Web Analytics

 

Humberto MartínezLa autora de la obra, Mª Carmen López Soler, en el centro,

con los presentadores en el acto de la Agrupación del Género de Punto:

Humberto Martínez (Textil Exprés)

y Silvia Ventosa (Museu del Disseny de Barcelona).

 

El director de Textil Exprés, Humberto Martínez, destacó con las siguientes palabras la necesidad de obras como esta, en la presentación del «Manual de Tejidos – Las Muestras», de Mª Carmen López.


Hace años, unos cuantos ya, participé en unas jornadas de debate del textil, que fueron realmente de mucha altura y de gran eco en el sector de la moda, quizá porque en aquel entonces no eran tan frecuentes como ahora, cuando celebrar conferencias comienza a ser un poco banal.

Recuerdo también que, de entre el público, surgió una pregunta de una joven diseñadora de modas, quizás una alumna de escuela, que preguntó cómo era posible que España no ofreciese buenos tejidos de seda natural, siendo así que ella, cuando iba de Barcelona al aeropuerto, pasaba por delante de unas instalaciones que lucían el rótulo de «La Seda de Barcelona».

Hace mucho que La Seda de Barcelona no tiene relación con el textil, y actualmente incluso es un ser extinto, pero por aquel entonces era una importante productora de poliamida, también conocida por nylon, y todos ustedes saben que esa fibra química no tiene nada en común con la seda natural, salvo por el hecho de ser un hilo continuo. Así que un empresario conferenciante en aquellas jornadas tuvo la amabilidad de explicárselo en pocas palabras.

Sinceramente creo que hoy el nivel de enseñanza básica en las escuelas de moda es bueno, también en lo que concierte a las materias textiles. Obviamente, siempre lo ha sido en las ingenierías, pero no siempre ha sido el caso en los centros de formación en diseño de línea, es decir, en creación de prendas. No sé si el nivel de aprendizaje es igualmente bueno, pero al menos los profesores intentan que los alumnos reciban una enseñanza completa, que desde luego incluye el conocimiento de los materiales con los que deberán trabajar en su proceso creativo.

El ejemplo que he mencionado se refería a las fibras. Pero lo mismo podríamos decir de los hilados y, en el caso que nos ocupa, de los tejidos, cuya estructura siempre ha sido objeto de estudio obviamente por los teóricos textiles y por los jefes de producto y personal comercial de las empresas de tejeduría, pero no siempre por los creadores de prendas ni por los responsables de compras de las empresas de confección.

En este punto debo añadir, quizá, que todavía vemos bastante ignorancia en las empresas compradoras. No hace muchos años asistí a una conversación entre un forrero y un cliente que deseaba utilizar sus bonitas telas de viscosa para el exterior de unos pantalones. El fabricante le advertía de que aquellas telas en concreto quizá serían muy originales en el exterior, pero en el uso previsto no le responderían bien. Una vez recibió un pedido de determinada tela de forro para uso en paraguas, y lo rechazó advirtiendo que no se hacía responsable de eventuales desgarros en las varillas.

Los que no trabajamos dentro del textil sabemos, de los tejidos, cuatro cosas que nos explican en las tiendas cuando vamos a comprar una prenda. Así aprendemos a distinguir un popelín en camisería, una sarga en sportswear, y sabemos lo que es un tejido de jacquard, no por su técnica sino por su resultado en dibujos. Y aún debo decir que esto es incluso demasiado, puesto que, si salimos a la calle y le hablamos a un consumidor sobre el denim, lo más probable es que ignore de lo que estamos hablando, y si le entregamos un trozo de ese tejido posiblemente lo describa como tela vaquera.

El día que Carmen López comenzó a trabajar en un manual de tejidos, obviamente no pensaba en consumidores, sino en las gentes del ramo.

Sorprende, relativamente, que no existiera ya una obra de esas características, puesto que era instrumento claramente necesario para el manejo de los profesionales del sector. Y he dicho que «relativamente», y no es esa una matización al azar. La necesidad existía y existe, pero la obra es ardua de acometer. La prueba es que a Carmen López le llevó tres años, en su primera edición. Y que, en todo el tiempo transcurrido desde la primera edición, que es ya de un cuarto de siglo, no ha aparecido otro trabajo similar.

