Ha sido una larga y difícil travesía, pero ya se ven resultados, fruto de un cambio de prioridades.
La cadena de tiendas de moda de caballero El Ganso, que en su día tuvo una trayectoria muy prometedora, no logra beneficio de explotación desde 2015. Hubo una época en que abría a razón de una tienda por semana, pero la obsesión por alcanzar pronto un gran tamaño conllevaba riesgos. También se lanzó demasiado pronto a la aventura exterior, con aperturas en 14 países.
Hace tiempo ya que corrigió el rumbo y antepuso la rentabilidad al volumen. La pandemia no ayudó. Pero este año la empresa cree que logrará, por primer vez en ocho años, un beneficio operativo en torno a los cuatro millones de euros, e incluso un beneficio neto positivo, todavía no cuantificado. Con un crecimiento del 14% en las ventas, a perímetro comparable, la facturación se colocará en una horquilla de 67 a 69 millones de euros (fueron 58 millones en el año anterior). Sigue siendo menos que su récord histórico, que llegó a ser de más de 80 millones. Pero facturar más perdiendo dinero no tenía sentido.
Actualmente cuenta con 152 puntos de venta, de los que 60 son córneres en El Corte Inglés. Está expandiéndose de nuevo en el exterior, pero con prudencia. Francia es su segundo mercado en importancia. Vende bien en Méjico, ha llegado a un acuerdo con un socio para entrar en Colombia, y cree que el porvenir está en Iberoamérica.
El fundador es Clemente Cebrián, que comparte la propiedad con su familia.
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