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Oleadas de «phishing» a pymes, que invitan a «ser las primeras» en solicitar las ayudas.
En las últimas semanas han aparecido en los medios de información advertencias, a veces por parte de los cuerpos de policía y las agencias de seguridad, contra los fraudes que están cometiendo (o intentando) diversos especialistas en esto, aprovechando el período de confusión y de necesidad que la pandemia ha ocasionado. Muchas veces, los intentos se efectúan contra personas que se supone son más vulnerables, por edad o por condición. Pero, en las que se llevan a cabo por internet, comenzando con el gancho de un email, los destinatarios son de cualquier tipo. Los desaprensivos sencillamente hacen un ensayo, a ver quién cae. Y la desesperación económica obra todo lo demás, cuando no se toman las debidas precauciones.
Estos días hemos informado de las ayudas a empresas aprobadas por el Gobierno el 12 de marzo y publicadas en un Real Decreto-Ley. Ha habido dos clases de noticias: las del contenido del decreto, y las de las quejas de aquellos sectores que han quedado «olvidados» por el Gobierno, ya que las medidas no les son de aplicación.
Ahora podemos añadir otra clase de informaciones: las advertencias a incautos. (Y esto no es un calificativo ominoso, pues todos podemos caer en las trampas).
Han comenzado a circular ya emails de apariencia muy oficial en las que presuntos gabinetes de asesoría, u oficinas legales, o agencias de alguna naturaleza especificada, informan a los destinatarios en unos términos igualmente bien formulados sobre las «nuevas ayudas directas a autónomos y empresas para apoyar su solvencia y reducir su endeudamiento originado por la pandemia del Covid-19». Reproducen algunos términos del Decreto y añaden que, con el fin de que los destinatarios del email puedan acogerse a las mismas, conviene que se anticipen a otras empresas y sean «de las primeras» en solicitarlo. Y, a tal fin, invitan al receptor del email a contactar con la supuesta agencia o gabinete, y le faciliten sus datos, clicando en un enlace.
El consejo es el mismo que para cualquiera de estas invitaciones de «phishing» (suplantación de identidad): nunca rellene un formulario siguiendo una invitación indiscriminada por email. No responda al remitente ni clique en sus enlaces. Relaciónese solo con empresas a las que conoce, y hágalo desde su sitio oficial en internet, no a través de páginas interpuestas. En caso de duda, contacte telefónicamente, si es posible, pero hágalo siempre de forma directa, nunca clicando en enlaces ni tomando el número de un email de remite dudoso. Y esté atento a cualquier indicio sospechoso en las comunicaciones escritas. Ante la menor duda, ignore toda invitación.
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