Advierten que la aplicación de este biocida por manos inexpertas entraña graves riesgos. Y sepan que está prohibido nebulizarla sobre personas.
Uno de los retos del sector de la moda es cómo satisfacer en el comercio detallista las exigencias sanitarias que se imponen en el «desescalado» de la lucha contra el coronavirus responsable de las Covid-19, que entre otras cosas contempla la desinfección de la ropa que hayan podido probarse los clientes.
En el futuro se fabricará más con poliamida en filamento, por culpa del coronavirus.
En el centro tecnológico Leitat indican que el coronavirus se mantiene en los tejidos hasta dos días, y que se han barajado como opciones, para garantizar la seguridad y la salud de los usuarios, tratamientos con cañones de ozono y luz ultravioleta. La publicación online Terrassa Digital ha entrevistado a Sergi Artigas, director de Innovación del centro tecnológico Leitat, quien explica que hay dos formas de eliminar los microorganismos: esterilizar, lo que los suprime por completo, o desinfectar, lo que elimina a la mayoría de los mismos, no en su totalidad, pero es más útil y práctico, y puede combinarse con métodos de prevención en la manipulación de los objetos, en este caso, las prendas. No se decanta por procedimientos. Sí que indica que es probable que en el futuro se hagan dominantes, en la fabricación, los materiales que hacen más sencilla la limpieza de las prendas sin que los tratamientos aplicados incidan en la estabilidad dimensional o en el color; a saber, filamentos continuos, y concretamente poliamidas.
Ojo con rociar ozono: es un biocida muy peligroso, si se aplica sin protección.
En lo referente al ozono como remedio para la desinfección rápida, ayer la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla), difundió una nota indicando que «aconseja el uso de desinfectantes con eficacia virucida certificada, incluidos en el listado publicado por el Ministerio de Sanidad, en el que no se encuentra el ozono; a fin de evitar riesgos innecesarios que pueden ir desde lesiones del aparato respiratorio hasta daños oculares». La comercialización de aparatos de desinfección por ozono está permitida transitoriamente, mientras la UE no se pronuncie, estando en la actualidad en espera de aprobación, siendo un producto no evaluado. Pero su uso puede no ser inocuo para quienes lo manipulan.
La Asociación opina que apostar por desinfecciones con ozono, un producto pendiente de evaluación, «supone asumir un riesgo innecesario que no tenemos por qué afrontar, cuando existen otros muchos tratamientos de eficacia probada y que cuentan con el respaldo de los organismos competentes oficiales», en palabras de su presidente, Sergio Monge.
Estos días se está informando sobre estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que prueban su eficacia, pero dichos informes, aunque efectivamente existen, lo que demuestran es su eficacia contra determinados coronavirus «en un medio como el agua». Pero el comportamiento de un biocida (eso es el ozono) puede variar mucho en otro medio, como el aire. Además, diversas administraciones sanitarias autonómicas y la Sociedad Española de Sanidad Ambiental se han mostrado contrarias a su empleo en tratamientos de desinfección contra el SARS-CoV-2.
«Este producto no puede aplicarse en presencia de personas —recuerda Sergio Monge, presidente de Anecpla—. Los aplicadores han de contar con los equipos de protección adecuados, ha de ventilarse previamente el lugar a desinfectar antes de su uso, además de que puede reaccionar con sustancias inflamables y producir reacciones peligrosas al contacto con otros productos químicos». Añade que «no queremos dejar de pasar por alto los posibles efectos adversos que el uso del ozono para desinfección puede provocar: lesiones sobre el aparato respiratorio, irritación de la piel y daño ocular».
Recomienda que de las tareas de desinfección se hagan cargo empresas incluidas en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas (ROESB), que empleen productos de eficacia demostrada (cuyo uso esté aprobado por el Ministerio) para evitar retrocesos que pueden llegar a costar muy caros.
Por otro lado, «el empleo de tratamientos con ozono da además una falsa sensación de seguridad que puede constituir el mejor de los caldos de cultivo para que se dispare el número de contagios precisamente en un momento tan crucial como el actual, en plena fase de desescalada».
La asociación de moda infantil recuerda las advertencias de Sanidad contra la desinfección por ozono.
Sobre este mismo asunto, la Asociación Española de Productos para la Infancia, Asepri, ha difundido a sus asociados (unas 150 empresas fabricantes y distribuidoras de moda y calzado infantil y artículos de puericultura) una Guía de Medias para Prevenir el Contagio en la reapertura de las tiendas, y para la que ha seguido las recomendaciones de la autoridades sanitarias, con un decálogo de recomendaciones de variado orden. Pero formula también una advertencia sobre el uso del ozono para la desinfección de los artículos presentes en el comercio. Recomienda la lectura de un documento de Sanidad, antes de adquirir cualquier máquina de ozono, «por el peligro que puede ser para la salud, y que requiere su uso por personal profesional acreditado».
Este documento, del 27 de abril advierte que «los biocidas, entre los que se encuentran los desinfectantes virucidas, son productos necesarios para el control de los organismos nocivos para la salud humana, sin embargo, pueden implicar riesgos para las personas debido a sus propiedades intrínsecas y un uso no adecuado»
El Ministerio de Sanidad advierte que los biocidas (y los virucidas entre ellos) pueden implicar riesgos para las personas debido a sus propiedades intrínsecas y un uso no adecuado. No se deben comercializar ni usar biocidas que no hayan sido expresamente autorizados y registrados debidamente o en su caso notificados.
«Actualmente, no existe ningún producto virucida que esté autorizado para su uso por nebulización sobre las personas. Por tanto, esta técnica de aplicación que se anuncia en los denominados túneles desinfectantes de ningún modo puede ser utilizada sobre personas. Un uso inadecuado de biocidas introduce un doble riesgo, posibles daños para la salud humana y dar una falsa sensación de seguridad».
En particular (y esto atañe al ozono), «hay sustancias biocidas que se encuentran en evaluación en la Unión europea permitiéndose, a la espera de finalizar este proceso, la comercialización de los productos que las contienen, siempre que se respeten las medidas de seguridad correspondientes. En este grupo se encuentran algunos cuya generación se realiza in situ mediante maquinaria, como es el ozono. Este hecho impide, además, que tengan un etiquetado que avise de su peligrosidad y usos, a diferencia del resto de biocidas».
En general, el documento del Ministerio de Sanidad efectúa las mismas advertencias que la asociación Anecpla:
—No se puede aplicar en presencia de personas.
—Los aplicadores deben contar con los equipos de protección adecuados.
—Al ser una sustancia química peligrosa, puede producir efectos adversos. En el inventario de clasificación de la ECHA (Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas) se notifica la clasificación de esta sustancia como peligrosa por vía respiratoria, irritación de piel y daño ocular.
—Se deberá ventilar adecuadamente el lugar desinfectado antes de su uso.
—Puede reaccionar con sustancias inflamables y puede producir reacciones químicas peligrosas al contacto con otros productos químicos.
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