Resultados relativamente satisfactorios, a pesar de los perjuicios que ocasionaron dos desafortunadas coincidencias de calendario.
Siempre que un informe de un evento habla de «consolidación» puede estar utilizando un eufemismo para disimular un estancamiento (incluso un declive), o bien estar hablando con propiedad (lo que los ingleses dirían «mean what they say», cuando tus palabras quieren decir exactamente lo que significan). Esto es lo que pretendían los organizadores de Milano Unica, el salón italiano del textil y los accesorios, después de su última edición, celebrada del 1 al 3 de febrero en el recinto ferial de Rho, cerca de la ciudad italiana de Milán, ya que el balance era una mezcla de satisfacción y desafío.
La vigesimocuarta edición de MU se cerró, según los organizadores, «con una satisfacción generalizada de los expositores, sobre todo por la calidad de los contactos registrados (gracias a la cuidadosa selección por parte de la organización); resultado sustancialmente en equilibrio con la edición de febrero de 2016, en cuanto a presencia de empresas, a pesar de la coincidencia con Munich Fabric Start, que ha influido en la caída de la participación de operadores alemanes».
Expusieron en Milano Unica 427 firmas, 300 de ellas italianas, 65 de otros países europeos, 40 japonesas y 22 coreanas. A destacar el retorno de expositores rusos (+34%), el aumento de los británicos (+4%), estadounidenses (+2%), canadienses (+29%), así como de los chinos (+6%), a pesar de la coincidencia con el Año Nuevo Chino. En importante retroceso el número de expositores alemanes (¬-44%), por la mencionada simultaneidad con el salón de tejidos de Múnich; y descenso también de presencias de Francia (-11%) y Japón (-14%), y en menor medida de Turquía, que casi repite cifra (-1%).
No se aportaron datos de visitas, pero se admitió que la de compradores chinos anotó un retroceso, y cabe imaginar algo parecido de los alemanes.
La verdad es que no se entiende mucho, salvo eventuales razones de disponibilidad de recinto, que la feria no se haya distanciado más del Año Nuevo Chino (fecha que, como también la festividad judía del Yom Kippur, todos los eventos de la moda evitan), ni de Munich Fabric Start, que suele entenderse como disparador de cada temporada (a pesar de esté centrado sobre todo en el mercado centroeuropeo).
Al cerrarse el salón, el presidente de MU, Ercole Botto Poala, se felicitó de la firmeza de la feria en su apuesta por innovación y calidad, que está manteniendo con coherencia. Ahora bien, las circunstancias exigen cambios. «El camino para hacer de Milano Unica la vitrina del más alto saber hacer italiano y europeo precisa de intervenciones ulteriores, pero no nos faltan fe ni coraje. Milano Unica será cada vez más un centro de excelencia, de innovación y de creatividad, para mostrar al mundo que del tejido y de los accesorios hechos en Italia, sobre todo, y también de la selección del mejor 'made in Europe', es de donde extrae la moda internacional muchas de sus inspiraciones».
A destacar en la última edición el interés suscitado por la plataforma interactiva MU365, reservada a clientes escogidos, que mantiene la posibilidad de contactos con los expositores más allá de la feria en sí, prueba (dicen los organizadores) de «nuestra voluntad de contribuir al crecimiento del sistema, teniendo en cuenta a los clientes que no tienen recursos suficientes para participar en la feria».
A señalar también el apoyo del salón a los jóvenes valores, por ejemplo mediante el proyecto «Back to School», «coronado por el entusiasmante éxito de la presentación de Sir Paul Smith con cerca de un millar de estudiantes de las escuelas de moda internacionales»; o el proyecto «Magazzini Aperti», en el que se han presentado trabajos de los estudiantes de último curso de diez escuelas, realizados con tejidos y accesorios ofrecidos por expositores del salón.
En fin, después de esa edición de consolidación en febrero, Milano Unico trabaja ya para una próxima convocatoria que tendrá lugar audazmente en julio, del 11 al 13, para presentar las colecciones de otoño-invierno 2018-19.
Todas las demás ferias principales de tejidos de peso internacional, en París o Múnich, se celebrarán como de costumbre en septiembre. Convocar una feria de la temporada en la primera quincena de julio es sencillamente arriesgado. Pero los organizadores tienen otra baza especial: la convocatoria tiene un fuerte ingrediente emocional, ya que será la vigesimoquinta edición de una feria que nació de la fusión de otros salones preexistentes, en torno a la figura de la antigua Milanovendemoda.
[Publicado en TEXTIL EXPRES - Revista Nº 230 - ABRIL 2017 ].
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