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Un crecimiento de visitas inesperado en PV. - Leve y sorprendente retroceso de Modamont.
- Septiembre se desarrolló in crescendo, y explosionó en PV.
- Première Vision recuperó el nivel de expositores pre-crisis.
- Mucha actividad, pero sin la prisa para cerrar pedidos de los meses del algodón caro.
- Proliferan los ensayos de escenificación de producto en stand.
Había por un lado el desafío, o más bien la molestia, planteada por la inmediatez del salón mundial de la maquinaria textil (Itma) en Barcelona, que comenzaba el 22 de septiembre y tenía un prólogo en el World Textile Summit el día 21, el cual a su vez coronaba el encuentro mundial de la ITMF (Federación Mundial de Fabricantes Textiles), por lo que hubo algunos directivos de tejeduría que no acudieron a Première Vision Pluriel (20 al 22 de septiembre en el parque de Exposiciones París Norte), pero sus equipos comerciales, obviamente, sí lo hicieron, y con ello era suficiente. Por tanto se trató sólo de un pequeño un incordio para algunos expositores, pero a los visitantes eso no les afectaba. Aunque la Itma tuviese también una breve sección de equipos para la industria del vestir, el hecho de que se prolongase hasta el día 29 daba un calendario holgado para visitar ambas convocatorias.
El panorama económico constituía, por el contrario, un reto más serio. Las noticias de agosto en ese terreno fueron alarmantes. Nos advirtieron del posible cierre en falso de la primera crisis del crédito, de una mala solución del problema de las deudas soberanas en Europa, y de un retraso en el despegue de la economía de los EE.UU. Y particularmente en Francia los medios especializados desplegaron titulares catastrofistas. El resultado de todo eso, sumado a un muy tibio despegue de la temporada en la primera feria de tejidos del calendario (Munich Fabric Start), rebajaron fuertemente las expectativas.
Sin embargo, septiembre se desarrolló in crescendo. Milano Unica, con resultado variado según expositores, fue en conjunto una buena experiencia tal como puede verse en las páginas precedentes de este número de Textil Exprés. Y finalmente Première Vision fue casi explosivo.
Algunos expositores mostraban entusiasmo desmedido. La nota de balance oficial recogía dos declaraciones de responsables de firmas que hablaban de aire vibrante de energía positiva, una atmósfera euforizante, y dos días locos-locos, martes y miércoles, mientras que el día final, jueves, estuvimos ocupados hasta las cinco, cuando sabido es que en la última jornada mucha gente se cruza de brazos o comienza a empacar a mediodía.
Del primer día podemos afirmar, a fe de cronista, que fue una jornada excelente. Tampoco hay que exagerar: no superó a los mejores tiempos, pero desde luego se acercó bastante.
Ya el número de expositores, que recuperó los niveles de antes de la crisis de 2008/09 (con 714 firmas en Première Vision y 43 en la sección de hilados y fibras Expofil), apuntaba a un regreso de la confianza empresarial... o quizá a la constatación de que, no habiendo remedio a la crisis de mercado en las economías «desarrolladas» país por país, la única salida es lanzarse con mayor ahínco al mercado internacional. Por necesidad o por convicción, se sale a vender.
Sin embargo, es cierto que nadie imaginaba una respuesta del mercado tan potente. Première Vision anotó 46.222 visitas, con un crecimiento del 10% sobre la edición comparable (septiembre de 2010), e igualmente creció un 2,4% sobre febrero de este año, en que ya había comenzado a notarse una reactivación en los pedidos del textil mundial.
Ese incremento fue más o menos homogéneo, pero algunos países sobresalieron. Es el caso de la propia Francia, que aumentó en línea con el total, creciendo en un 10,2% sobre edición comparable, después de haber conocido años de contención o incluso descenso; y de forma muy llamativa las economías emergentes, tales como Brasil (+37%) y China (+34,6%). Como esta última partía de una base más amplia que Brasil, ha logrado colocarse en el bloque de los diez primeros países visitantes... y lo hace directamente en séptima posición, justo por debajo de España y Estados Unidos.
