Mayor internacionalidad... y un posible problema de «rebajas» en el comercio local.
Mucho frío en la primera jornada del Salon International de la Lingerie, en París. Y más que te entraba al ver a las muchachas de los stands en ropa interior, y a algunos muchachos en slip paseando por pasillos, cuando a uno no le apetecía quitarse el abrigo ni la bufanda ni dentro del palacio de exposición. Al final todo era cuestión de darle tiempo a calentar a la gran nave.
El primer día, notable afluencia de compradores a primera hora, con colas a la hora de registrarse. Después, todo relativamente tranquilo. La organización ya no publica cifras de asistencia, desde hace tres temporadas, lo que no suele ser un buen indicio: el difunto Bread & Butter de moda casual dejó de publicar datos cuando dejó de crecer; lo adornó con una retórica explicativa de por qué esa información había perdido relevancia (cosa que en parte es cierta, no cuenta tanto el número como la calidad), pero el fondo de la cuestión era otro.
En todo caso, el SIL celebrado del 23 al 25 de enero en París parece haber recuperado cierta vitalidad. Se afirma que el peso de los visitantes extranjeros sobre el total ha aumentado, del 60 al 64%, pero no se precisa si se debe a un crecimiento de compradores internacionales o a un descenso del público local, que, sin duda, se produjo, lo que algunos atribuyen al inicio de la segunda semana de rebajas, que habría tenido muy ocupados a los comerciantes de provincias (pero el SIL se ha celebrado en fechas similares a las de otros años, y no parece que ese deba ser un factor diferencial).
Los japoneses, que habían casi desaparecido tras los atentados de París ocurridos poco antes de la edición precedente, han regresado. Y Rusia, muy afectada por su crisis económica interna, ha vuelto a formar parte del paquete de los diez primeros países visitantes. Retroceso de los británicos... ¿anticipando el Brexit?
[Publicado en TEXTIL EXPRES 229 - FEBRERO 2017 ].
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