Web Analytics

ARTÍCULO PRIME

Textil China

El mapa mundial de las corrientes de aprovisionamiento, en el conjunto del sector textil y, de modo más específico, en el subsector de la confección, está experimentando importantes transformaciones que, a un mismo tiempo, se aceleran en su velocidad y se amplían en su alcance geográfico. El fenómeno está siendo seguido con mucha atención en la Europa Occidental, protagonista pasiva de estos movimientos, y muy particularmente en Francia, donde la Fédération de la Maille y de la Lingerie acaba de publicar un interesantísimo estudio sobre «Le Sourcing Mondial, Tendances 2013», del que son coautores Anne-Laure Linget, Ulyania Sukach y Louis-François Bacou, que fue presentado en el salón de la subcontratación Zoom by Fatex.

A juicio de los autores, el período 2012-13, en el que estamos inmersos, marcará definitivamente un cambio en la historia de la industria textil mundial (aunque la frase parece altisonante). Desde el fin del régimen de cuotas, es decir, desde 2004, hace ocho años, por primera vez las exportaciones del textil-confección de China hacia la Unión Europea han bajado, e incluso han bajado mucho. En conjunto, China, elevada entonces a la categoría de «fábrica del mundo», exporta menos por primera vez. Y no porque haya retrocedido en su calificación de potencia económica sino porque, muy al contrario, su propio desarrollo la ha llevado a perder competitividad en un mercado cuyos márgenes de referencia los marcan los países más pobres, es decir, aquellos cuya competitividad se basa en el coste salarial. Porque la tecnología ya está disponible en todas partes.

En 2011 un 44% de las importaciones textiles de la Unión Europea procedían de China, y en 2012 han sido un 42%. La diferencia es muy poco significativa, pero señala un retroceso por primera vez en 15 años. De los nueve países más significativos de la zona Índico-Pacífico como proveedores de indumentaria a Occidente, sólo dos han retrocedido: China, un 10% (aunque sigue siendo con mucho el abastecedor más grande), y Thailandia, un 11%. Los otros siete han aumentado sus exportaciones: Pakistán (+20%), Sri Lanka (+21%), Malasia (+24%), Vietnam (+27), Bangladesh (+27%), India (+31%), Cambodia (+33%). El crecimiento medio del conjunto ha sido del 17%.

Ahora bien: el supuesto retroceso de China como proveedor encierra un equívoco. En primer lugar, porque afecta sólo a Europa, pues para los Estados Unidos (que son refractarios a la oferta de Bangladesh) sigue siendo el proveedor predilecto, seguido por Vietnam. En segundo lugar, porque los chinos están cerrando plantas de confección en su país, e instalándolas en otros territorios del Sureste asiático, sobre todo en Cambodia, con lo cual resulta que los chinos exportan (es decir, venden al exterior) más confección que la que expiden desde sus puertos de embarque.

Esta transformación de China, de fábrica del mundo en gestora de las fábricas de una parte del mundo, va a acentuarse en el futuro próximo.

Y no sólo en el Sureste asiático. África es su gran caladero del mañana cercano. Lo que fue la conquista del Oeste para los Estados Unidos es para China la conquista amistosa de los países africanos, convertidos en protectorados de facto con compañías mixtas, con préstamos para el desarrollo… con tecnología. Los campos de algodón del África negra (el algodón de Mali es excelente) le permitirán tener un autosuministro a bajo costo, mientras la producción de Estados Unidos va a la baja por un reequilibrio de la economía nacional y la de Egipto se ha ido al garete como consecuencia de la «primavera política».


[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 206 — abril 2013 ].


Cron Job Starts