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Buscando un partenariado «ganador-ganador» entre la industria de la UE y la de la ribera Este-Sur. - El «sourcing» de proximidad, condición necesaria para una respuesta rápida a los dadores de órdenes europeos.
El día 27 de octubre tuvo lugar en Tánger, en una jornada de trabajo muy intensa entre las 9 de la mañana y las 9 de la noche, una reunión del sector textil, convocada bajo el título del presente artículo por la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de la Región de Tánger, y por Ascame (Asociación de Cámaras de Comercio del Mediterráneo, con sede en Estambul). He aquí una información sobre la misma, a modo de preámbulo.
El desarrollo de la jornada estuvo coordinado por los servicios de Amith, la Asociación Marroquí de la Industria Textil-Confección, que era la conductora del encuentro, aunque el contenido lo irían aportando con sus intervenciones los diversos participantes, en particular los franceses.
A continuación se reproduce lo que pudiéramos llamar el manifiesto de la convocatoria, previamente difundido a los círculos afectados, y que describe perfectamente la situación del sector previa al encuentro, y su problemática.
Como se trataba de una convocatoria, las referencias temporales estaban expresadas en futuro. La jornada que se convocaba ya pasó. La descripción del marco sigue siendo válida, complementada con otro texto relativo al desarrollo del encuentro, y otro más de consideraciones post-Meditex hechas por nuestra Redacción, que se verán en este número.
El sector textil-confección juega un papel clave tanto en las relaciones comerciales en el seno de la zona euro-mediterránea como en los equilibrios socioeconómicos de todos los países productores del espacio euro-mediterráneo en sentido amplio, y particularmente de los países de la ribera Sur y Este del Mediterráneo.
Con más de 33.000 millones de euros de comercio global (importaciones más exportaciones) en 2010, el textil-confección representa el 8,3% de los intercambios totales de la UE-27 con la zona que engloba 21 interlocutores comerciales además de la Unión Europea.Esta industria ha jugado y continúa jugando un papel motor para nuestras economías, lo que explica adecuadamente que desde hace más de veinte años la zona esté en el centro neurálgico de las preocupaciones de nuestras industrias.
De cara a la globalización del textil-confección, los operadores de los países de la ribera Sur y Este del Mediterráneo desean, todos, un partenariado reforzado con la industria de la Unión Europea, tomándola como ejemplo.
Hoy, hacemos frente a una oportunidad histórica de reforzar las relaciones Euromed favoreciendo un partenariado que sea realmente «ganador-ganador» para el conjunto de los 48 estados miembros de esta zona. En efecto para preservar su atractivo, es preciso que esta cooperación sobrepase los aspectos puramente comerciales. Se hace imperativo reforzar la innovación, la I+D, la formación, responder a las aspiraciones éticas en sentido amplio (sociales y medioambientales) a fin de valorizara los ojos de los consumidores la plusvalía que representa esta zona.
Gracias a los costes de producción competitivos, a su reactividad, a la calidad de sus productos y de sus servicios, los sectores textil-confección de los países de la ribera Sur han conocido una relativa prosperidad en el curso de estos últimos años y han registrado buenos resultados en la exportación.
Pero el desmantelamiento de las cuotas del Acuerdo Multlfibras ha reforzado la capacidad de los suministradores asiáticos para penetrar, incluso invadir, los mercados internacionales, lo que entraña riesgos importantes de impacto negativo para los productores mediterráneos.
Aparte de este problema de concurrencia asiática, los productores mediterráneos deben responder a la problemática planteada por la gran distribución. Las grandes cadenas especializadas exigen ahora cada vez más de sus proveedores que sean empresas capaces de asegurar todas las funciones de «sourcing» en materias, puesta a punto de los productos, patronaje y escalado, confección y logística.
Aunque el contexto de la crisis económica mundial presenta un montón de desafíos, constituye al mismo tiempo una oportunidad real para el sector textil-confección euro-mediterráneo tanto por su complementariedad, su creatividad, sus fuerzas naturales, su «savoir-faire» y sus triunfos como por los imperativos de un «sourcing» de proximidad que se convierte en una realidad y una necesidad para los dadores de órdenes internacionales forzados a reaccionar rápidamente a la demanda.
Esta transformación fundamental del entorno económico y de la demanda internacional remite a un triple problema de valorización de la oferta de los países mediterráneos, de competitividad de los productos y servicios, y al dominio de la cadena de producción textil y por tanto de las inversiones productivas.
Es en este contexto donde se sitúa el proyecto de organización de Meditex 2011, como una respuesta al doble desafío de la mundialización de los intercambios y de las nuevas aspiraciones de los mercados de exportación. En efecto, el objetivo general de esta manifestación es contribuir al desarrollo duradero del sector textil-confección euro-mediterráneo a través de una cooperación reforzada entre los países de la zona y el desarrollo de sus bazas competitivas.
[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 198 — diciembre 2011 ].
