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Fimi
Larrana.

Siguiendo en unos pocos días, como de costumbre, al salón florentino Pitti Bimbo, Valencia desplegó su Feria Internacional de Moda Infantil y Juvenil, Fimi, del 25 al 27 de enero, en su edición número 76. Suele ocurrir que en las ediciones de invierno, de un certamen que es semestral, las fechas coincidan con las del Salón Internacional de Puericultura y Artículos para la Infancia, que con el tiempo ha venido a llamarse Cero a Cuatro, Feria Internacional del Bebé, que es de frecuencia anual y que este año tenía su edición número 25 exactamente superpuesta a Fimi, en los niveles 2 y 3 del pabellón 6. Parecían dos sectores gemelos de un mismo evento. Y la intención a corto plazo es, ciertamente, la de fusionarlos en la práctica. Enfocados ambos al público infantil, sus respectivos sectores se han contraído, por más que ambos se sigan declarando importantes.

La integración total, por empatía, se producirá en enero de 2014. Lo de ahora era un ensayo. Al cosmos resultante, Fimi+Cero a Cuatro, se le denominará, ya desde ahora, «el gran universo de la infancia». Nada pensado para el mundo infantil estará ausente; al menos esa es la intención. Esta vez, comparecían más de 400 firmas y marcas, cómputo de los organizadores, en 22.200 metros cuadrados de superficie de exposición.

El conjunto de nombres en catálogo daba 138 referencias de moda infantil y 18 revistas en Fimi, y un total de 77 referencias de equipamiento en Cero a Cuatro. Un conjunto de 233 expositores, según el informe ferial. Participaban ocho países extranjeros: Portugal, Inglaterra, Alemania, Francia, Estados Unidos, Holanda, Italia y Dinamarca. Se esperaba, de acuerdo con la promoción hecha, que llegaran compradores de 56 países.

Esta edición era el bautismo de fuego de la nueva directora de Fimi, Alicia Gimeno, designada en noviembre, formada en la cantera de servicios de la Feria de Valencia pero recién llegada a este nivel de responsabilidad, sucediendo a Rafael Cubel. Nuestros lectores tuvieron ya oportunidad de ver una primera entrevista con Alicia en el número de diciembre de Textil Exprés.

Fimi+Cero a Cuatro: una simbiosis, con muchas iniciativas. Todas buscando la máxima sintonía, la adecuada masa crítica (factor muy adecuado) y, en cualquier caso, el servicio al niño. Que es el símbolo de todo valor, un patrimonio, un tesoro (la Feria lo afirma).

 

La Fimi ampliada: una multiferia en acción. Los responsables de la feria hicieron un inventario de contenidos así: moda infantil, calzado, complementos, pequeña joyería, canastilla, mobiliario, pequeña puericultura, cosmética infantil, regalos y puericultura pesada. Si habláramos de pertrechos para una guerra, sería como enunciar desde la flecha hasta el cañón. En ese catálogo, la moda sólo era un capítulo… pero lo sobrevolaba todo. La Fimi de antes, la de ahora, la que pueda haber en el futuro, sólo eran, son y serán entendibles con la moda en el corazón.

En el preámbulo de todo, una vez más (la tercera), Nuditos, un proyecto que crece edición tras edición, tanto en el número de escuelas y estudios participantes como en creatividad. Esta vez acudieron más de un centenar de proyectos, procedentes de todo el territorio nacional (e incluso portugueses), de moda, complementos, joyería, calzado, estampación textil, diseño gráfico, mobiliario y elementos decorativos. Y por primera vez tuvieron una pasarela propia para poder presentar sus proyectos al público profesional.

Una vez más tuvo Fimi en su edición 76 la ya consagrada exposición de calzado español, por supuesto para niños, concebida como un homenaje al calzado nacional, con la participación de los creadores punteros de la especialidad, de 39 marcas.

La filosofía del «hágalo usted mismo», do-it-yourself, ha encontrado esta vez un espacio para expresarse en la feria valenciana del niño, en el Pop Up Market, que acogía a todas las cosas bonitas, de autoría artesanal, procedentes de todas partes, comprendiendo bisutería, complementos, decoración o algo de espíritu tan infantil como los juegos.

Volvió a montarse el viernes, en el Jardín de las Telas, el taller Moulage en el que las nuevas generaciones de estudiantes de diseño y creativos se dedicaban a crear moda en vivo y en directo, utilizando las piezas de tejido cedidas por los expositores.

En otro orden de cosas: por tercera vez hubo Fimi Moda Solidaria, una operación que cuenta con la coordinación voluntaria de Consuelo Vallejo y que le da a la Feria una nueva dimensión: la de prolongar su alcance hasta los niños necesitados de otras partes del mundo. Hasta 70 marcas expositoras o visitantes aportaron en la edición anterior 1.400 prendas de vestir, calzado y complementos; material que se hizo llegar a fundaciones o entidades asistenciales que ayudan a los pequeños que sufren carencias en países en vías de desarrollo.

 

See Me: de nuevo, el área más excitante de Fimi. Por octava edición consecutiva, la feria presentó su sección See Me, espacio para que las empresas más jóvenes vayan estableciendo diálogo con las consagradas, dando lugar a una ósmosis de conocimientos. Empezar de cero aportando vanguardia, en un foro en el que otros han sentado ya la cátedra del tiempo. Los nuevos comparecientes eran esta vez 16.

