Turquía quiere avanzar dos puestos en el ránking internacional de exportadores de hilados y tejidos.
En materia ferial, Turquía tiene grandes ambiciones. Sus nuevos salones de indumentaria y de textiles son realmente jóvenes, pero aspiran a alcanzar posiciones de liderazgo. Ya lo hemos visto recientemente con motivo del salón internacional de la confección de Estambul, IFCO, celebrado a finales de agosto, y ha vuelto a manifestarse posteriormente durante el salón de tejidos y fornituras de la misma ciudad, Texhibition Istanbul, del 21 al 23 de septiembre. Ambos eventos acaban de celebrar su segunda edición, y preparan ya la tercera, para 2022.
En el caso de Texhibition, de la primera edición, en la que tuvo 166 expositores que recibieron a unos 12.000 visitantes, a la segunda, ha dado un salto importante. Los expositores han sido esta vez más de 300, y, aunque no se ha emitido todavía un balance final, se esperaba a más de 20.000 compradores.
Según ha dicho en la edición recién celebrada Ahmet Öksüz, presidente de la asociación de exportadores de textiles y materias primas de Estambul, Ithib, la Texhibition Istambul deberá convertirse en un plazo de dos años en «la feria de referencia más importante de la industria en el mundo». Para ello se apoyará en el papel que representa Turquía como un gran actor en los nuevos esquemas de cadena de suministro textil/moda.
El año pasado, el textil de cabecera facturó 49.000 millones de dólares (+36,1%). La producción textil aporta más de la mitad del negocio del textil/moda en Turquía, cuya producción ascendió el año pasado a 78.000 millones de dólares.
La industria textil turca en sentido propio exportó por 9.700 millones de dólares en 2021, lleva ya exportados 12.900 millones en lo que llevamos de año y su meta es alcanzar los 15.000 millones. Actualmente el país es el quinto exportador mundial de textiles, y quiere ser el tercero dentro de cinco años.
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