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  • Las fechas no fueron buenas para Texprocess, por la coincidencia con Interzum.
  • Lectra no fue a Texprocess. Gerber mantuvo su apuesta.
  • Hubo huelga de ferrocarriles... lo que afectó más al visitante alemán que al extranjero.
  • Entre los mayores incrementos de visitantes, el de los españoles.
  • Techtextil no sólo creció en números y en superficie, sino en trabajo en los stands.
  • Comienza a respirarse una reactivación en Europa, y eso tiene su traducción en los textiles técnicos.

Digamos que a Techtextil le crece la competencia y que Texprocess no está sola en el mercado. Lo sorprendente, en consecuencia, es que siga creciendo, y que cada vez lo haga mejor. A pesar de que, en el caso de Texprocess, este año ha cometido un error que pudo costarle caro, que no le es imputable ya que no había otra solución posible, y que asegura que no va a volver a repetir. En cualquier caso, las ediciones de 2015 ¡dejan un excelente sabor de boca! Vayamos por partes.

 

Techtextil vertebró ferialmente en su día, y en alguna manera contribuyó a crear un sector de textiles técnicos, que ya existía pero no tenía conciencia ni de su perímetro ni de su compartimentación por áreas de aplicación. Obviamente, Techtextil no inventó los textiles de uso técnico, sino que fue capaz de observar los aspectos diferenciales y comunes de una industria que ya estaba trabajando con productos de alto rendimiento para aplicaciones técnicas, pero que no había alcanzado suficiente conciencia de especificidad. Eso es en buena parte obra del ideador y director del salón, Michael Jänecke.

Techtextil nació con un tamaño compacto y ha crecido mucho desde sus inicios. Y eso que ahora tiene numerosos competidores, que han descubierto el dinamismo del textil y la indumentaria de uso técnico. De ese modo, hay ferias de textiles para el vestir que incluyen con orgullo una sección de textiles de gran rendimiento, puesto que algunos confeccionistas de prendas de moda también se ocupan de ropa laboral, y no sólo de uniformidad de representación corporativa, sino de ropas de faena con exigencias técnicas importantes; por no hablar de los que hacen prendas de calle lo mismo que confeccionan uniformes de campaña para el ejército.

También desde el campo de la maquinaria se entra en los textiles técnicos (este otoño veremos el caso de la ITMA), lo que viene a ser recíproco con el hecho de que la propia Techtextil tenga una sección de maquinaria textil, y haya creado de forma paralela otra (Texprocess) de maquinaria para la confección, que recogió el cetro de la extinguida IMB de Colonia (pronto nadie se acordará de ella, así corre el tiempo y se borra la memoria).

Por otro lado, Techtextil tiene que combatir siempre con otros salones ajenos al textil pero que reclaman la atención de algunos proveedores específicos de textiles técnicos, tales como las ferias de materiales para bomberos, o de seguridad en general, o de equipamiento hospitalario... etcétera. Que pueden distraer el presupuesto ferial de los expositores afectados, o de los visitantes.

Así, de una forma u otra, las manifestaciones de textiles técnicos en el mundo, más o menos centradas, más o menos compartidas con otros asuntos, han ido creciendo y multiplicándose. La propia Techtextil ha engendrado hijos de ámbito regional, con salones de textiles técnicos fuera de Alemania, de los que en su día se temió que canibalizasen al progenitor, aunque luego se ha demostrado que contribuyen a aumentar la conciencia sectorial y contribuyen a reforzar a la feria original, a la que se considera referencia no sólo europea sino de todo el mundo.

No obstante, el reto de seguir creciendo es grande. Y a despecho de todo, ¡Techtextil crece!

En la última edición de este certamen bienal, celebrada del 4 al 7 de mayo en Fráncfort, el número de expositores aumentó hasta la cifra de 1.389 (cincuenta más), el de países presentes pasó de 48 a 52, el número de palacios feriales ocupados en el recinto francfortés pasó de 3 a 4, el de pabellones de exposición de 13 a 15, y, lo que es más importante, puesto que da la medida del interés real para todos, el de visitantes aumentó de 27.418 a 28.491.

Y esto a pesar de que una parte de la oferta es de maquinaria para el procesado de textiles técnicos, que en cuanto convocatoria compite con la gigante ITMA de este año. Y con el viento en contra de la huelga de ferrocarriles que afectó a Alemania durante los días feriales, y que, al parecer, afectó más al número de visitantes del propio país que a los extranjeros, quizá porque estos llegan más por avión.

En cuanto a la feria de proceso de materiales flexibles Texprocess, que reúne a la oferta de maquinaria para la confección, software y otras soluciones para la industria del vestir, el número de sus expositores fue prácticamente estable: 273 expositores frente a 270 en la edición anterior, aunque eso supone un crecimiento a perímetro equivalente, dado que este año no se convocó el sector de subcontratación Source It. Este salón de tecnología y bienes de equipo recibió a 13.500 visitantes internacionales (frente a 12.128 en la edición anterior).

La suma de los dos salones reunió a 1.662 expositores de 54 países, y recibió a casi 42.000 visitantes de 116 países.

