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Cibeles

Vistos los tiempos que corren y que, por lo que va transcurrido, cada año se agravan, la llegada de Mercedes-Benz a los pagos de Cibeles fue un hecho milagroso, justo a tiempo para permitirle pasar en volandas sobre las vicisitudes de la crisis, incluso cuando algunos de los diseñadores, esos seres que parecen etéreos, tienen que afrontar situaciones tan prosaicas como los EREs y los concursos de acreedores.

La convocatoria de este invierno, que correspondía a la edición número 57, costaba tres millones de euros. Tampoco es mucho, con lo caro que está todo, pero puede ser una montaña cuando las reservas son escasas. Tener dos banqueros como Mercedes-Benz y, a un nivel de compromiso menor pero también importante, L’Oréal, tranquiliza mucho, y más si están secundados, desde la edición anterior, por otro grande como Inditex, aunque nadie ha logrado intuir en qué consiste su ayuda. Se dice que quiere pasar muy discreto. ¡Y tanto! Y luego hay la legión de partícipes menores.

Esta vez un 5% corrió a costa de los desfilantes. Así se estableció hace algún tiempo, y se mantiene para que no se diga que todo les va de regalo. Un 35% lo asume Ifema. Y el restante 60% es el que repercute, obviamente en distintas proporciones, sobre los bolsillos de los diversos patrocinadores.

 

Cinco jornadas para 42 protagonistas. El programa de la pasarela discurrió del 18 al 22 de febrero.

Los tres primeros días fueron para los diseñadores miembros de la Asociación Creadores Moda de España, ACME, que eran veinticuatro: Francis Montesinos, Miguel Palacio, Ana Looking, Andrés Sardá, Hanibal Laguna, Teresa Helbig, Juana Martín y Maya Hansen, Rabaneda y María Barros, Roberto Torretta, Victorio y Lucchino, Aristocrazy (de joyería), Ailanto, Roberto Verino, Angel Schlesser, Ion Fiz y Sara Coleman, Juanjo Oliva, Duyos, Agatha Ruiz de la Prada, Davidelfín, AA de Amaya Arzuaga y Devota y Lomba.

La de Andrés Sardá fue una reaparición, pero penosa: nada que ver con la sutileza y fantasía de sus creaciones habituales. La empresa propietaria actual de su marca está multiplicando recientemente los desfiles-homenaje, pero en este caso el homenaje desmerecía.

Por lo demás se trató de una pasarela discreta. No eran tiempos para hacer grandes alardes creativos ni deslumbrar a la audiencia, en la cual, por otra parte, ha bajado también la presencia de Vips.

Se habían producido en este colectivo de diseñadores tres bajas de históricos: Delpozo, nueva marca sincopada de «Jesús del Pozo by Josep Font», emigrado ahora a Nueva York; Kina Fernández, retirada tras quince años de participar; y Lemoniez, que optó por una presentación individual en el Centro Cultural Conde Duque fuera de calendario.

El día 21 comprendió los desfiles de 8 creadores no miembros de ACME: Sita Murt, Etxeberría y Moisés Nieto, Miguel Marinero y Jesús Lorenzo, TCN, María Escoté y Martín Lamothe; y desaparecieron del programa Dolores Cortés y Guillermina Baeza.

Y el 22, en fin, era la jornada de los noveles del colectivo Ego: 10 protagonistas (ocho de ellos de nueva incorporación) en cinco desfiles dobles.

En la periferia del evento Mercedes-Benz tuvo lugar el homenaje de la firma Mahou a Bimba Bosé en el Matadero de Madrid.

En total hubo, en el programa de la semana, 42 desfilantes; o, entendido de otro modo, 42 diseñadores protagonistas, a los que añadir, a otro nivel de participación, en Ego, a los que tenían exposición de colecciones en showroom (ocho de ellos por primera vez).

Una novedad curiosa de esta edición fue la de bautizar a una de las dos pasarelas tradicionalmente habilitadas para los desfiles con el nombre de Bertha Benz, que fue la esposa de Karl Benz, inventor de un motor de explosión a gasolina y, con ello, del primer automóvil de este combustible, en 1886, y fundador de la compañía Mercedes-Benz. Bertha fue la primera mujer mecánico, y la primera conductora de automóvil, en la historia.

 

Los premiados. Como siempre, L’Oréal París concedió el premio a la mejor colección de diseñador consagrado participante en la semana, que fue la presentada por Juan Duyos, miembro de ACME.

Es tradición de la misma marca otorgar el premio al mejor desfilante en pasarela; hasta ahora se decía a la mejor maniquí, y era correcto porque siempre resultaron galardonadas mujeres, pero en esta ocasión por primera vez se premió a un varón: Antonio Navas.

En materia de trofeos, la 57 edición tenía una novedad: el premio Mercedes-Benz Fashion Talent, al mejor creador joven de la plataforma Ego, con vistas a promoverlo en el mercado internacional, que fue adjudicado a la joven diseñadora valenciana Pepa Salazar.


[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 206 — abril 2013 ].


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