La mayoría de los sistemas de transporte de humedad mediante tejidos se basan en la capilaridad de las fibras. Esta nueva propuesta, de la Universidad Davis de California, utiliza una red de hilo hidrófilo, tejida en 3 D y engarzada en una base textil revestida de un producto superhidrófobo, ambos en algodón. El resultado es un producto «microfluídico» capaz de transportar líquidos de manera totalmente autónoma. Por ejemplo, prácticamente aspira la humedad presente sobre la piel, la transporta al exterior y allí la expele en forma de gotas que caen por gravedad. Según los desarrolladores, el textil puede emplearse en un abanico de aplicaciones, desde indumentaria deportiva hasta dispositivos de análisis biológico. Las diferentes (y opuestas) propiedades de la red hidrófila y el tejido hidrófobo permiten mantener los líquidos «encerrados» dentro de los hilos y dirigir el flujo. Mientras en los textiles basados en capilaridad la capacidad de drenaje y transporte disminuye a medida que el tejido se satura de humedad, en éstos se afirma que su eficacia es prolongada, y el drenaje se mantiene de forma constante.
[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 207 — junio 2013 ].