Eva (Rodríguez) Basi y el diseñador Joan Ros, beben de los inicios de Chu Uroz y de la sastrería británica.
Al comienzo del pasado año se presentó la primera colección de la nueva etapa de Armand Basi, y ha sido ya en este T1 cuando ha comenzado a llegar a la calle, sobre todo con presencia online y una fuerte vocación de mercado internacional.La marca nació en los años 80 al calor de lo que se denominó Plan de Intangibles, con fuerte apoyo institucional, y una forma de diversificar las actividades de la familia Basi, que por aquella época hacía un fuerte negocio con la licencia de la marca Lacoste, que obtuvieron en 162. A una época muy «destroyer», de camisetas para marcar músculo, con grafismos de Chu Uroz, siguió otra de colecciones con inspiración de romanticismo británico, cuya dirección artística asumió directamente Josep Lluís Juste, miembro de la familia Basi y por entonces consejero delegado (fallecido en 2020).
Posteriormente, la línea Armand Basi languideció, pero ha mantenido una actividad tanto de venta de ropa como administración de licencias de la marca, en ámbitos variados, como perfumería y óptica.
Después de que Lacoste, en manos de Devalnay, recuperase su licencia, de las dos ramas familiares de Basi Hermanos, la de Josep Basi Sabi, fallecido en 2007 (los Basi Borrell), se separó del negocio, y quedaron sus primos, sucesores de Armand Basi Sabi, que nos dejó en 2009. Los Basi Moré abrieron otra actividad complementaria con la firma Jatro BCN, que explota licencias, a destacar la marca Nautica. En realidad lo que ahora tienen es un grupo del que forman parte Armand Basi, SL, y Jatro BCN. Concretamente de la primera los socios son Nuria, Isabel y María José Basi Moré. Sus cargos, desde 2015, son respectivamente de presidenta y consejeras delegadas. Desde 2018 consta como apoderado Marco Palmero, que de cara a terceros se presenta como consejero delegado.
La firma facturó 234.225 euros en 2020 (–16,7%, algo lógico en año de pandemia, e incluso mejor que el mercado), con un resultado positivo por 13.211.
Ahora se presenta con el trabajo de Eva Basi, como directora creativa. Eva Rodríguez Basi cumple este año 27. Formada en el centro de diseño Bau (apócope de Bauhaus) de Barcelona, adscrito a la Universidad de Vic, ha trabajado en un estudio de diseño gráfico, en una agencia de fotógrafos y directores de cine, en la red de artistas We Are Vandals, y en el grupo Basi. Para este diseñó la identidad de marca del 30º aniversario de Armand Basi (2017), y desde 2018 colabora continuadamente con el grupo, primero como asistente de márketing, community manager y diseñadora de contenidos, y desde 2019 directora artística, estilista y diseñadora de tiendas. Pertenece a la tercera generación si tomamos como referente a los abuelos titulares de Basi Hermanos, o a la cuarta, si consideramos que continuaban el proyecto nacido con su madre, Mercedes Sabi, que durante años mantuvo su presencia en los cargos de aquella sociedad.
Lo que se ha lanzado es una colección cápsula bautizada «Project 01» y con el lema «Boycott your legacy», diseñada por Joan Ros, un catalán formado asimismo en Bau, y posteriormente en la mítica Central St Martins de Londres, especializado en sastrería. Los diseños beben paralelamente en inspiraciones «british» ligeramente sastre, y el espíritu «destroyer» original de la marca, ya mencionado, por lo que la configuración es un poco ecléctica. Asimetrías, «oversizing», y unos llamativos suéteres con efectos imitación quemaduras (también de gran tamaño) de cigarrillo.
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