Fue el 22 de enero, y por sorpresa. La Federación Española de Empresas de la Confección (Fedecón, que hace unos meses se ha rebautizado como Fedecón ModaEspaña para involucrarse en esta idea promocional de la marca-país) y la Asociación de Creadores de Moda de España(ACME) fueron invitadas a participar en un encuentro que iba a tener lugar en la sede del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, y en el que participarían también otros dos Ministerios convocantes: el de Economía y Competitividad, y el de Educación, Cultura y Deporte.
Del sector privado concurrían los representantes de los tres mayores grupos empresariales del país: Inditex, Cortefiel y la Corporación Ceslar (propietaria del paquete accionarial dominante de El Corte Inglés). Parece ser que otras dos compañías, Pronovias y Mango, que no estaban en la reunión, pero que habían sido informadas, habían manifestado su interés por incorporarse. Asistía por otra parte, tal vez como observadora, la Empresa Nacional de Innovación, Enisa, adscrita a la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, y orientada a la financiación de emprendedores y Pymes.
La reunión era principalmente informativa, aunque en cierto modo fue presentada ya como acto de constitución de la propia Mesa, la cual funcionará en la sede de la Dirección General de Industria. No se produjo ningún comunicado formal, pero los servicios informativos de este Ministerio colgaron la noticia en la página web del Departamento.
Quedó entonces programado para el día 24 otro encuentro, menos formal, en sede no institucional, para dar a conocer el proyecto a otras entidades representativas del mundo de la moda que deben involucrarse en la operación, entre ellas la Federación de Industrias del Calzado de España (FICE) y la Asociación Española del Género de Punto.
No se sabe bien todavía el alcance que el proyecto pueda tener. Su objetivo genérico es «aprovechar mejor la importancia y el gran potencial del sector español de moda, para impulsar su imagen exterior y buscar nuevas posibilidades de colaboración entre todos los actores implicados, que le permitan un mayor crecimiento, así como el acercamiento entre la moda y el diseño y la industria productora».
Son desde luego unos objetivos que cualquiera de las partes presuntamente implicadas en el juego puede hacer suyos, pero cuya viabilidad dependerá mucho de los recursos económicos que se comprometan en la operación.
[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 205 — febrero 2013 ].