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En el salón Techtextil 2017, celebrado en Fráncfort (Alemania) del 9 al 12 de mayo, Lenzing presentó por primera vez una solución botánica para agricultura a partir de fibras de Lenzing.

TEXTIL EXPRES - REVISTA 232

Estamos acostumbrados a que la productora de fibras celulósicas Lenzing nos aporte información de desarrollos en múltiples áreas, desde la moda hasta los textiles de hogar, y asimismo en aplicaciones técnicas, basándose en las propiedades más conocidas de sus fibras. Lo que nos ha sorprendido en Techtextil 2017, este mes de mayo, es el uso de la fibra en «cordeles de ayuda» al crecimiento de productos agrícolas.

Ciertamente, aunque la gente de ciudad no caigamos en la cuenta, muchas plantas requieren de guías o soportes de crecimiento, que según la especia de que se trate se sustituyen por cordeles colgados. ¿Y de qué material? Pues muchos actualmente de plástico, pero esto supone un problema de generación de residuos no reciclables con cada cosecha.

Lenzing aporta una solución, no orientada al reciclado textil sino a la reutilización agrícola como compost (abono), con un rendimiento también económico. La productora lo explica del siguiente modo:

Evitar el plástico en agricultura: un asunto de importancia clave. El tema del plástico tiene una prioridad máxima en la agenda de la UE, particularmente en conexión con las medidas europeas referentes a la economía circular. Esto genera un punto de inicio central para optimizar el ciclo de vida de los plásticos y el reciclaje.

Otro motivo para las iniciativas en este campo es que el 80% de los residuos que contaminan nuestros mares son plásticos. La agricultura usa 6,5 millones de toneladas de productos plásticos cada año. Esto incluye películas agrícolas, películas de ensilaje, películas elásticas, redes. La mayoría de los plásticos que se usan en agricultura se desechan tras su uso.

Con su innovadora cifra lyocell de la marca Tencel, Lenzing ofrece una solución para evitar plásticos. Estas fibras, a partir de madera como materia prima natural, son particularmente adecuadas debido a su perfil de fibra. Y, si se usan, reducen el uso de plástico en la agricultura.

100% compostable. Las fibras Tencel son 100% biodegradables e incluso 100% compostables (es decir, que sirven para hacer abono). Cuando un material es compostable, el ciclo nutriente de materiales orgánicos bajo la influencia del oxígeno atmosférico e insectos descompone el material. Se libera dióxido de carbono ya que son minerales solubles al agua, que pueden usarse como fertilizantes. Un porcentaje de los productos intermedios creados durante la fase de descomposición se convierte en humus. La compostabilidad de las fibras Tencel ofrece una ventaja considerable y completamente natural para la agricultura.

Estabilidad óptima. La gran fuerza de las fibras Tencel permite reducir el uso de material, particularmente con cuerdas de soporte. Las cuerdas Tencel son mucho más finas que las cuerdas de algodón y presentan una fuerza mayor. La capacidad de carga de este tipo de cuerdas de soporte, que tiene que ser de hasta 80 kg en función del cultivo, está asegurada durante todo el período de crecimiento de la planta.

Pureza de las fibras Tencel. Las fibras Tencel son puras y no tienen contaminantes. Han sido probadas según los criterios de la UE para uso en contacto con alimentos y además pueden usarse en agricultura para productos comestibles sin problema.

Múltiples usos. «De momento, sólo unos cuantos productos, como cuerdas de soporte y no tejidos, están en uso. Sin embargo, las fibras Tencel tienen un gran potencial en agricultura. La humanidad afronta un problema de plásticos si consideramos que el plástico tarda 400 años en descomponerse», señala la responsable de Textiles Técnicos, Marina Crnoja-Cosic. «Cualquier reducción en el uso de plásticos ayuda a proteger el medio ambiente. En la agricultura en particular, deberían usarse materiales sostenibles. Esto es bueno tanto para los humanos como para el medio ambiente», prosigue. «Continuamos trabajando para establecer con firmeza las fibras Tencel en este campo. Las redes de mejillones ya se han probado y se están utilizando en el norte del mar Adriático. Esta innovación de Lenzing reduce la contaminación de nuestros mares», asegura Crnoja-Cosic.


  

Publicado en TEXTIL EXPRES - Revista Número 232

© 2017


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