Lo más importante, y esto hay que indicarlo a juicio de cronista, fue el ambiente respirado. La actividad fue bastante intensa, ya desde el primer día, aunque tuviera algunos momentos de decaimiento, siempre lógicos: no puede pedirse que se mantenga la tensión de manera constante y a todas horas. Pero es seguro que para el periodista a veces se hacía difícil encontrar hueco para hablar con los expositores, de tal manera estaban ocupados con clientes actuales o potenciales.

Esto es síntoma de varias cosas.

Entre otras, de una ligera reactivación europea, que lleva a reanudar las inversiones en los mercados que demandan estos productos de rendimiento. Cuando los Gobiernos recortan presupuestos, la demanda de uniformidad y de geotextiles, por ejemplo, se reduce: las administraciones mantienen unos mínimos de seguridad, pero miden mucho sus proyectos, sus concursos de aprovisionamiento, sus nuevas líneas de inversión y de gasto público. Lo mismo puede decirse de las empresas que trabajan en esos campos. Ahora se respira un clima mejor para esta clase de negocios, y en consecuencia se percibe interés por los proveedores de materias.

En el caso de Texprocess comienza a notarse asimismo la tendencia hacia el retorno de la actividad industrial a la periferia próxima europea. No sólo para la confección de prendas de alto rendimiento, sino de toda clase de moda. Y cuando se producen ese tipo de traslados de capacidades, hay una parte del planeta que necesita invertir.

En Texprocess se ha percibido, así, una nueva disposición a adquirir bienes de equipo, volviendo a recuperar el interés por la maquinaria productiva, pero también por la que aporta una máxima calidad de costura... y, sorprendentemente, por la que devuelve automatismos más allá de los alcanzados hasta ahora e incluso imaginables. Sobre esto deberemos volver a hablar más adelante.

Volviendo a Techtextil, se confirma algo que ya apuntábamos en ediciones anteriores: la feria ha superado distintos estadios de su vida. Podríamos echar mano de la obra de Nietzsche o de ficciones cinematográficas de otro orden, que hablan de las distintas «edades» del personaje. Techtextil dejó atrás hace mucho tiempo la infancia del descubrimiento de un sector, pero también hace años que comenzó a desprenderse de aquel aspecto de feria-pecera, en la que todos se miran unos a otros, para saludarse, para mostrar o esconder secretos, y finalmente para encerrarse en un caparazón: un decir que «aquí estoy», pero que ya te mostraré lo que tengo en mi fábrica, cuando vengas; y, por parte de la clientela, aquel aire de visita de compromiso, para dar una vuelta, saludar, y ya veremos. Su progresiva transformación en auténtico centro de negocios ha cuajado en una vivísima actividad en esta última edición, hasta el punto de que en muchos stands se trabajaba a un ritmo superior al que vemos (según temporadas) en los de textiles para moda.

Las sinergias entre Techtextil y Texprocess aumentaron este año con la coincidencia absoluta de la duración: antes la primera se desarrollaba a lo largo de tres días, la segunda se prolongaba cuatro. Ahora las dos tienen lugar en cuatro jornadas, y aunque se temía que los expositores de Techtextil pudieran haberse sentido fatigados, la experiencia ha resultado satisfactoria, por lo que en la próxima edición, de 2017, se repetirá esa estructura.

En el conjunto, después de Alemania los países que aportaron mayor número de visitantes fueron Italia, Francia, Turquía, Reino Unido, Países Bajos, Estados Unidos, España, Polonia, Suiza y Bélgica.

La organización destaca en particular los incrementos de Estados Unidos, España, Europa del Norte y del Este, y Corea del Sur.

Antes se ha mencionado una nota negativa relativa a Texprocess, y fue la inoportunidad de su coincidencia en el calendario con Interzum de Colonia, feria de suministros y componentes para el mueble tapizado. Aparentemente fue la causa de que Lectra, una potencia en sistemas de CAD-CAM para confección, decidiera no exponer en Fráncfort, ya que hoy en día, en Europa, la tapicería del mueble es un sector de mayor dimensión que la manufactura de prendas de vestir, para la industria de maquinaria de diseño asistido por ordenador, corte y costura; por la sencilla razón de que no ha sido deslocalizada a Asia. Su gran rival mundial, el norteamericano Gerber, decidió sin embargo estar en Texprocess, aunque le comportase un doble esfuerzo ferial. Digamos que hizo una apuesta importante y exhibió su compromiso con la industria europea del vestir. Pero advirtió que esto no debería repetirse.

Los organizadores eran conscientes del problema, y si no trasladaron sus fechas fue por la incompatibilidad de calendario con los preparativos de otra gran feria en el mismo recinto. Y, respondiendo al comentario anterior, afirman que no se repetirá.

Un informe exhaustivo de lo visto en Techtextil y Texprocess se verá en la próxima revista de Textil Exprés, dentro de pocas semanas.

De momento, pueden ir anotando ya las fechas de estas ferias para 2017: del 9 al 12 de mayo, martes a viernes.


[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 219 — junio 2015 ].


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