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CC.OO.
Abrazo en la sucesión: Izda., Joaquim González Muntadas. Dcha.,

el secretario general entrante, José Luis Montesinos Moreno.

Los días 30 y 31 de enero y 1 de febrero de 2013 ha tenido lugar, en el Círculo de Bellas Artes, de Madrid, el 5º Congreso de Fiteqa, la Federación de las Industrias del Textil, Piel, Químicas y Afines, de CCOO, entidad que a partir del día 4 procedió a distribuir la documentación correspondiente.

Durante el Congreso se procedió a la renovación de la Comisión Ejecutiva Federal, de 17 miembros, que en esta ocasión incluyó el relevo del Secretario General, cesando Joaquín González Muntadas tras un mandato insólitamente largo, de 20 años, sustituyéndole José Luis Montesinos Moreno.

Muntadas (siempre se le conoció más por el segundo apellido), fue inicialmente Secretario General de la Federación Textil, sector del que él procedía; y cuando, en una revisión de las estructuras confederales de CCOO, se fusionaron con ella las Federaciones de la Piel, y de las Industrias Químicas y Afines, operación de la que resultó Fiteqa, Muntadas pasó a presidir el nuevo conjunto, hasta hoy. En ese momento del cambio de estructura, la responsabilidad específica del textil (dentro de Fiteqa) quedó a cargo de Carmen Expósito (que continúa presente, y se supone que con las mismas funciones, en la Comisión Ejecutiva recién elegida).

El paso de Muntadas por la Secretaría del textil en particular, antes de la fusión de sectores, tuvo un carácter singularísimo, pues, por encima de las tensiones lógicas que suele haber (y que en cierto modo son consustanciales con su naturaleza) entre las organizaciones laborales y las empresariales de rango equivalente con las que han de negociar la coexistencia de cada día, funcionó un entendimiento mutuo derivado de una simpatía recíproca que se fue generando (quién podría imaginarlo) en el seno de las discusiones para la renovación periódica del convenio laboral, un terreno casi siempre escabroso.

Esta cuestión del convenio siempre había resultado larga, enojosa y conflictiva. Pero entre Muntadas y el negociador de la patronal, que por aquel tiempo era Benet Armengol, funcionario del Gremio de Fabricantes de Sabadell, surgió una corriente de entendimiento mutuo, posiblemente derivada de un conocimiento compartido de los problemas y las sensibilidades del sector, ya que el propio Muntadas es hijo, precisamente, de un antiguo empleado de la industria textil de Sabadell.

Por aquel tiempo fue presidente del Consejo Intertextil Español Juan Canals, perteneciente al sector del género de punto, el cual sintonizó mucho con el tándem Muntadas-Armengol, estableciéndose una especie de complicidad a tres; y, al margen del tema del convenio, la entente Muntadas-Canals funcionó muy bien en otras vertientes no laborales de la actividad sectorial, sobre todo para la creación del Observatorio del Textil.

Las cosas han cambiado mucho, porque el entorno mundial y el nacional han cambiado. Carmen Expósito y su equipo sindical no pueden tener hoy la misma fluidez de diálogo que tuvo Muntadas con los representantes del Intertextil, entre los cuales ya no está el negociador Armengol, hoy jubilado, y es distinto el presidente (en la actualidad Alejandro Laquidain, del sector sedero), pero sobre todo ha cambiado el concepto mismo de convenio (el último expiró en 2010 y no ha sido renovado todavía), un instrumento que, desde el punto de vista legal, ha pasado de ser una pieza básica del ordenamiento hasta convertirse, quién lo diría, en prescindible. Y nadie sabe cómo evolucionará.


[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 205 — febrero 2013 ].


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