Un informe fija la situación actual, en el marco del proyecto europeo Cre@ctive.
Los efectos de la pandemia se han sentido en la industria textil-confección. Su cifra de negocio se redujo en un 14,3%, según datos del Centro de Información Textil y Confección (Cityc) que se incluyen en un informe sectorial específico. La mayor parte de las empresas de estos sectores se adaptaron temporalmente a la demanda de nuevos productos fruto de la pandemia: un 70% de las empresas textiles españolas cambiaron parte de su producción destinada al mercado de la moda y la orientaron al mercado de la salud. En el caso de las medianas empresas, muchas invirtieron en maquinaria para nuevos productos como mascarillas. Para los autores del estudio, esta es la vertiente más positiva la coronacrisis: ha sacado a las empresas de su zona de confort y las ha llevado a nuevos mercados como el de los productos sanitarios. La parte negativa ha sido la pérdida de puestos de trabajo por la crisis sanitaria, aproximadamente un 6,6% desde marzo de 2020.
Así se recoge en un informe realizado en el marco del proyecto europeo Cre@ctive (financiado a través de la convocatoria Eni CBC Med), conjuntamente por el centro tecnológico Aitex (de Alcoy) y Modacc (clúster catalán de la moda), con la colaboración del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial, Ivace.
Los «sectores tradicionales del textil, cuero, calzado y confección» aportan un 2,8% del PIB de España, representan el 4,2% de la ocupación total y pagan más de 6.000 millones de euros en impuestos cada año. Además, suponen el 8,9% del total exportado... y atraen un 13% del total del turismo de compras mundial. Sin embargo, en los últimos diez años el número de empresas se ha reducido en un 12%, siendo mayoritariamente Pymes las protagonistas de los cierres.
También se revela que el sector del textil-confección de España «es relevante en un contexto europeo» (según una nota difundida al respecto) ya que representa el 12,6% del total de empresas del sector en Europa, el 9,2% del empleo y el 8,5% de la producción europea. Mientras que el del cuero-calzado representa un 8% de las empresas, el 7% de la producción y el 5,6% del empleo total del sector en toda Europa. El mayor número de empresas se localiza en Cataluña, la Comunidad Valenciana y Andalucía.
A partir de las encuestas realizadas a 300 empresas, el informe identifica debilidades y amenazas, fortalezas y oportunidades.
Entre las primeras: escasa inversión en nuevas tecnologías, activos e I+D, insuficiente reclutamiento y desarrollo del talento, elevado precio de materias primas y energía, y pocas concienciación por el medio ambiente. De todos los sectores estudiados, el cuero es el que tiene más interés en incorporar la innovación y las políticas medioambientales, mientras que el sector del calzado y confección tiene más en cuenta la creatividad.
Las fortalezas son el diseño, el reconocimiento a nivel internacional por sus marcas importantes, la artesanía de calidad y la colaboración público-privada entre empresas y organizaciones, a través de clúster empresariales o en la formación de los empleados.
Se han identificado oportunidades para la mejora competitiva: la capacitación y digitalización por la incorporación de las tecnologías propias de la industria 4.0, la omnicanalidad y la combinación con la artesanía; la cooperación dentro y fuera de la propia cadena de valor textil, o el impulso de una industria de proximidad basada en los principios de la nueva economía circular y los requerimientos medioambientales de la nueva regulación europea.
El proyecto europeo Cre@ctive, de tres años de duración, tiene como objetivo activar los sectores del textil, la confección, el calzado y el cuero del territorio mediterráneo a través de la creatividad. Desde el 2021 y hasta 2023 ayudará a las empresas a crecer a través de la innovación tecnológica, gerencial y operativa conectando estos sectores con las industrias creativas. Además de Aitex, Modacc y el Instituto Valenciano de Competitividad empresarial Ivace, Participan otros nueve socios de Italia, Túnez, Egipto, Palestina y Jordania.
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