La asociación convocante participa en una campaña para enviar ropa, mantas y dinero a la zona afectada por el terremoto.
Estamos finalizando una semana dolorosa para Turquía y para Siria, que comenzaba el pasado lunes, día 6 de febrero, con dos terremotos sucesivos que sacudieron el sureste de Turquía y el noroeste de Siria, ocasionando enormes desastres personales y materiales. Entre ambos países el número de fallecidos supera ya, según últimos recuentos, los 20.000, y podría ser mayor dado que hay muchos desaparecidos. Solo en Turquía, más de 17.000, aunque ciertamente en Siria, dado que la región afectada continúa en una confusa situación bélica, el seguimiento y control de la situación es más deficiente.
El sector del vestir en Turquía está muy concentrado en los alrededores de Estambul, a más de 800 kilómetros (en línea recta sobre el mapa) del epicentro del seísmo; o una docena de horas de viaje por carretera (excepto ahora, pues las vías de comunicación se han visto muy dañadas). Y aunque últimamente se están levantando instalaciones industriales en Anatolia, no parece que la catástrofe haya afectado a bases de producción del sector. Sin embargo, la región de Hatay, que sí que ha sufrido el terremoto, tiene fabricación de tejido.
La dimensión humana de la catástrofe impregna a toda la sociedad turca. Ha sido casualidad que para dos días después del terremoto estuviera programada la feria IFCO (Istambul Fashion Connection) de moda, que se está celebrando estos días, desde el miércoles 8 y hasta mañana sábado 11 de febrero. La vida continúa y los hechos económicos son importantes para mantener la actividad del país, pero es evidente que el dolor de todos los ciudadanos del país es perceptible en todos los acontecimientos de esta semana.
En IFCO participan unas 600 empresas, que esperan recibir a unos 30.000 visitantes de un centenar de países.
Ciertamente, el terremoto ha empañado esta tercera edición de IFCO, que se había preparado con un vibrante entusiasmo, entre otras cosas porque este es el año de conmemoración del centenario de la república de Turquía, y eso se tomaba como un buen pretexto para lucir la potencia de un sector textil/vestir que se ha convertido en un peso pesado dentro del panorama internacional de la moda. Fuentes locales informan que las dos primeras jornadas del salón han sido positivas.
Por otro lado, la Asociación de Exportadores de Vestir de Estambul (Ihkib), organizadora del evento, participa en una campaña de recogida urgente de donativos de dinero y ropa para su envío a las zonas afectadas por el terremoto. Indumentaria de invierno y mantas son particularmente necesarias para toda la población que, habiendo sobrevivido al siniestro, se encuentra ahora en condiciones precarias, sin pertenencias y en un período de riguroso frío en la zona.
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