La Escuela Superior de Diseño FD Moda se ha integrado en el grupo canadiense LCI Education. Y ha adquirido una nueva dimensión internacional.
Roberto López Etxeberría, un guipuzcoano de Éibar residente en Barcelona, con taller y «griffe», crea moda para hombre. Acaba de recibir el primer Premio Nacional de la Moda, en la categoría «Diseñador, Nuevo Valor»; que se suma a otras distinciones, entre ellas dos premios consecutivos l’Oréal a la mejor colección en el Ego de la Madrid Fashion Week.
Juan Vidal, de Elda (Alicante) ganó el año pasado el premio Who’s On Next, en su segunda edición, otorgado por la revista Vogue España en colaboración con el grupo Inditex. También ha sido premio l’Oréal.
Jon Mikel Ezkurdia, de Pamplona, ganó en marzo el Primer Premio en la 22ª edición del concurso internacional de jóvenes diseñadores Hempel Award, otorgado en Pekín dentro de la Mercedes Benz Fashion Week de la capital china.
¿Qué tienen en común esos creadores, y muchos otros y otras que vienen ganando premios de diseño, de mayor o menor trascendencia, en los últimos años?
Todos ellos han pasado por la Escuela Superior de Diseño FD Moda (Felicidad Duce), heredera del consagrado Instituto Feli, y hoy en día acompañada por apellido de prestigio internacional: LCI.
Esta última sigla corresponde a LaSalle College International, nombre de un grupo canadiense de centros educativos hoy mejor identificado como LCI Education.
La Escuela de Moda que enamoró a un canadiense. Tal como en su momento informamos en los boletines de noticias de Textil Exprés, el año pasado LCI entró en el capital de FD Moda con un paquete del 60%, y esta primavera lo amplió al 70% tras adquirir las acciones de uno de los socios, Eduard Prats, a su vez director de la escuela de negocios Esic (Barcelona), que permanece como presidente de honor. El otro 30% está en manos de la directora del centro, Silvia Viudas, quien pilota el cambio hacia una nueva dimensión educativa, y nunca ha sido más rigurosa esta palabra, «dimensión», puesto que alude tanto a un salto de concepto como a una ampliación del perímetro y un crecimiento en tamaño; objetivos todos que comenzarán a conseguirse en el curso 2015-16.
LCI tiene su cuartel en Montréal, provincia canadiense del Québec, donde dispone de cuatro sedes docentes, especializadas en distintas disciplinas educativas. Dentro del país LCI está asimismo instalada en Vancouver, en la Columbia Británica. Y en el extranjero se ha establecido en Méjico (Monterrey), Colombia (Bogotá y Barranquilla) y Panamá, en Indonesia, en Turquía (Estambul), en Túnez y Marruecos (cinco centros, repartidos por Casablanca, Marrakech, Rabat y Tánger); y, desde el año pasado, en Barcelona.
Para ese matrimonio hubo la buena fortuna de una coincidencia recíproca de intereses, dice Silvia Viudas, directora de FD Moda – LCI Barcelona. «Nosotros queríamos incorporar un socio que nos ayudase a hacernos más grandes y abrirnos a estudiantes de Latinoamérica y Europa. Y LCI quería entrar en Europa. Hasta ahora, siempre había ingresado en cada país en solitario, pero en España optó por hacerlo con un socio, cosa que le ahorrará diez años de aprendizaje».
¿Qué vio LCI en FD Moda? «Una historia consolidada de 80 años, un método de patronaje propio (el método Feli) que es ampliamente utilizado en la industria, un cuadro docente en buena parte exclusivo, y un alto grado de especialización. A diferencia de otras escuelas de diseño, nosotros estamos íntegramente dedicados a moda (diseño, márketing y comunicación, periodismo de moda, diversas enseñanzas centradas en el mundo de la moda). Querían, naturalmente, un centro privado para poder entrar en el capital; que fuera de tamaño medio y con posibilidades de crecer. Y además han influido sin duda otros factores, como la similitud cultural entre el Québec y Cataluña, el pasado industrial de Montréal y de Barcelona y su entorno... y el hecho de que Barcelona es una ciudad muy atractiva para todos los alumnos internacionales, no sólo por su clima y como destino turístico, sino como un centro importante en el mundo del diseño en general y, concretamente, en el diseño de moda, sede de numerosas empresas de éxito internacional, desde Mango, Desigual, Custo, y muchas otras, hasta gran parte de los centros de diseño y compras del grupo gallego Inditex».
