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The Brandery
El nuevo alcalde de Barcelona, Xavier Trias (izda.),

y el anterior, Jordi Hereu (centro),

con Custo Dalmau (Custo Barcelona), el diseñador fiel a The Brandery.

 

 


  • ¿Es compatible una convocatoria a profesionales con una llamada al público general?
  • Custo Barcelona, único español importante presente, fue el gran ganador de la fórmula «dúplex».
  • Expositores y visitantes estabilizados, a un nivel de supervivencia.
  • En las conferencias, los temas humanísticos sustituyeron a los de gestión.
  • Blogueros: empiezan a dibujarse, a la baja, los límites de su perfil profesional.

Un mes antes de que el evento tuviera lugar, no estaba muy claro en qué consistiría. El resultado, en cualquier caso, fue sorprendente.

La Guía de Barcelona como ciudad de «Lifestyle & Trends» editada para el verano 2011 por el propio salón empezaba diciendo: «Cruce de vías, canales de expresión, conceptos y formas que se entrelazan. El punto de intersección de moda, arte, negocio, cultura. Todo se junta y se superpone para crear un lugar único, en el que hay que estar para ver qué está pasando, y sobre todo para sentir y vivir la moda, la creatividad y el movimiento». Bueno, pues de algo así se trataba. Barcelona era todo eso por aquellos días, y The Brandery se anunciaba como el «hotspot» urbano de esa Barcelona bulliciosa con la moda como pretexto.

Si, además, teníamos una feria, tanto mejor. En cualquier caso, un tipo de feria nada habitual. Sus responsables hablaban al final del evento de un salón profesional de moda reconvertido, como sin querer, en un festival de moda y música para el gran público. Con el éxito suficiente como para permitirles afirmar, en el comunicado de cierre, que la próxima edición (del 25 al 27 de enero de 2012) tampoco será exclusivamente para profesionales; que el éxito del ensayo, a su juicio, se ha consumado. Un ensayo realizado a trompicones, pero con fortuna a pesar de las circunstancias. Y, por tanto, para continuar.

 

El tránsito del antes al después. La edición número cinco de The Brandery, que se desarrollaría del 13 al 15 de julio de 2011 en el pabellón número 8 del Parque Ferial de Montjuic (sector Plaza de España), anunció a finales de junio lo que sería su nuevo perfil en una nota cuyo contenido pudimos recoger al cierre de nuestro número 195 (Suplemento de junio-julio) con el tiempo justo para que nuestros lectores pudieran conocer las innovaciones antes de que ocurrieran.

Estas innovaciones eran la aportación conceptual del nuevo director, Miquel Serrano, hasta entonces responsable de la promoción internacional a las órdenes del «inventor» del certamen, Pere Camprubí, al que acababa de relevar (sustitución que Fira de Barcelona no llegó a comunicar formalmente).

En lo esencial comprendían: creación de un nuevo espacio, denominado Brandtown, anexo al área profesional, pero abierto al gran público y con un horario prolongado hasta la media noche, y la provisión de determinados servicios ofrecidos a este fin: degustaciones, exposiciones, conciertos, desfiles, conferencias… en un área en la que las empresas que lo deseasen (como fueron Custo o Superdry) pudieran comunicar los valores de su enseña, no sólo a los visitantes profesionales propios de toda feria, sino a los consumidores potenciales con inquietudes sobre marcas y estilos.

A esto se le llamó, como experiencia común a todos los públicos, «vivir, ver y experimentar la moda a 360º». Expresión sensorial muy amplia y completa.

n Desarrollo y resultados. El salón reunió a 145 marcas, extranjeras en un 47% (de Italia el 18%, de Francia el 14%, de otros países el 15%), dimensión prácticamente igual a la de enero de 2011, que ya había marcado una ruptura de la trayectoria razonablemente ascendente de las convocatorias anteriores. Volvieron a estar ausentes todas las firmas españolas relevantes, excepto Custo, si bien se contó con la presencia de algunas internacionales notables como Esprit, Salsa Life, Nacked Ape, Zu Elements, Amy Gee y Freddy the Club.