La revista TEXTIL EXPRES, que dirijo, bebe en una tradición periodística que se remonta a los años 60 del pasado siglo, pero su trayectoria actual comienza en los años 80, y desde entonces ha seguido hasta ahora, lógicamente con cambios, mejoras y actualizaciones. Quiero decir que ya estábamos en el mercado cuando Carmen López lanzó su primer Manual de Tejidos /Manual de Teixits, así que tuvimos la oportunidad de hacer una de las primeras reseñas sobre el mismo, en nuestras publicaciones.

Y, naturalmente, pudimos también comprobar la utilidad de ese trabajo y la buena acogida que le dieron tanto las empresas del sector, como instituciones y organismos. La colaboración de la industria era por otro lado indispensable, ya que el manual contenía muestras vivas, y ésa era una de sus características más fuertes, más importantes.

El sector ha evolucionado mucho en estos años, no sabría decirles si hacia mejor o hacia peor, pero desde luego hacia un perímetro menor. Vaya, que ha encogido.

Ha desaparecido, por ejemplo, el marco en el que el primer Manual de Teixits hizo su primer despliegue físico, en los stands de la Mostra de Tejidos de Barcelona. Hace años que se disolvió la asociación que la puso en marcha, Adimte, y hace mucho tiempo asimismo que ya no hay ferias de fabricantes de tejidos en sentido propio, aunque permanezcan unos salones de importadores-representantes. Y han desaparecido empresas españolas que hace 25 años eran poderosas, fuertes, dinámicas y de éxito. Han desaparecido instituciones y organismos que proporcionaban una estructura de servicios muy útil al sector.

Si el primer Manual de Teixits contaba con 217 muestras vivas, y en su elaboración colaboraron 62 empresas y 12 instituciones, en la edición que ahora se presenta hay 116 muestras vivas, y han colaborado 36 empresas textiles. Me permito verlo de un modo positivo: todavía hay una industria textil viva y dispuesta a trabajar, mucho menos numerosa que antaño, pero con la misma ilusión y deseo de colaborar en el perfeccionamiento del trabajo de la moda en el país.

El Manual de Tejidos tuvo en 2007 lo que podríamos denominar una segunda edición revisada y actualizada, con el mismo título más una acertada traducción inglesa: Textiles Reference Book; que no se limitaba al titular sino que aportaba una referencia completa en inglés, muy útil en estos tiempos de globalización del negocio de la moda.

Las muestras vivas fueron sustituidas, por razones prácticas del trabajo, por imágenes digitalizadas en alta resolución. Para cualquiera que recuerde los procedimientos de impresión de los años 80, está claro que las actuales fotografías ofrecen una claridad y una viveza muy superior a aquellas fotos que con frecuencia salían empastadas. Por tanto, el manual con imágenes de alta resolución resultaba igualmente útil para el trabajo tanto didáctico como de refresco de conocimientos del profesional.

Pero la muestra viva aporta algo sin duda mejor: la sensorialidad del tejido. Una pana no es sólo una especie de techo ondulado, o de surcos de tierra por las que ha pasado el arado, sino una tela con tacto de terciopelo, más fino o más basto, que supera los límites de la vista.

Creo necesario concluir expresando mi opinión de que el Manual de Tejidos / Textile Reference Book, en esta tercera edición, en castellano e inglés, con muestras vivas, es un manual que considero indispensable en la docencia para:

 

— la formación de nuevos profesionales de la moda,

— pero también como biblia para los responsables de compras de las empresas de confección,

— y desde luego para los diseñadores que crean una colección.

 

Parafraseando a Raymond Chandler, o mejor dicho, a su personaje Philip Marlow en El Halcón Maltés, creo que para un diseñador de modas este Manual de Tejidos constituye el mejor instrumento para saber, de antemano, cuáles son las materias con las que van a construir sus sueños.


[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 215 — octubre 2014 ].


Cron Job Starts