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Source it, punto de encuentro dedicado a subcontratación, en Texprocess.

Hoy en día, los compradores en busca de plantas de producción que ofrezcan un buen precio deben tener en cuenta mucho más que el precio y la capacidad de suministro; es crucial que los productores ofrezcan sostenibilidad y flexibilidad en todos los aspectos de la producción y en las condiciones de trabajo locales.

En la actualidad, los compradores, los jefes de producción y los técnicos de control de calidad trabajan a escala internacional tanto como antes a pesar de la digitalización. Esto se debe a que las exigencias de los consumidores en cuanto a precio, calidad y diseño son cada vez más estrictas. La subcontratación de la producción o «sourcing» debe satisfacer intereses en ocasiones contrapuestos, dado que cada empresa se centra en distintos aspectos.

Los que busquen nuevas plantas o incluso nuevos países de fabricación no pueden faltar a Source it en Texprocess 2013, del 10 al 13 de junio del próximo año.

 

En economía, la industria de la confección se considera un sector pionero en las regiones poco industrializadas: las máquinas de coser no requieren una gran inversión y no cuesta mucho aprender a manejarlas para realizar labores de costura sencillas. En las denominadas operaciones de perfeccionamiento pasivo, el cliente se encarga de la prefinanciación y de todos los preparativos; por ejemplo, facilita los textiles cortados a la medida adecuada, el hilo, los botones, las cremalleras, etc. El fabricante o subcontratado se ocupa únicamente de la costura.

El aumento de la competencia en labores de costura complejas, el aprovisionamiento local de materias primas, el patronaje independiente y el escalado de las tallas según las indicaciones de los clientes son los factores que incrementan los precios.

Los entendidos del sector hablan de «reimportación por perfeccionamiento pasivo» cuando se refieren a la compra de las prendas acabadas después de que el productor se haya encargado de todos los preparativos y haya asumido también todo el riesgo.

 

La filosofía del control integral de procesos. Todos aquellos que se hayan propuesto estudiar la trazabilidad hasta el origen de las materias primas —concretamente, las denominadas marcas verdes— tienen por delante un arduo trabajo y deben contar con los recursos económicos suficientes para llevar a cabo un control de este tipo. Este presupuesto puede contemplar el empleo de mano de obra propia, pero también de organismos externos de control, como la entidad suiza Öko-Tex (Zúrich), una de las más reconocidas en este segmento. Estos costes se repercuten en el precio del producto. En este contexto, no tiene la menor importancia si la producción se lleva a cabo en la propia empresa o se subcontrata.

Otra vía de control integral de procesos consiste en trabajar con plantas que cubran todas las etapas del procesamiento, desde la obtención de las materias primas textiles hasta la confección de las prendas. Algunas de estas empresas cuentan con centrales eléctricas propias que les suministran la electricidad, estaciones depuradoras propias para las aguas residuales y cadenas de establecimientos comerciales y parques de vehículos también propios. ¿Cuál es la ventaja? Además de poder controlar el proceso, se ahorran el margen de beneficio de los proveedores básicos, lo cual permite mantener bajos los precios de los productos finales.

La tercera vía para controlar los procesos internamente consiste en contar con participaciones, plantas propias en otros países o joint ventures locales con empresas extranjeras. Lo que está claro es que quien quiera calidad en el más estricto sentido de la palabra debe disponer de personal interno o externo que lleve a cabo un control.

 

En Europa, la dificultad está en la limitación de la capacidad. Por mucho que quisiéramos, no podríamos fabricar un gran volumen de ropa íntegramente en Europa, ni siquiera incluyendo la Europa del Este ni los países de EMEA (Europa, Medio Oriente, África) a orillas del Mediterráneo. En palabras del experto Wolfgang Weis, de Weis Consulting: «Cada vez que una empresa se ve obligada a cambiar de sector en la UE o en la Europa del Este, la industria de la confección sufre una pérdida. Las plantas en la Europa del Este trabajan al 90% de su capacidad y no encuentran mano de obra nueva». Según estimaciones de los expertos, en la UE alrededor de un millón de personas trabajan en el sector de la confección (fuente: Eurostat, 2011), mientras que en el Lejano Oriente esta cifra alcanza los cinco millones de trabajadores.

 

El coste de la mano de obra no es el único factor determinante. En China, el coste de la mano de obra está aumentando porque los trabajadores cualificados empiezan a escasear debido al aumento de la producción para el mercado nacional. Esto obliga a los compradores a continuar su viaje hacia países vecinos como Bangladesh, la India, Vietnam e Indonesia, pero también hacia la República Dominicana y Jamaica, donde todavía queda mano de obra desocupada.

Al margen del coste de la mano de obra por minuto, es importante que el país pueda ofrecer una atractiva variedad de textiles y accesorios, garantizar el suministro estable de electricidad y telecomunicaciones, y contar con una infraestructura adecuada para el transporte. Un comprador de una gran casa comercial europea que adquiere productos acabados se pregunta: «¿De qué me sirve que la mano de obra sea barata si el país carece de oferta textil?». En su opinión, pueden producirse prendas de moda actual y pasajera a partir de textiles turcos sin complicaciones en el sudeste de Europa; en cambio, hacerlo con textiles procedentes de la Europa occidental no es tan sencillo porque son demasiado caros.

La ventaja de producir en el sudeste de Europa es que está cerca de la UE, pero la variedad de materias primas es muy limitada, y lo mismo se puede decir del norte de África, de América Central y América del Sur.

Sin embargo, también hay empresas que apuestan por estas regiones: aquéllas en cuyo caso la reducida variedad de materias primas es suficiente y adecuada para producir su gama de productos.

Weis cree que las perspectivas de crecimiento son alentadoras en la República Dominicana y Jamaica, donde se producen ya pantalones para marcas conocidas de moda de caballero, y afirma que «la industria de la confección puede crecer en cualquier lugar, siempre que las plantas de producción se encuentren a poca distancia de los puertos».

No se debe olvidar que los convenios comerciales entre la UE y los distintos países productores también aportan su granito de arena. La negociación de estos convenios suele ser larga y está sujeta a los más diversos intereses que, en ocasiones, pueden incluso cambiar durante el proceso, según informa la asociación europea del sector, Euratex (Bruselas). En cualquier caso, se impone una tendencia clara: a los compradores cada vez les preocupan más los riesgos, por lo que están apostando por adquirir los productos acabados y traspasar así el riesgo a los productores.

 

Plantas de producción alternativas en Source it. En Texprocess 2013, los responsables de la subcontratación en el sector de la confección encontrarán información sobre plantas de fabricación alternativas y los respectivos países en que están ubicadas. El área de exposición Source it de la feria de referencia internacional de procesamiento de textiles y otros materiales flexibles ocupará el pabellón 5.0 del recinto ferial de Messe Frankfurt, del 10 al 13 de junio del 2013.

En la edición de Texprocess del 2011 participaron 65 empresas de producción subcontratada de 19 países. En total, en el 2011 expusieron 326 empresas de 40 países. La feria líder mundial atrajo a alrededor de 10.500 visitantes especializados, más de la mitad de fuera de Alemania. Otros 6.500 visitantes se acercaron también a ella procedentes de Techtextil, la feria especializada internacional de textiles técnicos y materiales no tejidos, que se celebra en paralelo.

 

[Informe preliminar de Texprocess, extracto].


[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 204 — diciembre 2012 ].


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