Microsoft pone el foco en la creación de nuevas experiencias a través de la electrónica blanda.
En paralelo con el 57º Congreso Mundial de Fibras, GFC, celebrado el 12 al 14 de septiembre en la localidad austríaca de Dornbirn, tuvo lugar los dos primeros días, 12 y 13, el 7º Simposio de Textiles Inteligentes, «Smart Textiles 2018», organizado en el barrio ferial (Messequartier) de la población. Ambos eventos, el Simposio y el GFC, organizaron conjuntamente una cena de gala en la que establecer relaciones. Y, en el simposio en sí, se pronunciaron 24 conferencias, donde se resaltó la creciente importancia de la colaboración interdisciplinar en el campo de los textiles inteligentes.
En el artículo al que acompaña esta nota se cita la intervención de James Holbery, de Microsoft, en la sesión plenaria del Dornbirn-GFC, precisamente sobre Smart Textiles. Holbery, orador central también en el marco del simposio, ha sido responsable de la construcción del nuevo laboratorio de Microsoft para electrónica impresa, textil y flexible (PTFE). Dio un resumen de las actividades recientes de la compañía y el enfoque actual en la creación de nuevas experiencias de usuario a través de la electrónica blanda. «Siempre tenemos que reinventarnos en estos días de rápidos cambios. Queremos llevar la computación personal a un nuevo nivel y abordar a la generación joven en particular. Lo que nos interesa de la informática es el rápido cambio al que nos enfrentamos y cuando pensamos en la IoT y en el aumento de la digitalización, habrá mucho más por venir».
La doctora Isa Hofmann, moderadora de la primera jornada y gerente de una agencia de comunicación especializada con sede en Wiesbaden, Alemania, dio una conferencia sobre nuevas oportunidades en la comunicación con el cliente a través de la inteligencia artificial, desde bots sociales hasta chatbots. «El uso de la inteligencia artificial es el próximo gran tema», dice. Según estadísticas de la CE, el crecimiento de este mercado aumentará hasta los 38.800 millones de dólares en 2025. La inteligencia artificial permite que las máquinas se comporten como si fueran inteligentes y les brinda la capacidad de aprender más y algo nuevo. «Esta es la gran diferencia con respecto al software convencional. Los chatbots permiten una comunicación automática con los clientes en tiempo real», sin ningún tipo de bucles de espera.
Stefan Rohringer, vicepresidente del Centro de Desarrollo de Graz de Infineon Technologies Austria AG, señaló que Infineon presentó en 2003 sus primeros ejemplos de electrónica integrada en textiles. Los investigadores de la casa habían descubierto una forma de hacer que grandes superficies textiles, como alfombras o tejidos de tiendas de campaña, se volviesen «inteligentes», integrando en el tejido una red auto-organizada de chips capaces de monitorizar temperaturas, presiones y vibraciones. Eso revela —advirtió— que uno puede lanzar al mercado algunos productos demasiado pronto con respecto a su época. Ahora presenta la próxima generación de ordenadores cuánticos que brindan la seguridad necesaria en tiempos de pago sin efectivo y IoT (internet de las cosas).
Con 28.000 millones de dispositivos conectados ya en 2021, la seguridad en internet juega un papel importante. Pero hay otros muchos ejemplos de propuestas de interés, como suelas con incrustaciones inteligentes que ayudan a los usuarios a controlar la postura de su cuerpo, nuevas aplicaciones de textiles inteligentes para personas mayores, injertos inteligentes de cama para el control de la humedad, una silla de oficina que optimiza la postura del oficinista mientras está sentado, concreto (cemento) reforzado con textiles para reparar puentes destrozados, textiles inteligentes para monitorizar materiales y seres humanos y evitar accidentes en la industria pesada, electrodos textiles para aplicaciones médicas como la estimulación muscular y nerviosa o monitorizado de parámetros vitales. Y finalmente se habló del estándar C2C o Cradle to cradle (marca registrada de unos consultores), lo que literalmente significa de la cuna a la cuna, y alude a la sostenibilidad aplicada al desarrollo del ciclo de vida. En el simposio se habló de productos que ya se han certificado conforme a la norma correspondiente.
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