Algo importante es el hecho, constatado por los expositores, de que los visitantes chinos venían con claro ánimo comprador. Ya no son sólo expertos en plagio, sino también refinados adquirentes de materias europeas innovadoras (por construcción o por diseño), para una industria confeccionista enfocada a las clases medio-altas del país, que muestran un claro gusto occidental en sus pautas de consumo.
Los cuatro primeros países visitantes son Francia, Reino Unido, Italia y Alemania. Entre los crecimientos destacados no se menciona a nuestro país ni a Portugal; aunque se oía hablar español y catalán, es posible que el confeccionista de nuestro país permanezca algo más cauto, dada la ausencia de tono en el mercado interno. De los EE.UU. se apunta un fuerte movimiento de retorno a un salón del que se había alejado en los tiempos de crisis, aumentando esta vez las visitas en un 19% hasta más de 2.000 entradas. Sureste Asiático progresó más de un 15%, y Japón, a pesar de la destructiva suma de terremoto, tsunami y crisis nuclear, logró mantenerse con un leve crecimiento del 0,4%. Dentro de Europa, a destacar el incremento de visitantes de Italia (+11,6%), Holanda, Reino Unido y Finlancia, todos ellos por encima del 7%.
En cuanto al clima de negocios, fue realmente bueno. El público no acudió sólo a curiosear, sino con voluntad de trabajo. A diferencia de las dos últimas ediciones, y particularmente la de febrero, sin embargo, esta vez se cerraron pocas compras en firme. Se ha vuelto a la práctica habitual de tomar muestras para preparar colecciones, que es lo que predomina desde hace ya un buen tiempo. Por ello, la impresión de excelente venta que quedó a la salida de PV quedó pendiente de lo que los confeccionistas resuelvan estas semanas, mientras que en las dos ediciones anteriores se apresuraban a cerrar pedidos a fin de asegurarse tanto el aprovisionamiento como el precio, en plena locura de carestía de fibras. Hoy en día, el algodón todavía está caro, pero su precio ha disminuido de forma drástica desde el pasado invierno, y eso ha hecho pillarse los dedos a más de uno que calculó mal la fecha de aprovisionarse, por lo que se cargó de producto a precio elevado justo en vísperas de la resaca. Hay que decir que es un fenómeno simétrico de lo ocurrido antes, durante el período de alza de precios en el que más de uno obtuvo plusvalías especulativas.
En un orden de cosas diferente, pueden reseñarse diversos puntos de interés en Première Vision.
Por un lado, la confirmación de la tendencia expositiva ya señalada en otras ocasiones por Textil Exprés: si en el nacimiento, ya lejano, de PV, el criterio era de una sobria uniformidad de los stands, que uno podría asimilar a la vieja frase de que el buen paño en el arca se vende, hace ya tiempo que los expositores comenzaron a darle al producto la máxima visibilidad posible, y que los stands evolucionaron para permitir una discreta aireación al muestrario. Aunque los stands siguen siendo estándar y no se permite abrir una carrera hacia la singularidad (que pudiera desembocar en excesos de ferias antiguas, cuando los stands salían carísimos por competir en ostentación), se aprovecha la opción de la vitrina o ventana para mostrar el artículo, y en el interior las firmas se esmeran en escenificaciones propias, que van desde la sencilla envoltura del mástil de la lámpara en tejido enrollado, de Albert Guegain (bordados), a las vitrinas con prenda confeccionada en telas del expositor, quizá con el máximo ejemplo de longitud de escaparate en el grupo Textil Dimas, con prenda de manga. Son muchos ya los stands que presentan indumentaria, a fin de darles a los clientes ideas sobre lo que es posible hacer con sus tejidos. Y vemos a Savyon con una muchacha paseando en vestido de género de punto naranja, de puertas afuera (en el pasillo), en lo que pronto podría crear un equivalente a lo que se observa en las ferias de ropa de novia, por cuyas avenidas circulan siempre parejas de maniquíes de blanco hasta el suelo y arrastrando la cola del vestido por la moqueta.
