Desde impresión 3D de pantallas protectoras, hasta personalización de mascarillas de tela.
La impresión digital tiene muchas vertientes, desde la documental (ofimática) y editorial (artes gráficas) hasta la impresión en 3D, que no reviste carácter gráfico sino de producción de objetos. Son técnicas diferentes dentro de un vasto mundo, y aplicaciones asimismo diversas.
Un especialista como Roland ha tenido protagonismo durante la pandemia, y recopilado casos de éxito destacables que han utilizado técnicas de impresión digital para ayudar a combatir la Covid-19.
Así, en abril informó de cómo Promakim, distribuidor autorizado de Roland, estaba utilizando los grabadores láser Roland LV-180 para fabricar mascarillas transparentes en condiciones higiénicas, destinadas a hospitales y a los profesionales del mundo de la salud que estaban en la primera línea de atención sanitaria.
En la primera fase de este trabajo llevado a cabo por Promakim, se utilizaron impresoras 3D de sobremesa tipo FDM para fabricar mascarillas con 3 piezas básicas. Con esta tecnología se logró alcanzar las 250-300 unidades al día.
En este caso, el proceso y la industria protagonistas no están relacionados con el sector textil, aunque sí con el sector de suministros al mercado clínico-hospitalario, o de otras actividades que, sin ser estrictamente de asistencia médica, requieren este tipo de protecciones, por ejemplo en la atención al público durante rebrotes de la enfermedad. Es un mercado al que sí que se dirige una parte del empresariado textil, especializado en artículos técnicos para la protección personal, que en ocasiones deben ampliar su oferta con artículos complementarios.
En un ámbito más estrictamente textil, es de destacar la producción de más de 40.000 mascarillas para adultos, 1.500 para niños, y 15.500 pantallas de protección, por el centro de formación profesional «Colegio Hogar» de Vigo, Pontevedra, con la característica de que desde un comienzo se pensaron como algo más que una pieza de seguridad y fueron concebidas como artículos de diseño. Y es que en la iniciativa han participado los profesores del departamento de Artes Gráficas, apoyándose a la última tecnología digital.
Todo comenzó cuando, a finales de marzo, «La Cocina Gráfica», que cuenta con un taller de impresión digital de referencia en España (con gran parte de su flota tecnológica de Roland DG), recibió la validación de seguridad pertinente tras haber sometido a examen su prototipo de mascarilla. A partir de ese momento, toda la maquinaria, personal voluntario y materiales se pusieron a disposición del trabajo para obtener el mayor número posible de este material. Se organizaron dos turnos diarios, integrados por docentes, personal de administración y servicios y exalumnos, cuyo ritmo de producción fue incrementando hasta llegar a la elaboración de casi las 200 mascarillas por hora.
Las mascarillas realizadas, que, como hemos dicho, fueron validadas para su uso sanitario, se entregaron a la Xunta de Galicia y redistribuyeron a servicios de emergencias, residencias de mayores, cuerpos de seguridad (policía local y nacional, y guardia civil) y asociaciones.
En el caso de las mascarillas para niños, se entregaron a entornos más desfavorecidos, así como asociaciones y colectivos que trabajan con niños. Estas se han personalizado con sublimación, utilizando la impresora de la Serie Texart de Roland, a partir de los más de cincuenta diseños e ilustraciones diferentes de las costureras que colaboran con La Cocina Gráfica. El resultado es una gran variedad de mascarillas con diseños creativos y divertidos para los más pequeños.
La sublimación es una técnica ideal para la impresión de mascarillas, ya que el tejido sublimado es resistente al lavado y seguro para el contacto directo con la piel. Motivos por los que el 95% de la ropa deportiva se estampa con sublimación y el 100% de la ropa de poliéster para moda que compramos se estampa con sublimación.
Comparada con los procesos de impresión tradicionales, la sublimación presenta la ventaja de proporcionar unos tiempos de puesta a punto notablemente reducidos y, por ello, muestra una gran capacidad de adaptación y una gran flexibilidad. Resulta realmente sencillo crear piezas únicas, muestras o ediciones limitadas. Además, también puede imprimir variaciones de distintos colores o diseños completamente diferentes en la misma tirada. Ello permite personalizar muchos ejemplares de mascarillas, por ejemplo, o realizar distintos trabajos durante una tirada larga.
Además de contar con la colaboración de Roland DG, la iniciativa también ha tenido apoyo de otras empresas, tales como SignTronic, Siser, Framun Techno, Tajima, entre otras. Por otro lado, colaboran con la Asociación Teis Robotics y otros grupos de voluntarios de la zona, fabricando otros productos para uso sanitario como batas, buzos, etc.
Publicado en TEXTIL EXPRES - Revista Número 250 - Septiembre 2020
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