las empresas presentes en Madrid, de producto artesanal muy mimado, son generalmente pequeñas, y pocas de ellas tienen ya clientes directos en España. Es una relación que hay que cultivar, y que será fructífera allí y acá. No se trata de expositores habituales de salones como los Pitti, porque prefieren una comunicación más íntima.

Los doce protagonistas italianos de los encuentros B2B de mayo fueron, citados de una forma muy sintética:

Affinito SRL (Pietro Provenzale), de Casalnuovo di Napoli: camisas y accesorios para el hombre, para uso formal o casual, con productos muy innovadores.

Calpierre, SRL (Calzaturificio de Pascale), de Casandrino: calzado clásico masculino, luego extendido a femenino, y a complementos.

Confitex (Germano), de Salerno: pequeña empresa artesana de pantalones, luego extendida a empresa de excelencia para producciones muy cualificadas.

Gruppo Marmas SRL (Marzullo), de Serradarce di Campagna: corbatas y accesorios masculinos.

Incra, SRL (Calabrese), de Nápoles: como la anterior, corbatas y accesorios de moda masculina.

Macom, SAS, de Franco Boccalate & C (Posissipo Cashmere), de Arzano: camisas, batas, pijamas, íntimo masculino.

Massilapo, SRL (Massimo La Porta), de Nápoles: camisería de altísima selección.

Napolicrea (Tramontano), de Nápoles: accesorios para hombre y artículos de viaje.

Pelletteria Avenue (RussoPatrizia), de Nápoles: marroquinería y complementos.

Sartoria Avino Francesco SAS (Laboratorio Napolitano), de San Giuseppe Vesubiano: marroquinería.

Sartoria Formosa, SRL, de Nápoles: trajes, abrigos, impermeables, chaquetas, camisas.

To Be 212 (To Be Skins, Di Zarra Vicenza), de Solofra: confección en piel.


[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 219 — junio 2015 ].

 

 


[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 219 — junio 2015 ].


Cron Job Starts