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Barcelona, según Artur Mas, es la marca más potente que tiene España.
José Luis Bonet (Freixenet),
presidente del Foro de Marcas Renombradas.
Preparan un fondo que invierta en empresas españolas.
«Económicamente, un país es en gran medida lo que son sus marcas, ya que, en el mundo global, las marcas se han convertido en los auténticos motores del crecimiento y de la competitividad». Apoyándose en esta aseveración, el presidente José Luis Bonet resaltó, en la reunión del Foro de Marcas Renombradas, la importancia de hacer de la internacionalización con marca un eje prioritario de la política económica.
El conferenciante Wilbur Ross, consejero delegado y presidente de una de las principales gestoras de capital riesgo a nivel mundial, explicó su visión sobre cómo competir globalmente. Ross es uno de los más importantes inversores financieros internacionales seleccionados por Bloomberg como una de las 50 personas poderosas más influyentes en el sector financiero a nivel global, y el Foro de Marcas está colaborando con él para constituir un fondo que invierta en empresas españolas.
Precisamente para favorecer el proceso de internacionalización de las marcas españolas, Cofides y el Foro de Marcas firmaron durante la jornada de encuentro un acuerdo para poner en marcha una nueva línea de financiación de capital riesgo dotada con 50 millones de euros, Finmarca, para impulsar la expansión exterior de las compañías que integran el Foro. Se trata de una línea de financiación público-privada cuyas participaciones en el capital de las sociedades serán minoritarias y cuyos límites de referencia se situarán entre 2 y 30 millones de euros por operación.
Son las empresas las que generan empleo y riqueza; las administraciones deben proporcionar las condiciones políticas y económicas que repercutan en beneficio de todos; es decir, el marco donde las empresas puedan dar de sí mismas el mayor potencial.
La marca-país es, sin duda, un factor fundamental. Pero ese binomio puede interpretarse de varias formas. Hay una marca España de cara a todo el amplio mundo exterior. Hay una marca Cataluña de cara a la propia España y al resto del mundo (al cual vende actualmente más, según dijo el «president», que a las regiones españolas).
Sobre esta cuestión indicó que Cataluña bate actualmente su propio récord de exportaciones, a pesar de no vender aquellas partidas que pudiéramos considerar de Estado (armamento, aeronaves).
Por otra parte, en 2013 fue, dijo, la región de España que más inversión extranjera captó. A la gente de fuera de la Península Ibérica le apetece invertir en Cataluña, más que en otras partes de España. Esto se traduce también en el turismo. Más de 15 millones de visitantes han venido en 2013, el 25% de todos los que recibió España.
Llegado a este punto, el «president» quiso ser particularmente generoso con su propia capital: Barcelona, dijo, es la marca más potente que tiene España (aunque admitió que hay otras notables a nivel territorial, pero de una capacidad de atractivo mucho menor) y que tiene Cataluña.
Así que le dejó el terreno muy fácil al alcalde barcelonés, Trías, que hablaría más tarde. Oyendo a este último, uno llegaba a la conclusión de que, sin Barcelona y su poderoso atractivo, Cataluña ni siquiera existiría.
[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 213 — junio 2014 ].