Una industria que todavía fabrica, competitiva en calidad y servicio respecto a proveedores lejanos, y con precios ajustados. Orientada sobre todo a private labels, y con un reconocimiento internacional: los clientes presumen del «made in Portugal».
El textil de hogar portugués está en general satisfecho de los pasos dados por las empresas en los últimos años, que han permitido mantener una actividad industrial importante en el país, compactada pero resistente (hay cierta tendencia entre los empresarios lusos a compararse con un sector español que, en su opinión, prácticamente ha desaparecido desde un punto de vista productivo, convertido en un negocio de marcas que comercializan artículos de terceros).
Paulo Coelho, tercera generación de la familia propietaria de Lameirinho, afirma que «la posición que el 'made in Portugal’ ha conquistado en el mercado internacional se debe a los esfuerzos e inversiones realizados por las empresas portuguesas en los últimos años, con presencia en las ferias internacionales más importantes, visitas regulares a clientes internacionales, e inversión en recursos humanos calificados, para llevar al mercado un producto sobresaliente». Añade que «Portugal está en un buen momento como proveedor de referencia en el negocio del textil para el hogar, somos bien reconocidos por las marcas internacionales en cuanto a la calidad y el servicio que podemos facilitar. Tenemos décadas de know how y recursos humanos calificados».
Duarta Frutuoso, de la firma Fateba, indica que «los productores portugueses somos muy competitivos, en cumplimiento de plazos y calidad, principalmente en comparación con países asiáticos. Puede que seamos un poco más caros, y tenemos clientes que cambiaron a proveedores chinos e indios pero regresaron a Portugal, preocupados por las condiciones de trabajo en aquellos países, la obligación de hacer grandes pedidos, y la calidad del producto». Lamenta que en las nuevas generaciones no haya vocaciones de trabajo en el textil, por lo que hallar personal cualificado comienza a ser un desafío, pero de momento las necesidades están cubiertas. Más delicada es la escasez de proveedores de acabados en la región del Vale do Ave, lo que obliga a esforzarse más para cumplir los plazos de entrega, que constituyen uno de los puntos fuertes del textil de hogar portugués. «Pero pienso sobre todo que el reconocimiento del textil portugués es importante, y por ello muchos clientes utilizan la etiqueta 'made in Portugal’, porque prestigia al producto».
Cristina Campelos, directora de Márketing y Ventas de Mundotêxtil, afirma que «somos muy competitivos a nivel internacional porque tenemos, además de precio (que en esos momentos no está muy lejos de Turquía, nuestro principal competidor), algo más de calidad y un servicio muy rápido. No tanto en el mercado de Estados Unidos, donde influye el valor del dólar, y muchos clientes de allí se han pasado a proveedores de Turquía y Pakistán y no va a ser fácil recuperarlos, pero en Europa podemos servir mañana o pasado mañana en las tiendas de un cliente que haga un pedido hoy». Naturalmente, trabajando sobre stock. Ahora bien, esto seguramente despertará diferentes opiniones según las marcas. Así, por ejemplo, Lameirinho declara que su principal mercado es los EEUU, aunque venda en más de 35 países.
Maria Pacheco, de A.Ferreira e Filhos, señala que la imagen exterior de los textiles de hogar portugueses es muy buena, que el producto tiene buen precio y la calidad es asimismo excelente. Advierte que los precios competitivos se basan en que «practicamos salarios más bajos que en el resto de Europa», y eso constituye en riesgo; también lo será si los operarios se desencantan porque encuentren sectores alternativos que les paguen más: «si los trabajadores se van, la formación del personal puede ser un problema».
Jose Luis Zamith, director comercial de Neiper Home, es partidario de evocar una historia larga y se remonta al Portugal anterior a la Revolución de Abril de 1974, cuando el país tenía las colonias africanas y su textil vivía de los mercados de Angola y Mozambique; al perderlas fue preciso reaccionar con rapidez y salir a vender, a los dos meses de la revolución, a todos los mercados del Norte de Europa. «Lo hicimos por necesidad y nos volvimos muy flexibles, y cuando vino la crisis textil de 1984-86 la industria portuguesa ya estaba regenerada». Después vino la crisis de la inundación china de los mercados, y ha resistido, aunque con sufrimiento: En la región del Ave, hace treinta años había más de 6.000 empresas textiles (no sólo de hogar) y de 350.000 trabajadores. Ahora me sorprendería si me dicen que hay más de 600 empresas. En toallas somos una docena».