LCI consideró previamente otros emplazamientos: París, Milán, Londres, Madrid, Valencia. Y se enamoró de Barcelona y de FD Moda, centro formativo al que estudió a fondo antes de cerrar un acuerdo. Y le gustó lo que vio.
Formar a los nuevos profesionales del diseño. FD Moda imparte en la actualidad sus enseñanzas en un edificio de 1.700 m2 en la calle Guillem Tell, del distrito barcelonés de Sant Gervasi. Durante el curso escolar da clases de Estudios Superiores en Diseño de Moda, de grado universitario, a una media de 300 alumnos, a lo que se añaden en torno a 450 distribuidos a lo largo del año en másters, cursos de especialización, cursos de verano y otros de distinta duración. Eso suma unos 750 estudiantes al año, y del orden de 600 coincidentes en el mismo edificio a distintas horas en una jornada normal.
Tras la incorporación de FD Moda al grupo LCI, ha venido trabajando en el plan de expansión. Está prácticamente firmada la compra de un terreno en el moderno distrito 22@ de Barcelona, próximo al Museo de Diseño y la torre Agbar, donde edificará 6.000 m2 de campus. No estarán disponibles antes de cinco o seis años. En el entretanto, ya en 2015 se trasladará probablemente a una antigua fábrica muy cerca del que será su destino final, y que remodelará a fin de impartir ya en ese emplazamiento (donde dispondrá de 2.600 m2) los cursos de 2015-16.
FD Moda elabora nuevos programas curriculares para adaptar su oferta educativa al repertorio internacional de LCI. La enseñanza reglada obviamente requerirá la autorización del Departamento de Enseñanza de la Generalidad de Cataluña. El objetivo final es potenciar las enseñanzas de moda, e incorporar nuevas disciplinas en las que LCI es fuerte, desde el diseño de producto y de interiores hasta el diseño de videojuegos (arte digital), materia en la que LCI es muy potente en su sede Inter-Dec College de Montréal, y terreno en el que también España, y particularmente Barcelona, se ha convertido en una potencia de desarrollo.
LCI no concibe este proceso de despliegue internacional como una mera exportación de know-how, sino un intercambio de experiencias: aporta metodología a cada país, pero aprende también de cada país. Ciñéndonos al área de la moda, LCI ha valorado en su socio local, entre otras cosas, su método de enseñanza, y también su estrecha relación con la industria, acentuada desde que el pasado mes de diciembre firmó un acuerdo de colaboración con el Clúster Tèxtil i Moda de Catalunya.
Las claves son una buena formación y una capacidad relacional importante, eso que ahora se llama «networking»; y no sólo para disponer de una bolsa de trabajo eficaz, sino como modo de impregnarse de las necesidades de la industria.
Un ejemplo concreto: las grandes empresas del mundo de la moda cada vez son menos personalistas en el diseño, y cada vez cobran mayor proyección internacional. Eso significa que, a la hora de contratar un diseñador, valoran sobre todo su capacidad de trabajar en equipo y su multiculturalidad. Por supuesto, seguirá habiendo espacio en el mercado para el diseñador-estrella, con una fuerte personalidad individual y quizá con capacidad de montar su propio negocio. Pero junto a ello existe una demanda creciente de diseñadores colaborativos, creadores en grupo, que puedan proponer colecciones que triunfen tanto en un mercado europeo como en otro asiático. Idiomas, movilidad, mentalidad abierta: todo eso es importante, y el programa educativo debe estimular esos valores.
FD Moda ya fomentaba el intercambio Erasmus y la participación en concursos de diseño en cualquier parte del globo. Pero ahora dispone además de la red internacional de LCI, tanto para enviar como para recibir a alumnos de diseño, de cualquier parte. Una internacionalidad que será particularmente visible, en el futuro, en los programas de másters y posgrados de alumnos de LCI Network, para los que Barcelona es, como antes se ha dicho, una ciudad de particular atractivo en todos los órdenes.
[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 213 — junio 2014 ].