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Diferenciarse mediante innovación, ésa es la receta de Lycra para competir. Nos lo explica, en entrevista concedida a Textil Exprés, Dave Trerotola, presidente de Invista Apparel.

 

¿Cuáles son los segmentos de aplicación más importantes para Lycra?

—Nos centramos en aquellas áreas en las que la prenda está más cerca del cuerpo, debido que ahí es donde Lycra proporciona más beneficios. Por ejemplo en moda para baño, moda íntima y moda para las piernas, la capacidad de extensión y recuperación, confort y ajuste, son más importantes, y Lycra puede argumentar con claridad sus ventajas.

Para el spandex genérico, el mayor segmento de mercado en el mundo es la confección (ready-to-wear). Para nosotros eso no llega a un tercio del negocio total de Lycra, porque en esos productos de bajo contenido de spandex, como las blusas o los pantalones ligeros, no existe tanta capacidad de diferenciación. En cambio, en lo que llamamos «intimate apparel-swim» nos diferenciamos mucho, y por eso es nuestro mayor segmento.

«Legwear» constituye también un segmento principal para Lycra, y de carácter estratégico. En volumen no es un negocio tan grande, pero tenemos una posición de liderazgo, particularmente en Europa.

El segmento de mayor crecimiento ahora mismo es el de sportswear y outdoor activo, por las características de compresión y ajuste para entrenamiento, y también porque estamos invirtiendo eficazmente en marketing, separando el esfuerzo con respecto al resto de la confección exterior.

Por otro lado, dentro de confección la categoría de denim ha sido muy importante en el pasado y lo es también en el presente.

 

¿Y cuáles son las áreas del mundo de mayor crecimiento para Lycra, en el segmento que protagoniza estas jornadas, es decir, la moda para las piernas?

—Dentro del «legwear» hay que distinguir calcetines, un mercado muy banalizado, de medias. En este último, nuestra posición más fuerte está en Europa, que lidera la innovación y tiende a ser imitada por el resto del mundo.

En los EE.UU. se produjo una gran concentración del sector en muy pocos productores, lo que se tradujo en escasa competencia y diferenciación del producto: el mercado necesita más variedad. Pero este año hemos tenido un buen crecimiento porcentual.

Luego está Asia. Lo interesante es que ahí, aparte de un mercado japonés bien desarrollado, en el resto no vemos una demanda «excitante» de medias. China es un mercado enorme pero poco emocionante en términos de novedad. Nuestro papel es motivar al sector local y contribuir a que fabricantes innovadores de otras partes, por ejemplo de Europa, participen más activamente del crecimiento del mercado chino, todavía muy orientado hasta ahora al «low-end».

 

En las conferencias de estas jornadas hemos oído mucho acerca de la presión sobre el «price point». Y en Europa sabemos bastante, en estos tiempos de recesión, sobre la moda «low cost». ¿Cómo afecta esta tendencia a una marca de valor añadido como Lycra? ¿No beneficia más, el momento histórico, al spandex barato? ¿Cómo se las apaña Lycra para competir?

—Competimos a través de la innovación continua, y un buen ejemplo es Lycra Fusion, que evita las carreras en las medias, lanzada en el anterior encuentro «Lycra Fiber moves», y que hoy ya forma parte de 21 programas de producción en Europa. Y también las novedades que lanzamos hoy mismo en Barcelona.

Para quienes participan de esos programas, con un producto de alta gama, el «price point» no es un problema.

Un cliente de Lycra quizá pague algo más por la fibra para el artículo de gama baja, que si comprase un spandex genérico. Pero obtiene mayor calidad, mejor rendimiento, y la capacidad de defender mejor el precio. Al final, la diferencia de coste entre un genérico y Lycra es de dos o tres céntimos por prenda, pero los estudios entre consumidores muestran que están dispuestos a pagar entre un 10 y un 20% más por Lycra, así que los fabricantes y detallistas pueden obtener un mejor margen. Y, al mismo tiempo, ese cliente de Lycra tiene a su disposición todas las innovaciones que le ofrecemos para el producto «top».

Lo digo con claridad: si algún día dejásemos de innovar, entonces sí que tendríamos un problema.

 

¿Puede darnos alguna orientación sobre el mercado de los próximos meses?

—En estas jornadas de Barcelona hemos oído algunas conferencias sobre prospectiva. En el fondo creo que todo se reduce a cómo evolucione la confianza del consumidor. Pero añadiría que en «legwear» hay un elemento diferencial. ¿Ha oído usted hablar del «efecto lipstick»? Se dice que en situaciones de crisis las mujeres están dispuestas a comprar más barras de labios y más caras. Con las medias ocurre algo parecido: una mujer puede, por no mucho dinero, cambiarse de medias y lograr un estilo completamente diferente.

En conjunto, el mercado del spandex creció bastante el año pasado, aunque el problema son los márgenes, cada vez más ajustados. Lycra ayuda a afrontar ese desafío de los márgenes, aportando innovación y marca.

 

O sea que tiene usted sensaciones positivas.

—Sí, especialmente en «legwear». Personalmente creo que para ese mercado el mayor problema es el clima. Para que haya una demanda de medias, es conveniente que en invierno haga frío.

 

Así que, ¡paremos el calentamiento global!

—Que conste que ha sido usted el que lo ha dicho, ¿eh? —exclama entre risas—. Pero sí, estoy seguro de que el clima es quizá el principal factor de riesgo negativo para este mercado.


[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 198 — diciembre 2011 ].


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