Venimos de épocas en que se nos animaba a comprar y tirar producto textil, constantemente.
Tener claro que el único camino de futuro en moda es hacer una marca sostenible, ayudó a tomar las decisiones iniciales. Federico Sainz de Robles, uno de los artífices de Sepiia, lo expuso en la jornada sobre Retos del Sector Textil y de la Moda en el ámbito de la Sostenibilidad, celebrada el 8 de julio en Madrid. Su marca nació hace seis años, y desde el principio vio que la sostenibilidad abría una gran oportunidad.
Tener claro que el único camino de futuro en moda es hacer una marca sostenible, ayudó a tomar las decisiones iniciales. Federico Sainz de Robles, uno de los artífices de Sepiia, lo expuso en la jornada sobre Retos del Sector Textil y de la Moda en el ámbito de la Sostenibilidad, celebrada el 8 de julio en Madrid. Su marca nació hace seis años, y desde el principio vio que la sostenibilidad abría una gran oportunidad.
«Creemos que la sostenibilidad final es un camino que hay que ir haciendo poco a poco, entendiendo cada una de las dimensiones del problema, que son muchas, y pudiendo generar soluciones que favorezcan la vida de las personas, a la vez que podemos estar cuidando el planeta y generan un impacto social. Y yo creo que una vez entiendes el problema y empiezas a generar herramientas para que los equipos también piensen desde esa mentalidad, es más sencillo poder avanzar y todo tiene una lógica: entendemos el problema de los residuos, y la circularidad se incorpora como algo completamente básico en nuestros productos y en la manera en la que tenemos de hacer las cosas».
En efecto, uno de los principales desafíos —sostiene— es entender cómo tenemos que cambiar. Por ejemplo, la forma en que consumimos estos productos textiles. «Venimos de épocas en las que se nos ha animado a comprar y tirar productos constantemente, tal vez sin darnos cuenta de los impactos que generaban tanto a nivel social como a nivel medioambiental».
Lo importantes es «hacerlo de una forma mucho más consciente, a la vez que seguimos manteniendo un tejido económico y empresarial, que siga siendo motor y que siga siendo tan relevante en nuestro país».
Sainz de Robles resaltó la importancia de las mediciones, para entender mejor el impacto de la actividad y tomar las decisiones oportunas. Es uno de los numerosos «pequeños retos» de la sostenibilidad. «Si no medimos, no podemos mejorar. Hablamos mucho de emisiones de CO2, pero podemos hablar también de uso de agua, de productos químicos, de residuos generados».
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