A destacar también de PV, la novedad de la zona «Maison d’Exceptions», un espacio de artesanía y acabados excepcionales, orientado a poner en relación a la industria del lujo y las marcas de altísima gama con el conocimiento de los talleres de artesanía más diestros en cada especialidad.
Y la concesión de los PV Awards de este año, que ya van por su tercera edición y que se entregan en la convocatoria de otoño. Concedidos esta vez a la firma italiana Euromaglia (Grand Jury Prize), a la japonesa Toray (Handle Prize), al bordador italiano Federico Aspesi (Innovation Prize), y a los suizos Forster Willi / Forster Rohner (Immagination Prize).
Bajo el paraguas de Première Vision: Modamont, Zoom by Fatex e Indigo. El salón Indigo en su «edición moda» (puesto que tiene otras versiones, p.e. para textiles de hogar), especializado en diseños para estampación, anotó un alza del 17% en el número de visitas, sobre septiembre de 2010, que es también la primera comparable puesto que fue entonces cuando se adoptó la duración de tres días actualmente en vigor.
Al igual que en Première Vision, China más Hong Kong han protagonizado un fuerte empuje dentro del capítulo de visitas, con 728, y arrojan un crecimiento del 36. Éstos no son compradores de tejido europeo, como se reseñaba antes al hablar de Première Vision, sino de diseños innovadores para incorporar, probablemente, a tejido asiático. Por otro lado, fuertes crecimientos también de visitas de Brasil, Turquía, India, Canadá y Estados Unidos, aunque donde sigue teniendo mayor eco el certamen es en Francia. Reino Unido, Italia y Alemania. De nuevo se otorgaron los premios Texprint, asociación con la que hay una alianza establecida desde hace quince años.
El salón de accesorios y fornituras Modamont aumentó su número de expositores internacionales en un 6,6%, hasta una cifra de 289. Hubo 26 nuevas incorporaciones, entre las que figuraba la del español Out-Stock Belts, que diseña cinturones en Montcada i Reixac (Barcelona) y encarga su producción a China.
El total de visitas, en cambio, disminuyó levemente, quedándose en 21.168 (medio millar menos que en septiembre de 2010), lo que resultó sorprendente, ya que las entradas de Première Vision crecieron de forma notable (como antes se ha dicho), y Modamont viene de una historia de asombrosos crecimientos de público incluso cuando el de Première Vision se contraía. Aumentaron con fuerza los contingentes de compradores de Rusia (+56% = 267 compradores), India y Turquía (que ya supone 453 entradas al salón).
Zoom by Fatex, el salón de subcontratación para la industria confeccionista, que registraba un aumento del 20% en la superficie ocupada (y un 13% de nuevos expositores) anotó un incremento del 3,5% en las visitas, destacando como cinco primeros países interesados en su oferta el Reino Unido, Italia, Alemania, España y Bélgica, seguidos por Holanda y los EE.UU.
De nuestro país, entre las empresas visitantes puede nombrarse a Caramelo, Cortefiel, El Corte Inglés y el grupo Inditex, pero del conjunto de mercados emisores de órdenes cabe mencionar a marcas como Armand Thierry, Baby Dior, Bottega Veneta, Burton, C&A, Cacharel, Calvin Klein, Cerruti, Chlore, Christian Dior, Comptoir des Cotonniers, Devanlay, Emmanuel Ungaro, Escada, Etam, Façonnable, Furla, Giorgio Armanai, Gucci, Hackett, Harrods, Hermès, Hugo Boss, Jean Paul Gaultier, Kenzo, Lee Cooper, y es mejor pararse aquí, en la «L» del alfabeto, o llenaríamos demasiadas líneas.
Por parte de los expositores, aumentó la oferta de subcontratación de Francia y Portugal, lo que se vio como una interesante novedad para aprovisionamientos de cercanía. Una de las jornadas se dedicó a analizar el potencial de Madagascar como base para el «sourcing» europeo. La isla se considera a sí misma como un estadio intermedio entre la moda rápida euromediterránea y la producción masiva asiática.
[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 197 — octubre 2011 ].