Comenzaba a salir del bache, cuando sobrevino la corona-crisis.
Siguen conociéndose, vía cuentas en el Registro Mercantil, cifras del horrendo año 2020, que no solo segó vidas por la pandemia sino que, en algunos sectores (y el de la moda fue uno de ellos), causó un pequeño o gran cataclismo, según empresas. Los datos de C&A Modas, la filial española del grupo neerlandés C&A, son una muestra.En ese año su facturación cayó prácticamente a la mitad, bajando de 310,3 a 161,1 millones de euros. Es cierto que redujo su nivel de gastos, en un 39% los de personal, en un 32% los de explotación en general, y naturalmente los de aprovisionamientos en un 39% (ya que, quien no vende, tampoco compra). Pero eso no logró evitar que el resultado de explotación fuese una pérdida de 41,6 millones de euros (frente a un beneficio de 5,2 millones en el año anterior), y el resultado neto una pérdida de 42,8 millones (frente a un beneficio de 4,5 millones).
La pandemia truncó el enderezamiento de la compañía, que en España había logrado en 2019 remontar después de siete años consecutivos de pérdidas, que acumulaban más de 136 millones de euros. Un auténtico golpe de mala suerte.
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