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En materia de textil sostenible, el PSOE insta a seguir haciendo lo mismo que hasta ahora, y añade la necesidad de una conciencia social.
Hay iniciativas legislativas que parecen una estupidez. Es una palabra gruesa, pero a veces hay que llamar a las cosas por su nombre.
El Partido Socialista (PSOE) registró ayer una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados, que se debatirá en la Comisión de Derechos Sociales y Consumo. Su finalidad es «concienciar a la ciudadanía» sobre los efectos de la moda rápida sobre el medio ambiente. Es decir que tiene un propósito «educativo».
El Grupo Socialista explica en la misma que la industria textil es la segunda más contaminante del mundo, denuncia el impacto de la moda rápida sobre el medio ambiente (al basarse en grandes volúmenes de producción a bajo coste y a su vez grandes volúmenes de consumo que generan grandes volúmenes de desperdicios), recuerda que la CE presentó hace poco de más de dos años «una estrategia para que los textiles sean más duraderos, reparables, reutilizables y reciclables», y que el Gobierno de España contempló de forma prioritaria el textil en el PERTE de Economía Circular. Y a partir de ahí lo que propone es instar a seguir trabajando en pro de la transparencia y veracidad de la información que aportan las empresas del sector sobre la sostenibilidad de sus productos, a favorecer modelos de consumo responsables, y en concienciar y «empoderar» a los consumidores en la transición ecológica, así como en apoyar a las entidades de «economía social» implicadas en la gestión de textiles usados.
En definitiva, el PSOE se limita a intentar plasmar en un texto las iniciativas ya tomadas o en curso, alentar a que se siga en el mismo camino, y a proponer que se eduque a los ciudadanos. Más de lo mismo, y además sin rango de ley, por tanto sin capacidad ejecutiva. Aunque es de temer que sea un paso previo para alguna actuación legislativa complementaria.
De momento, un bonito brindis al sol. Claro que, visto el caos y los nervios que últimamente se están detectando en la UE en todo lo que afecta a los plazos normativos de las políticas sostenibles, quizá es mejor que no propongan nada más que esto.
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