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El proyecto 080 Barcelona vive en situación interina, pero sigue celebrándose con dignidad.
Como se sabe, desde hace un año el proyecto 080 Barcelona vive una situación de interinidad, mientras se decide el enfoque que pueda tener, en las nuevas condiciones económicas del país, cualquier presunto plan para la dinamización de la moda en Cataluña. Pero, en medio de esa incertidumbre, en julio de 2011 hizo el milagro de celebrar una edición inesperadamente exitosa, enmarcada en el edificio histórico de la Universidad de Barcelona, y en enero de 2012 nuevamente puso en pie un programa muy digno en un marco escénico de excelente calidad, para su novena convocatoria.
En esta ocasión se engranaron algunos acontecimientos no estrictamente ligados al evento central, pero que formaron un todo muy interesante que fortalecía el significado y fuerza de la manifestación en conjunto, sin concesiones a lo banal.
Por una parte, el Fomento de las Artes Decorativas, FAD, que sostiene desde hace tiempo sus propias iniciativas en el campo de la moda, tuvo el buen sentido de encadenar la edición número 32 de su ModaFad a la cabecera del tren 080, como telonero de la Barcelona Fashion Week. Con un programa de un día, el 24 de enero, al final del cual ofreció en el edificio recientemente rehabilitado de la Fábrica Moritz el espectáculo «Apocalipsi», una performance lumínica de Moritz Waldemeyer con bailarines y artistas de artes marciales, para dar más visibilidad a la obra de los jóvenes diseñadores galardonados en la anterior edición, Alejandra Anglada y Arnau P.Bosch.
El 080 propiamente dicho tuvo tres días de desfiles, del 25 al 27, y un epílogo de calidad el día 28 con la presencia de Pierre Cardin, una figura histórica del mundo de la moda.
En esta ocasión, la Generalidad de Cataluña puso a disposición del 080 un marco excepcional: las dependencias majestuosas del Salón del Tinell y de la capilla de Santa Agata, en pleno conjunto arquitectónico del llamado Palacio Real Mayor, de la época medieval. Para vivir la moda, que es una manifestación más de la cultura, con la máxima intensidad.
La organización del evento fue asumida por Miquel Rodríguez, gerente del Consorcio de Comercio, Artesanía y Moda de la Generalidad, en adelante órgano responsable del proyecto, prescindiendo de «expertos» foráneos, y con un presupuesto más ajustado que en las últimas ocasiones (había sido de 1,64 millones de euros en julio, y bajó a 1,10 millones en enero, ahorrando un 40%) y el resultado fue sencillamente satisfactorio.
El programa de la moda emergente comprendió los desfiles de diecinueve diseñadores. El día 25 se vieron las propuestas de Josep Abril, Celia Vela, Karlotalaspalas, Montse Liarte y Alexis Reyna. El día 26, las de Justicia Ruano, Brain&Beast, Miriam Ponsa, Sololaverdadessexy, Juan Pedro López, Who y Der Metropol. El día 27, las del dúo belga-español Schipper/Arques, Luis Manteiga, Yiorgos Eleftheriades, Martínez Lierah, Toni Francesc, Krizia Robustella y Manuel Bolaño.
Como ya sucediera en el verano, por segunda vez se incluyeron en el programa desfiles de marcas comerciales españolas con notoriedad en el mercado nacional e internacional. TCN abrió el programa general a la media tarde del día 25, con moda para mujer (lencería, corsetería y homewear, pues la moda exterior la presentaría una semana más tarde en Madrid) firmada por Totón Comella; Mango cerró el del día 26, con oferta para mujer y hombre, bajo el título «Shade pale»; y Desigual (que no había participado en julio) clausuró la tercera y última jornada, el 27, con propuestas masculinas, femeninas e infantiles; muy colorista, como sugería el lema «Rainbow», incluyendo por otra parte los últimos diseños de la Línea L, realizada con el diseñador francés Lacroix, y los resultantes de la colaboración con el Cirque du Soleil.
Hubo además fiestas (entre ellas la de Mango, muy exclusiva, en el Museo de Arte Moderno Europeo), talleres, mesas redondas, conferencias… y el 080 T-Shirt Contest, un concurso de camisetas que en lo sucesivo proveerá al 080 de sus propios artículos de «merchandising»: la camiseta 080 Barcelona Fashion seleccionada aquí se pondrá a la venta en la décima edición del certamen, en julio de 2012. No existió esta vez, en cambio, el espacio para venta directa, o showroom de diseñadores.
Como siempre, se otorgó el galardón final, el premio 080 Barcelona Fashion, dotado con 20.000 euros, y adjudicado a la colección «Hot Sade» del diseñador catalán Alexis Reyna, formado en la Saint Martin School de Londres y con tres años de ejecutoria profesional en Asia.
Gran novedad: el 080 360º Barcelona Fashion Brands. La creación del 080 en su día (que había llevado aparejada la desaparición de la Pasarela Gaudí), al centrarse en la llamada «moda independiente», dejó sin plataforma de promoción a las empresas del sector confeccionista que, sin duda alguna, son las que asumen una apuesta consistente por la moda como actividad económica, las que crean empleo y generan facturación. Algunos portavoces del sector venían expresando quejas en este sentido, durante las últimas temporadas.
Ahora se ha ensayado una corrección a esta anomalía, negociando con la Asociación Catalana de Textil y Moda creada el otoño último (también conocida como el Clúster) la participación de siete de sus empresas en una jornada especial, la última, el 28 de enero, en la que tuvieron lugar dos desfiles colectivos. En el primero participaron las marcas Escorpión, Punto Blanco, Messcalino y Naulover; en el segundo, Yerse, Guasch y Aldomartins.
A esta operación se la bautizó como 360º Barcelona, lo cual se podía interpretar de dos formas: porque implicó darle una vuelta total a la filosofía primitiva del proyecto 080 para introducir esta vertiente, o porque, con ella, se ha completado una visión de 360 grados de la moda catalana. En todo caso, un acierto.
Ese mismo día hubo el cierre final del programa, con una intervención de Pierre Cardin, pero de la presencia del modisto en la capital catalana se habla en una nota separada.
Impresiones de conjunto. Las instalaciones que se utilizaron esta vez tenían, por su misma naturaleza monumental, algunos aspectos poco funcionales. Eran, sin embargo, un marco muy adecuado para el rango del evento. Y la organización mejoró mucho y tuvo un carácter muy profesional, evitando los aspectos anárquicos que algunas veces caracterizaron al 080.
Las colecciones presentadas en 360º eran de gran calidad y estilo, perfectas para hacer una presentación de moda industrial española al mercado internacional. Hubieran desempeñado un excelente papel en cualquier feria del exterior; de hecho, algunas de las firmas ya participan en varios certámenes, y lo habían hecho diez días antes en París (posiblemente con las mismas prendas, al menos en parte).
La novena edición de 080 Barcelona registró un récord de asistencia en relación con las convocatorias precedentes. Hubo más de 12.000 asistentes a los desfiles, y más de 13.000 visitantes en total, entre ellos 120 compradores. Se acreditaron 714 periodistas de 208 medios de comunicación, de los que 23 eran extranjeros.
[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 199 — febrero 2012 ].