La actualización de Barcelona Bridal Fashion Week se hizo en varios frentes, no sólo en el cambio de nombre.
La asunción por Fira de Barcelona de una plena jurisdicción (comprendiendo tanto la propiedad como la gestión) sobre la manifestación dedicada a la moda nupcial, Barcelona Bridal Fashion Week, comportó desde el primer momento la entrada en funciones de nuevos profesionales: un equipo de especialistas de la propia Fira encabezado, para las ediciones de 2014 y 2015, por el director Miquel Serrano, experto precisamente en el diseño y remodelación de lo que pudiéramos llamar certámenes especiales. A él le tocó el año pasado conmemorar dignamente las bodas de plata de la BBFW antes de traspasársela a la que sería desde 2016 su directora titular, Estermaria Laruccia, una profesional originaria de Italia e incorporada con pleno éxito a la plantilla de Fira de Barcelona, y que parecía cortada a la medida de este certamen, del que en la práctica ya fue co-artífice en la edición de 2015, dentro del equipo organizativo.
En los Suplementos números 222 y 223 de Textil Exprés, previos al salón de este año, hemos publicado dos entrevistas consecutivas con Estermaria, en las que desgranaba su filosofía sobre este hecho ferial y sobre el excelente desarrollo que, a su juicio, le espera a este certamen, que va más allá de lo que se esperaba para la última edición, ya celebrada y con éxito confirmado, y alcanza al importante recorrido que se le ve para los años venideros. De hecho, como los lectores habrán podido observar, los avances informativos eran ya tan íntimamente sentidos y expresados que casi equivalían a crónicas anticipadas de lo que sería la feria.
Ambos directores, Serrano al principio, Laruccia ahora, han contado con el respaldo del sector nupcial representado en el comité organizador por la empresaria Marta Raich, presidenta de BBFW y directora de la firma Novia d’Art. Y con la colaboración económica de la Generalidad de Cataluña, entidad que de tiempo atrás subvencionaba en alguna medida la realización del certamen por Moda Barcelona, y que ha mantenido la ayuda económica a través de la Fira en los últimos ejercicios, en este caso tramitándola por medio del Consorcio de Comercio, Artesanía y Moda de Cataluña, el mismo instrumento que la Administración catalana utiliza para subvencionar a 080 Barcelona. El hombre que actúa de gestor interpuesto para ambas ayudas es el director del Consorcio, Miquel Rodríguez. El importe actual de la subvención a las novias es de 975.000 euros, cantidad inferior a la que el mismo organismo canaliza al 080, es decir, a la moda joven, que por otro lado no juega en la misma liga de ferias por representación sectorial (BBFW concita a la gran mayoría del sector español y tiene un fuerte tirón sobre expositores extranjeros) ni por proyección sobre el mercado internacional.
Pero en esta transición no sólo hubo protagonismo de personas: también de escenarios. Durante los años anteriores, Moda Barcelona había venido ubicando el certamen de las novias en el parque ferial de Gran Vía, en el extrarradio del área metropolitana. Ahora la Fira decidió devolverlo al palacio número 8 del parque ferial de la Plaza de España, en plena ciudad (recinto de Montjuïc), con excelentes condiciones de confort y servicios (y de comodidad de acceso), y que proporcionó a la manifestación un extraordinario lucimiento.
El acto inaugural de la feria comercial, momento intermedio entre las jornadas de desfiles y el salón propiamente dicho, fue presidido por el consejero de Empresa y Conocimiento de la Generalidad, Jordi Baiget, que se estrenó en este tipo de manifestaciones en febrero, con ocasión del último 080.
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[Publicado en - Junio 2016 ].
© TEXTIL EXPRES - Revista - 2016