Espera conseguir la calificación de «grado» para salir a Bolsa antes de seis años.
Esta noticia no es tan novedosa. Simplemente, la ejecución de una maniobra anunciada. El acuerdo de El Corte Inglés con Mutua Madrileña, por el que esta entró en el capital de los grandes almacenes, tenía entre otras finalidades reducir la deuda del grupo gracias a los recursos aportados por la aseguradora. En efecto, tras recibir 1.105 millones de euros por el 8% del capital de ECI y el 50,01% de su filial de seguros, El Corte Inglés procederá el viernes de la semana próxima, 10 de junio, a amortizar anticipadamente y en su totalidad el bono de 690 millones de euros que emitió en octubre 2018, el cual vencía en 2024. Lo hará abonando un interés del 0,75%. Adicionalmente amortizará 390 millones de euros del préstamo ICO que recibió cuando la pandemia. Así, después de un largo período de agobio financiero por la deuda contraída durante el «boom» del ladrillo, dejará esta a su nivel mínimo en quince años.El grupo tenía una deuda de 2.883 millones en 2008, que ya era grande, fruto de su programa de multiplicación de prensa en centros comerciales. Y la elevó a su máximo histórico en 2013, con 5.800 millones de euros, en parte por las necesidades adicionales que creó el pinchazo del «boom del ladrillo», con la caída de consumo asociada. En agosto de 2021, después de esfuerzos para recortarla, entorpecidos por la crisis de liquidez por la pandemia, la había reducido a 3.500 millones. Ahora la rebajará a 2.500.
Para lograrlo ha tenido que vender propiedades, deshacerse de divisiones de negocio y modificar su accionariado. Un triste peaje (según se mire) de sus ambiciones expansivas de comienzos del milenio.
Con un endeudamiento menor confía en que las agencias de calificación le otorguen «grado de inversión». Ello le permitiría financiarse a mejor coste en adelante, y allanaría el camino para la eventual salida a Bolsa, programada para antes de 2028.
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