Los promotores habían podido cerrar acuerdos, dentro del programa Hosted Brandery, para asegurar la presencia de grandes compradores internacionales. Acudieron representantes de 12 grandes cadenas de distribución de once países; entre ellas la alemana Peek& Cloppenburg, la rusa Bee Fashion o el comprador norteamericano de ropa femenina St. Marteen.

La pasarela de desfiles Brandery Cattwalk, que estrenaba una estructura arquitectónica circular, permitiendo la visualización de sus desfiles tanto desde la parte profesional como desde la del público «en abierto», puso en escena las colecciones de 45 firmas expositoras. Pero también la pasarela-espectáculo «Barcelona International Fashion Show» encadenando, por el canal de televisión internacional TV Moda, 60 «looks» de las colecciones de Stella McCartney, Vivienne Westwood, Blumarine, Iceberg, Alberta Ferretti, Moschino, Franke Morello, Roberto Cavalli y Parah.

Fue excepcional el caso de Custo Barcelona, que ofreció dos desfiles, el de la colección joven Custoline (que incluyó una oferta parcial de la línea Custo Jeans, y reunió a 700 personas) y el de la moda infantil Custo Growing, dándose —a la escala de este certamen— un baño de multitudes. La firma ofreció también una fiesta nocturna en la Mar Bella.

Los conciertos fueron organizados por el equipo del Festival Sónar, que ofreció también música en directo. En el capítulo de exposiciones destacó la de «Fashion & Sports». También había las propuestas de diseño de autor para aplicaciones de interiorismo. El concurso de escaparates animó varias de las zonas comerciales de la ciudad (e involucró a otras ciudades).

El número de visitantes profesionales fue cifrado en 15.500, dimensión estable respecto a la edición anterior. No se hizo una valoración de la audiencia de público general proporcionada por la nueva versión de una zona abierta (que en principio se había estimado que podría alcanzar las 30.000 personas, puesto que se había previsto una audiencia potencial conjunta de 45.000).

 

La feria y su entorno, a retazos. En el contexto ferial había también concursos. Por ejemplo, el New Talent Context. La joven diseñadora rumana Alina Erimia, estudiante del Istituto Europeo di Design de Barcelona, ganó el premio convocado entre jóvenes estudiantes de escuelas de diseño barcelonesas, con una sorprendente colección inspirada en la naturaleza. Presentó prendas realizadas con materiales insólitos. Y tanto: ¡340 escamas de piraña para decorar un vestido, cuya falda estaba realizada con cortezas de árbol!

La oficina comercial de Francia en España, Ubifrance, es una de las principales colaboradoras de The Brandery en la captación de expositores, pues para cada edición reúne un grupo. Esta vez aportaba once firmas. El jueves 14, día de la fiesta nacional francesa, organizó un desfile colectivo y una recepción.

Las conferencias fueron de nuevo un buen soporte del entramado ferial, pero el programa era esta vez más sencillo y etéreo. El escritor y cineasta Fernando Arrabal y el historiador Valentín Roma constituían una especie de lujo ornamental por la vía del humanismo. También los escritores Nuria Amat y Alfredo Taján, hablando de la estética del bien y del mal, o el catedrático Rafael Argullol con el retorno de la utopía. Respecto de la edición anterior, no hubo temas de gestión.

El tema de los blogs y de los blogueros (o «las», puesto que muy mayoritariamente se trata de mujeres) está encauzándose por sí mismo. Los /las protagonistas han encontrado ya el suelo resbaladizo de la vida real. Es difícil traducir las supuestas capacidades interpretativas, aun suponiendo que sean reales, en moneda cotizable en el mundo de las predicciones. Hay exceso de gurúes imaginarios, y una enorme trivialización del papel del informador.

Hay un aumento real del influjo del bloguero en el campo genérico de la predicción de moda, que no se corresponde con un aumento paralelo del éxito personal concreto de los diversos cultivadores del género.

El Corte Inglés tenía un stand con córners o showrooms de las marcas que operan en sus establecimientos, lo cual no es una mala idea promocional, de interés para ambas partes.


[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 196 septiembre — 2011 ].


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