Para el futuro, «la industria portuguesa tiene una ventaja: su mercado está muy diversificado por países. Muy pocas empresas dependen de un solo país para un 60-80% de su producción», dice Zamith. «En nuestro caso, el mercado principal no supera el 20%. Si ese mercado entra en crisis, me afecta, pero no cierro el negocio».
Todas las empresas salen al exterior, no sólo con vendedores, agentes y toda clase de recursos comerciales, sino participando en ferias. Lameirinho expone en Heimtextil de Fráncfort, Alemania y, dos veces al año, en la Market Week de Nueva York. Neiper Home, en Heimtextil, Maison et Objet (París) y Market Week. En España participó en su día en Textilhogar de Valencia, y en Intergift de Madrid, pero ya no lo hace. Desde su visión histórica nos recuerda que Coelima fue el primer portugués en acudir a Heimtextil hace 29 años, y que hoy son más de 80 las empresas de Portugal que participan. A. Ferreira e Filhos expone regularmente en Heimtextil con private label, ocasionalmente en Maison et Objet, y en la Market Week de Nueva York. Además de textiles de hogar (mantas, alfombras) tiene una línea de vestuario, adulto e infantil, y por ello toma parte también en Fimi de Madrid y en Pitti de Florencia. Mundotêxtil sólo expone en la Heimtextil de Fráncfort, aunque hace años participó en Textilhogar cuando estaba en Valencia. Fateva lleva más de 26 años exponiendo en Heimtextil; a Maison et Objet va algunas ediciones; y el próximo año se estrenará por vez primera en Colombia, porque quiere ganar cuota en Suramérica.
Todos ellos exponen además en la Semana de Guimarães de la que se informa en los artículos precedentes de este número de Textil Exprés.
En general, las empresas trabajan mucho para terceros en régimen de OEM, aunque alguno opina que producir para una primera marca de un cliente no es exactamente hacer un OEM, sino fabricar una primera marca por cuenta del propietario de la misma. A veces las marcas clientes ni siquiera desarrollan el producto sino que compran exclusivas de zona para artículos de colección. Aparte de eso, algunos fabricantes tienen marcas propias, con las que venden una parte de su trabajo a detallistas. Ojo, el marquismo se practica tanto para clientes que son o fueron antiguamente industriales, como para grandes cadenas de distribución que operan con sus private labels.
Lameirinho fabrica lencería de cama (sábanas, duvets, fundas de almohadón) y de mesa (mantelería). «Internacionalmente vendemos para marcas muy conocidas del negocio retail, grandes almacenes, empresas de venta online, marketplaces online, y sector contract».
Fateba produce textiles para la mesa (manteles) y para la cocina (paños, delantales), la mayoría para private labels de clientes como El Corte Inglés, Zara Home, Galerías Lafayette o Willian Sonoma; no con Ikea porque esta sólo hace pedidos muy grandes a muy bajo precio.
Mundotêxtil fabrica 500 toneladas al mes de textiles de rizo, y vende para los mayores grandes almacenes del mundo, hipermercados (Carrefour, Auchan) y grandes minoristas como Desigual. Con Zara Home no trabaja porque esta tiene una buena relación con otro competidor portugués.
A. Ferreira e Filhos, que ya hemos dicho que trabaja textiles de hogar y vestuario, en la primera línea sólo hace private label. Su especialidad es el género de punto, que también está aplicando la producción de textiles técnicos muy especializados.
Neiper Home, especialista en toallas, afirma que Ikea ya no compra nada en Portugal porque pide artículo de gama media-baja, a precios y calidades que Portugal ya no ofrece. La empresa vende a Zara Home, El Corte Inglés, Lafayette, Debenhams, John Lewis, y también a líneas premium de Alcampo y la línea estándar principal de Eroski. Asimismo fabrica para marcas de diseñador como Agatha Ruiz de la Prada o Tommy Hilfiger.
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