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A lo largo del otoño, planeó sobre el entorno ferial berlinés una sombra, más o menos alargada según la sucesión de noticias, del mágico salón Bread & Butter, padre del esplendor moderno de la capital alemana en materia de moda.

Al final, cuando llegó el mes de enero, la sombra del B&B se había reducido ya a los dos cuarteles-despachos-tiendas de los negocios personales de Karl-Heinz Müller, en los números 13 y 21 de la calle Münztrasse, en Berlin Mitte (distrito central de la capital). Allí se refugiaron un puñado de firmas, menos de 40, en torno a la figura en otro tiempo mítica del fundador, respondiendo a la nueva convocatoria de Back to the Street, regreso a la calle, «the 'guerrilla’ tradeshow», definido como foro informal de negocios y punto de encuentro: «an unconventional business forum and meeting point».

Su presencia era anecdótica. Alrededor, Berlín bullía. Del 19 al 21 de enero, los demás salones. Hasta el 22, los desfiles de la Fashion Week, una cincuentena, vueltos a la normalidad tras su acoplamiento transitorio del verano a la morfología del acontecimiento rey: el Mundial de Río.

Grandes o pequeños, los salones eran siete: Panorama, Premium, Seek, Bright, Show & Order, Green Showroom, Ethical Fashion Show. Nos extenderemos a continuación sobre los cuatro principales.

Panorama, manifestación de soporte institucional (respaldada por Messe Berlin), acogiendo principalmente marcas de gama media, con una trayectoria de sólo cuatro ediciones, ha sido la principal beneficiaria de la caída de B&B. Su número de expositores subió de 400 en enero de 2014 a 520 ahora. Tuvo que incorporar un pabellón adicional, que fue bautizado de inmediato como Urban Up, con 4.000 m2 para 40 marcas. La superficie total pasó de los 24.000 m2 de enero de 2014 a los 37.500. En total tenía ocho sectores. El denominado Now, donde se reunían las empresas que exponían productos de entrega inmediata, tuvo que ser ampliado. Tenía en paralelo un interesante programa de conferencias.

Premium, el salón dedicado a las marcas de alta gama, era ya con anterioridad el mayor, pues tenía el año anterior 1.500 marcas, pero se distanció todavía más, elevando este número hasta 1.800, cifra sorprendente cuando hablamos sólo de nombres de gran categoría. El espacio creció un 20%, hasta 30.000 m2, beneficiándose de la construcción de un nuevo pabellón, llamado el 8, edificado donde había una estación de mercancías.

Seek es un caso muy singular: pasó de 90 marcas a 220, trasladándose a un pabellón de 6.000 m2 al este de Berlín. En cuanto a Bright, consagrado al streetwear y las indumentarias de deporte, mantuvo constante su dimensión de 300 marcas.

En conjunto Berlín acogió durante estos cuatro días a unas 3.400 firmas expositoras, quizá aproximadamente las mismas que ya acudían con sus muestrarios a este escaparate de la moda que es Berlín, pero redistribuidas. Es decir: la cancelación de Bread & Butter no disminuyó el volumen de la oferta.

No es posible evaluar la dimensión global de la audiencia en la ciudad, porque muchos de los visitantes habrán estado en más de un salón, y la suma de los mismos siempre será superior al número de individuos desplazados a la capital alemana, sin que se pueda establecer un factor de multiplicación con garantías de verosimilitud. Sería necesario poder comprobar las identidades cruzadas.


[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 217 — febrero 2015 ].


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