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La tercera Guimarães Home Fashion Week aumentó notablemente el número de visitantes.

Para el sector español de la moda, tanto de hogar como de vestir, las páginas de Textil Exprés son un escenario informativo habitual, no sólo de la actividad propia sino también de la de sus colegas portugueses, ya que se la sigue con atención desde hace tiempo, sobre todo porque entre ambos sectores (el español y el lusitano) y sus respectivos mercados se ha ido forjando una comunidad de intereses que es cada vez más compartida (aunque quizá por el momento se evidencie más en el área del vestir que en la del hogar, pero también aquí dicha comunidad existe, como puede verse en otra pieza de este conjunto de artículos de Textil Exprés).

El escenario más habitual de la actualidad, a estos efectos de catalizador de informaciones, es la ciudad de Oporto. Allí está, por otra parte, el Parque de Exposiciones del Norte, Exponor, utilizable indistintamente como escenario de promoción por los diversos colectivos empresariales, incluidos los del textil cuando lo creen oportuno. Pero en esta ocasión vamos a situar el foco de la noticia en otra población, porque hay en el país vecino otro escenario, situado un poco más al norte (o al nordeste para ser más exactos), con su núcleo propio: Guimarães, en cuyo entorno se ha ido configurando desde hace décadas la producción más significativa de los textiles para el hogar, una vertiente de actividad muy específica, y ahora claramente expansiva, de la que esta ciudad es un verdadero epicentro.

En la historia de la nación portuguesa, el simbolismo de Guimarães es muy particular, pues se dice que allí nació precisamente Portugal como país, para seguir una evolución histórica independiente de la de otros territorios del conjunto ibérico. Portugal se definió entonces como una soberanía (cuyo primer monarca fue Afonso Henriques, nacido en el Palacio de los Duques de Braganza, de esta ciudad), y como tal tendría, en el nuevo teatro europeo de naciones, su propio desarrollo y su propia identidad.

En los tiempos modernos, y por lo que respecta a la economía, fue también en esa parte del país donde se produjo, al socaire de Inglaterra, la revolución industrial, con el surgimiento de la industria textil moderna (especialmente representativa en la vertiente algodonera), en la que se desarrollarían los especialistas del vestir y los del hogar a los que hemos aludido antes. En este período histórico ha habido un paralelismo muy notorio entre las economías británica y lusitana. Y, por lo que se refiere a la economía regional portuguesa, se definiría muy claramente lo que sería, ya hasta ahora, la región textil de «entre Minho e Douro», que sigue siendo muy característica.

En el textil portugués, los empresarios del sector de hogar han formado modernamente la Associação Home from Portugal, cuya responsable actual es María Alberta Canices, evidentemente independiente de sus colegas de textiles para vestir (cuya entidad asociativa radica en Oporto). Ahora los integrantes de la AHFM han organizado la Guimarães Home Fashion Week, una manifestación ferial muy peculiar, cuya tercera edición se acaba de celebrar los días 26 y 27 de junio de 2018, con el 28 y el 29 como jornadas libres para visitar las fábricas y redondear negociaciones, casi duplicando en esta ocasión el número de empresas inicialmente participantes.

Esta tercera semana de la moda de hogar se llevó a cabo en la Pousada de Santa Marinha da Costa, donde los expositores fueron 53 (el año anterior habían sido 32, por tanto dieron un salto importante), y no ocupaban los tradicionales stands de una feria de muestras, sino los cuartos o habitaciones de la posada misma que les daba nombre, exhibiendo los artículos correspondientes a su naturaleza (ropas de cama en los dormitorios, toallas en los cuartos de baño o mantelerías en los comedores).

Acudieron este año clientes de numerosos países, casi duplicando la cifra del año anterior; los había procedentes de grandes mercados como Estados Unidos, Japón, Rusia, Corea del Sur, Alemania y Brasil. La manifestación tuvo de nuevo entre sus patrocinadores al Banco de Santander (que ya lo había sido en la edición anterior), caso sin duda un poco singular, aunque más comprensible sabiendo que el citado Banco español es socio del Banco portugués Totta, uno de los más importantes del país; compartiendo ese apoyo con el prestado por la Cámara de Guimarâes y el de la entidad AICEP de promoción exterior.

En esta ocasión, muchos de estos compradores acudían ya por cuenta propia, de los cinco continentes, pero otros muchos eran todavía invitados por los organizadores; comprendiendo, entre unos y otros, una clientela de muy variada procedencia, de una treintena de países. Un estudio reciente dirigido por la consultora IndexBox, ha estimado que el mercado de la UE de ropa de cama (es decir, sólo una parcela del universo posible) supuso en 2016 un total de 495.000 toneladas de género, cifra al parecer relativamente estabilizada en el período más reciente, y a la que obviamente habría que añadir otros importantes sectores del abanico de producción y consumo, ya que el concepto de textiles de hogar es muy amplio y la ropa de cama es una de sus parcelas.

Aunque el ambiente de la actual presentación ferial era regio y daba un gran carácter al evento, algunos empresarios creen que quizá sería conveniente volver en el futuro próximo al recinto de exposiciones de Exponor y buscar una capacidad de convocatoria más amplia y funcional, aunque sea menos íntima. La accesibilidad a las fábricas, para los que deseen visitarlas, debería estar, en cualquier caso, garantizada.

Entre tanto, en otro artículo de este número se podrá ver otra selección de consideraciones recogidas sobre el terreno, en la posada de Guimarães y su entorno (es decir, en el propio ambiente ferial).

© TEXTIL EXPRES


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