Era una peculiaridad de esta edición la variante See Me Walking, que los propios organizadores traducen, en cuanto a la actitud, como «ver más allá, levantar la cabeza y descubrir hacia dónde vamos», y en cuanto al lugar, como el punto de encuentro para el intercambio de ideas.

Esta vez había dos protagonistas poco comunes, dos diseñadores ya consolidados en la profesión. Uno era Francis Montesinos, que ha combinado siempre con éxito tradición y modernidad en muy diversas variantes del diseño de moda, convirtiéndose en una figura emblemática del sector para Valencia y para España, y al cual Fimi ha encomendado ahora crear la imagen corporativa de la edición 77 del certamen, es decir, la de julio próximo (sucediendo a Elio Berhanyer, que hizo la imagen de enero/2013). Parece que Francis nos regalará la feria de aire más mediterráneo que hayamos visto nunca.

Por lo que se refiere a sus andanzas en moda infantil, el presentador recordó que una vez sacó Montesinos niños vestidos de negro, y no descartó, puesto en plan fantasioso, que en el futuro veamos a una niña de primera comunión con traje de bombero.

El otro, Fernando Lemoniez, con historial menos polifacético que Francis, pero bien conocido en moda femenina, con larga trayectoria en la Pasarela Cibeles (ahora Mercedes-Benz), de la que por cierto se ha dado de baja para la próxima edición, ha decidido ahora hacer una incursión por terreno desconocido, realizando su primera colección para niñas, bajo el título «las señoritas Lemoniez», que presentaba en este certamen. La propia feria calificó la colección de Lemoniez como «una de las grandes apuestas de esta edición», aunque la filosofía en la que el propio diseñador dijo haberse basado para definir su modelo de «señorita» (la niña que juega en casa a ponerse los zapatos y vestidos de mamá) podría prestarse a larga discusión: ¿es trasladable a la calle un juego/broma del comedor?

Estaba programado, por otra parte, que los dos diseñadores mantuvieran un coloquio con creadores recién salidos de los centros de formación, en el que el sociólogo y periodista Pedro Mansilla haría de moderador. En este tipo de torneos verbales Francis no da mucho juego, porque lo suyo no es hablar.

 

Fimi Fashion Show, breve pero bonito… y con un poco de sorpresa. En Fimi, la hora de los desfiles ha sido siempre entrañable. También esta vez, aunque con un programa más moderado, de acuerdo con la coyuntura. Hubo diez protagonistas: Barcarola, Bimbalina (colección comercial bonita), Bóboli (producto muy informal, llevable y gracioso, de colorido muy tentador para las niñas), Foque con Swarovski Elements (colección comercial de alta categoría, con buen producto), Jo & Jo, Lea Lelo & Susana Mazzarino, Larrana (producto romántico muy trabajado, presentado con mucho delicadeza), Oca-Loca y Rochy.

Por primera vez la Pasarela Fimi ofrecía una salida de niñas de talla 14, la de la firma Jo & Jo, haciéndose así eco, al parecer, de la demanda de una moda juvenil diferente por parte de las jóvenes de esa edad. No estaba mal, pero, a la vez, la imagen adolescente desbordaba un poco el espíritu habitual del salón.

Por cierto que cabe recordar aquí que el nombre completo de la feria era (y sigue siendo) «de Moda Infantil y Juvenil» (FIMIJ), expresión que no ha variado, aunque la J final se haya caído hace tiempo del anagrama.

 

Agatha, una presencia que siempre se agradece. Por otra parte, en esta ocasión, además del desfile general, hubo a media tarde del día 25 (es decir, en la jornada inaugural), un pase especial de Agatha Ruiz de la Prada. El lado infantil y juguetón de la inspiración de Agatha ha estado presente siempre en todas sus creaciones, incluso en las destinadas a los adultos, pero en las dirigidas a los niños es algo consustancial con su propia razón de ser.

Últimamente esta diseñadora ha estado muy vinculada a Fimi, hasta alcanzar un punto máximo de identidad en la edición número 75, de la que por una parte creó la imagen conmemorativa, y en la que por otro lado se le montó una exposición antológica de toda su obra.

 

Oh Soleil: la fuerza del bebé. Todo el salón tenía un aspecto muy dinámico y alegre, contrarrestando cierta disminución de partícipes y de metros. El nivel general del producto era bueno, de calidad y de imagen, y (a decir de los propios expositores) no por ello caro.

En el programa para la prensa hubo, entre otras presentaciones de colección en los stands, una que tenía algo especial, creada con mimo, con arrobo imaginativo: la de la marca canaria Oh Soleil. Tan emocionante como ver las prendas era escuchar a la autora: «Detrás de un bebé hay una tropa de fieles, amigos, abuelos…que se quitarán de otras cosas ¡pero el bebé…! El bebé arrastra un mundo y todo es poco para él. Por eso hay que presentar para él prendas con encanto, llevables y atractivas a la vez».

La compañía, por otra parte, no se limita al bebé: trabaja para todos los niños de todas las edades. Y ahora está desarrollando un programa de tiendas asociadas, con tres niveles de integración: Junior, Premium y Oh!Soleil Store… con transmisión plena de imagen y filosofía.

Fimi
Agatha Ruiz de la Prada.

[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 205 — febrero 2013 ].


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