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Un artículo pre-ferial sobre el Pitti Uomo que tendría lugar en enero, publicado en el Textil Exprés de diciembre, utilizaba como titular una frase aportada por Raffaello Napoleone, el administrador general de Pitti Immagine, durante un encuentro mantenido por aquellas fechas en Madrid: «la juventud de una feria se mide por la frescura de ideas». Y en aquel artículo se desgranaban muchísimas buenas ideas que iban a tener una bella materialización en el inmediato certamen. Estamos sin embargo en un tiempo en que las ideas no bastan para asegurar el éxito, porque las circunstancias son hostiles. Y eso fue lo que le sucedió al salón de moda masculina de Florencia en su edición número 81, celebrada del 10 al 13 de enero con buena participación y modestos resultados.
Los expositores, 1.100 según el informe del salón (una cifra récord), presentaban una oferta muy interesante, pero el clima comercial fue, al decir de varios de los protagonistas, muy poco estimulante. El papel de faro indicador de la coyuntura, que se le atribuye al Pitti Uomo por su condición de salón madrugador dentro del año ferial de la moda, no permitió en este caso hacer buenos presagios.
Los compradores habían sido, en las fechas equivalentes de 2011, en una emblemática edición número 80 que resultó excelente, 23.100 en total: 15.350 italianos y 7.750 (éstos, con un crecimiento que fue entonces del 9%) extranjeros.
En las fechas de 2012 se registraron 21.000 personas en total (con baja del 9% respecto al año anterior), correspondiendo 13.600 al contingente nacional y 7.400 al internacional, ambos en contracción. Pero no sólo disminuyó el número, sino que se redujo el tiempo de permanencia. Hubo muchos visitantes de un día. Y los italianos en concreto pasaron a conocer las novedades y a saludar a sus proveedores (una especie de ritual de cada año), pero sin comprar, según el informe del propio salón.
El comportamiento de los extranjeros fue dispar según las áreas geográficas. Subieron los alemanes (834, líderes como siempre), los japoneses (766, desplazando a los españoles de la segunda posición, reforzados por el proyecto especial del Pitti «Versus Tokyo», Semana de la Moda Japonesa en Italia), los británicos, los norteamericanos, los surcoreanos y los chinos. Bajaron los europeos del Sur (españoles, portugueses y griegos), lo cual ya se daba por descontado, siendo sufridores como los propios italianos de las consecuencias más duras de la crisis. Los españoles en concreto descendieron de los 760 del año pasado a 570, estando ahora en el tercer puesto del ranking.
El propio Pitti señala que en España y en Italia han tenido que suspender pagos o cerrar sus puertas algunos de los mejores especialistas del comercio de moda masculina (en Barcelona acababa de cesar en su actividad por aquellos mismo días Gonzalo Comella, uno de los nombres más prominentes del sector, y concurrente asiduo a Florencia).
En el número anterior ya nos referíamos a los que serían los acontecimientos más importantes de la edición, en cuanto a eventos sociales; en un programa encabezado por el homenaje a la moda masculina de la firma Valentino, ahora conducida por los jóvenes continuadores del modisto.
Añadiremos aquí alguna referencia a la feria paralela Pitti W de colecciones experimentales de moda femenina, que reunió en su novena edición a unas setenta marcas. La invitada especial era Olympia Le-Tan, joven estilista francesa creadora de algunas de las colecciones más aplaudidas y excéntricas de bolsos y accesorios de las últimas temporadas; con pequeñas piezas que se han convertido en objetos de culto en muy poco tiempo.
Un lugar encantador de Florencia, dotado de una atmósfera parisién, fue escenario el 12 de enero para presentar un proyecto creado expresamente por Olympia para esta feria y esta ciudad.
[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 199 — febrero 2012 ].